Ahora que el presidente López Obrador anunció una reforma electoral con el objetivo de mejorar la democracia, el doctor en Ciencias Sociales Luis Daniel Vázquez propone que entonces sea una reforma política que considere un sistema parlamentario.
Esto porque, de acuerdo con el experto, uno de los principales problemas de la democracia mexicana es el presidencialismo, es decir que el líder del Ejecutivo concentra demasiado poder, por lo cual un sistema parlamentario podría ser una opción para poner a debate.
Nuestro país requiere un sistema que lleve al partido mayoritario a negociar con las minorías, de acuerdo con Vázquez, “porque lo que hoy necesitamos, frente a una polarización estéril, es obligar a construir acuerdos”.
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La opción del sistema parlamentario
Para Luis Daniel Vázquez, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, antes de discutir una reforma electoral, hay que pensar qué tipo de democracia queremos construir para México.
“Tenemos que preguntarnos si queremos diseñar una democracia en donde un liderazgo fuerte tome decisiones y se ejecuten de forma inmediata o si queremos una democracia en donde obliguemos a las partes a sentarse en una mesa y a dialogar, y a partir del diálogo, a construir acuerdos”, explicó el especialista.
Para Vázquez lo primero es lo que ya hemos vivido en el país, al grado de que en el siglo XX el partido en la presidencia –el PRI– llegó a tener prácticamente a todo el Congreso. Por ejemplo en 1976 el único candidato a la presidencia fue el priista José López Portillo.
Y aunque se comenzó a construir un sistema más democrático, de todas maneras hemos tenido “partidos que ganan la presidencia con el 40% de los votos pero tienen el 51% de personas en la Cámara de Diputados, lo cual crea una mayoría artificial, una hegemonía en automático”.
Si lo que queremos es lo segundo, en donde la mayoría se siente a negociar con las minorías, entonces deberíamos de considerar un sistema parlamentario, de acuerdo con Vázquez.
El politólogo Ricardo Espinoza definió a este sistema como aquel en el que la soberanía recae en el Parlamento –es decir el Poder Legislativo–, y es el encargado de dirigir todos los asuntos de Estado, por lo cual todo se tiene que construir gracias a acuerdos entre las distintas fuerzas políticas.
“El sistema parlamentario es más flexible para gobernar sociedades afectadas por conflictos étnicos, culturales, religiosos, lingüísticos o ideológicos, precisamente porque el Parlamento permite la discusión, la confrontación pacífica, la negociación, el compromiso y la repartición del poder”, escribió Espinoza.
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En busca de una democracia saludable
Luis Daniel Vazquez considera que México vive actualmente una polarización estéril con dos proyectos de nación que no son muy distintos pero que han provocado una “narrativa muy encendida”.
Por lo tanto, el experto opina que, en ese marco, México debería caminar hacia un sistema parlamentario con una lógica proporcional, lo cual se contrapone con la propuesta del presidente de eliminar las diputaciones plurinominales.
“Al contrario, si tuviéramos que eliminar algunos diputados, eliminaría a los 300 que se eligen por distrito y establecer que todos sean plurinominales”, nos explicó Vázquez, es decir que ve con mejores ojos que las curules se designaran a partir del porcentaje de votación en la elección presidencial.
Para el experto, eso garantiza que todas las minorías estén representadas en el Congreso y que el partido del presidente necesite construir acuerdos para tomar decisiones, que es a lo que debe aspirar el país, a grandes consensos y no a imposiciones.
“Eso es la democracia. Una lógica de construcción de acuerdos, de construcción de mayorías. No sé si tenemos una clase política con la madurez para hacer este tipo de negociación política”, pero hacia allá necesita apuntar el país, de acuerdo con Vázquez.
¿Podría construirse un sistema parlamentario en México?
