El martes pasado Layda Sansores cumplió su amenaza. Publicó presuntas conversaciones entre el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, y el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal.
Monreal se convirtió así en el primer morenista víctima del espionaje de su propio partido.
Las filtraciones de la gobernadora de Campeche llegan en un momento en el que una de las reformas más importantes del presidente Andrés Manuel López Obrador, la electoral, tiene que pasar obligatoriamente por el Senado.
“Me han espiado del PRI y del PAN, pero nunca de mi partido”, dijo Monreal el sábado pasado.
Y aunque el presidente López Obrador intentó bajar los ánimos y hacer un llamado a la unidad, la división al interior de Morena parece profundizar en un momento clave.
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La tarde del sábado la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, colocó un mensaje en sus redes sociales. El mensaje anunciaba que este martes daría a conocer información sobre Ricardo Monreal, el coordinador de Morena en el Senado.
El amago de Sansores llega apenas dos semanas después de que el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, negociaran con grupos parlamentarios de la Cámara Alta y consiguieran 87 votos para aprobar la reforma constitucional que amplía la presencia de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad pública hasta 2028.
Una semana después de la aprobación de la reforma en el Senado, el presidente Andrés Manuel López Obrador finalmente reconoció las aspiraciones presidenciales de Monreal, quien agradeció al mandatario incluirlo entre las ‘corcholatas’.
“De los posibles candidatos nuestros, son tres y puede que haya dos más: cinco, y está abierto porque, en su momento, los que quieran inscribirse, pero hay tres y puede que dos más: Ricardo Monreal y, ¿cómo se llama? Noroña”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina del 11 de octubre.
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“El país vive una transición política; inició en el 2018 con el presidente López Obrador. El día de ayer que nos mencionó dentro de los prospectos a sucederlo, no es sino un signo de reconocimiento al trabajo que hemos venido realizando durante 25 años, con lealtad, con firmeza, sin tibiezas, sin traición”, respondió Monreal.
Pero el amago de Layda Sansores abrió un nuevo frente en la contienda por la candidatura presidencial de Morena, que comenzó hace 16 meses. Esto, consideró Monreal, amenaza con profundizar la guerra intestina que se vive al interior de Morena.
“Nos lleva a caminos irreconciliables”, dijo al acusar guerra sucia y lamentar que el espionaje se diera dentro de su propio partido. Esta declaración bastó para que Layda Sansores reactivara su bravata.
Cuestionado sobre el encontronazo, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró de mal gusto ese tipo de estrategias y advirtió que se puede revertir como en un efecto bumerán. Horas después, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, señalada como cercana a Sansores y en abierta confrontación con Monreal, se pronunció en el mismo sentido.
“Es más importante la unidad del partido”, dijo.
Pero Layda Sansores continuó con su amago. Al respecto, Ricardo Monreal dijo que esperaría a conocer la información que daría a conocer la gobernadora de Campeche y señaló que en su caso procedería legalmente, pues intervenir y difundir conversaciones privadas sin consentimiento es un delito.
Sin mencionar el nombre de Sheinbaum, Monreal acusó que esta nueva andanada forma parte de una campaña en su contra coordinada en redes por asesores extranjeros y agencias de publicidad en alusión a la contratación de Antoni Gutiérrez-Rubí, el asesor español que llevó a Gustavo Petro al triunfo en Colombia y que colabora con Sheinbaum.
Al momento de presentar los chats de las supuestas conversaciones entre Monreal y Moreno, Layda Sansores descartó estar espiando a sus correligionarios.
“Yo no soy espía fue un material que nos llegó y que me siento en la obligación de darlo a conocer”, dijo.
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“Lo de Monreal de verdad que lo hice sin mala intención , sino que hay un acto de corrupción similar a los que estamos viviendo en Campeche. Yo no tengo nada contra él, no es nada personal”.
En las presuntas conversaciones, Monreal supuestamente ofreció su ayuda en 2020 a Alejandro Moreno para intermediar con una fiscal -cuyo nombre nunca se revela- para evitar que se le incauten bienes y también sale a relucir presumiblemente el nombre de Santiago Nieto, ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. Santiago Nieto se deslindó.
En las supuestas comunicaciones reveladas por Sansores, Monreal presuntamente reclama en diciembre de 2021 a Moreno por la postulación de Claudia Anaya como candidata de Va por México, pero el líder del PRI le responde que no hay de qué preocuparse. El priista añade que está trabajando generando acuerdos y consensos que le beneficiarán a él, al coordinador de Morena en el Senado y al gobierno federal.
Tras revelarse las supuestas conversaciones, la ex candidata del tricolor en Zacatecas, Claudia Anaya, aseguró que su candidatura fue entregada. Esto motivó que el secretario general del PRI, Rubén Moreira, desmintiera esa afirmación.
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Mientras tanto, Alejandro Rojas Díaz Durán, un militante de Morena ligado a Ricardo Monreal, difundió información sobre el patrimonio inmobiliario de Layda Sansores en Campeche. De acuerdo con los datos proporcionados por Rojas Díaz Durán, la familia de Sansores suma 83 propiedades en la entidad, gasolineras en el estado de Querétaro, además de que reveló que la gobernadora se hizo de varias casas, terrenos y departamentos pagándolos al contado y en efectivo, pero sin verse reflejados en sus declaraciones patrimoniales.
Alejandro Rojas Díaz Durán afirmó que la revelación de las supuestas conversaciones busca que Ricardo Monreal dejé Morena.
“El objetivo es tratar de descarrilar su aspiración presidencial e incluso su objetivo es que se vaya de Morena”, dijo. Monreal aseguró que no dejará el partido por la puerta de atrás y que permanece en él por respeto al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo lamentó que pese a los llamados a unidad del presidente, el grupo morenista en el que está Layda Sandores haya ignorado al mandatario y el viernes presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República por la intervención y filtración de comunicaciones privadas.
La guerra está declarada, y el telón de fondo es 2024.
