A pesar de niveles de afiliación récord en el IMSS, la tasa de informalidad laboral no se ha reducido

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De enero a noviembre de 2022, casi 1,100,000 personas fueron afiliadas al IMSS, lo que quiere decir que más de un millón de personas se han incorporado al sector formal de trabajo. Sin embargo, estos niveles de afiliación no han sido suficientes para reducir la tasa de informalidad. 

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De acuerdo con datos del INEGI el país cerró el tercer trimestre de 2022 con una tasa de informalidad del 55.6%. Es decir, más de la mitad de las personas que trabajan de forma remunerada lo hacen en la informalidad. 

Ana Gutiérrez, coordinadora del Mercado Laboral y Comercio Exterior del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), nos explicó que si bien la cifra de personas afiliadas al IMSS ha aumentado en los últimos dos años y esto siempre es una buena noticia, la tasa de informalidad no se ha movido. 

Esto, nos comenta Gutiérrez, muestra que los números del IMSS no indican que se esté haciendo una transición a la formalidad, sino que por el crecimiento poblacional más personas están entrando a trabajar en todos los sectores, tanto en los formales como en los informales. Y en México las tasas de informalidad han sido relativamente estables en los últimos años. 

¿Por qué deberíamos alejarnos de la informalidad?

El INEGI define a las personas que trabajan en la informalidad como “aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo”.

Sin una red de seguridad social las personas que trabajan en el sector informal son mucho más vulnerables que las personas con empleos formales en todos los aspectos. No solo son más susceptibles a despidos injustificados sino que en general, los sectores informales tienden a ser los peor pagados: según datos del tercer trimestre de 2022 de Coneval, 21.8% de los trabajadores informales reciben un ingreso menor de lo que cuesta la canasta básica alimentaria. 

Ana Gutiérrez nos comenta que la informalidad es importante por dos motivos principales: calidad de vida y productividad. Por un lado la formalidad da certidumbre a las personas trabajadoras, no solo les da acceso a seguridad social, sino que las protege en contra de despidos injustificados. 

La economista menciona que más allá del bienestar personal de las personas trabajadoras, como país nos conviene la formalidad ya que los trabajadores formales tienden a ser más productivos.

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A pesar de que en la economía informal trabaja más de la mitad de la fuerza laboral mexicana, aporta solo uno de cada cuatro pesos del producto interno bruto o PIB. Esto para la integrante del IMCO demuestra el problema de improductividad que hay asociado a la informalidad. 

¿Cómo van los estados?

Oaxaca y Guerrero son los dos estados con mayor tasa de informalidad en el país, ambos estados con tasas de 81.7%  y 79.3%. Estos datos coinciden con sus datos sobre pobreza laboral. Oaxaca tiene una tasa de pobreza laboral del 62.5% mientras que Guerrero del 68.2%.

Por otro lado, Coahuila y Nuevo León son los estados con menor tasa de informalidad: Coahuila con una tasa del 34.7% y Nuevo León con una tasa del 36.4% de informalidad laboral. Estos datos, aunque mejores que los de los estados sureños, siguen sin ser ideales. 

La pandemia

Ana Gutiérrez, coordinadora en el IMCO, nos comentó que “al inicio de la pandemia se redujo bastante la tasa de informalidad, pero esto se debió a que al principio de la pandemia, en esos primeros meses, la mayor parte de los trabajos que se perdieron fueron informales”.

La reducción, dice Gutiérrez “fue mucho más marcada en los informales porque precisamente no tienen acceso a derechos laborales, el vínculo de estas personas a su trabajo es muy volátil” por lo cual “es mucho más fácil despedirlos”. 

Mencionó la economista del ITAM que las tasas han regresado a sus números previos a la pandemia ya que los empleos informales también han sido los primeros en regresar durante este periodo de recuperación. 

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Quienes se encontraban en el sector formal fueron menos vulnerables ante la pérdida de empleos que el confinamiento por la pandemia trajo, aún así muchas personas salieron del sector formal durante este periodo. El IMSS reportó que 369,890 personas salieron de sus registros en 2020. 

Hacia la formalidad

Al escuchar sobre reformas laborales como el aumento en el salario mínimo o más días de vacaciones es importante recordar que si bien estos son triunfos importantes, no aplican a más de la mitad de los trabajadores mexicanos, que están en la informalidad y no gozan de estos beneficios. 

El problema en México no se limita a unos cuantos sectores, es generalizado ya que no existen los incentivos para transitar a la formalidad. Uno de los principales problemas que la economista encuentra es que es “muy caro” formalizar. 

“Realmente no vamos a ver una reducción sustancial de la informalidad si no hacemos un cambio significativo en la estructura de la seguridad social en el país” nos reitera Ana Gutiérrez. 

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