“Que no digan los vendepatria que la reforma afectaba. No argumentaron nada en contra”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina del pasado 18 de abril tras la discusión en el Congreso de la Unión sobre la reforma constitucional en materia eléctrica, en la que el bloque de la oposición votó (PAN, PRI, PRD, MC) en contra de la propuesta del Ejecutivo.
“Yo considero que el día de ayer se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores que, en vez de defender los intereses del pueblo, de la nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras, que se dedican a medrar, a robar, y estos diputados los respaldaron, a los saqueadores”, declaró López Obrador en su conferencia.
Esta declaración se dio en el contexto de la campaña que Morena ha ejercido para identificar personalmente a quienes votaron en contra de la propuesta de reforma como “traidores a la Patria”. Incluso existe el sitio https://traidoresalapatria.mx/ donde se han colocado los perfiles, fotografías y descripciones de legisladores que no avalaron la propuesta de reforma.
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Ante esto, el Instituto Nacional Electoral concedió una medida cautelar y ordenó retirar publicaciones de Morena y su presidente nacional, Mario Delgado, con la acusación de traidores a la patria, pues consideró que se puede tratar de una “posible estrategia o campaña partidista que podría provocar, además de calumnia, la incitación al odio y a la violencia en contra de otros actores y fuerzas políticas”.
Para el politólogo Jorge Márquez el potencial respaldo que López Obrador le da a esta campaña es muy grave porque viola la autonomía del proceso democrático al ejercer una presión ilegal e inconstitucional que no solo violenta los derechos de las y los diputados como individuos, sino de todo un poder.
La abogada y socióloga Elvira Cedillo consideró que lo más peligroso de este discurso es que se trata de una estrategia de desciudanización y anulación de opinión, donde se confrontan dos bandos únicos formados por amigo/enemigo.
“Descalifican para nulificar al otro, es una acción política violenta que fue aplicada en el nazismo y fascismo. Eso es lo peligroso, una cacería de brujas y desacreditación del otro”, nos dijo la experta.
Y es que el riesgo más grande, de acuerdo con el politólogo Jorge Márquez, es que estamos atestiguando un intento de la destrucción de la justicia en el sentido moderno.
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“¿Cuál es la diferencia entre la justicia moderna liberal democrática y la justicia totalitaria? La diferencia básica es que en la democracia y en el liberalismo a ti te juzgan por lo que haces, y en el totalitarismo a ti te juzgan por quién eres”, especificó Márquez.
Para Márquez el escenario político en México está llegando a un punto álgido, aunque considera que para el presidente -y el movimiento que encabeza- la descalificación siempre ha sido la constante, “a la usanza del viejo PRI”.
“Toda la línea del discurso de Morena es no ir a los argumentos y contrarrestarlos, sino ir directamente a un solo argumento: el ad hominem -razonamiento que se funda en las opiniones o actos de la persona misma a quien se dirige, para confundirla o tratar de convencerla- que significa ‘tú no tienes autoridad de criticarme porque ser quien eres’”, nos explicó Márquez.
El experto agregó que “es la forma más primitiva del derecho, la destrucción del derecho moderno y liberal democrático que conocemos por los derechos humanos donde no te pueden juzgar por tu identidad, o sea, no por ser priista o panista eres culpable de nada”.
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Radicalización y unión de la oposición, el único contrapeso
La abogada Elvira Cedillo consideró que para acabar con esta forma de gobernar se tiene que radicalizar y concentrar la oposición. Para la especialista, esa es la razón por la que el gobierno actual en el poder está apostando a la polarización: divide y vencerás.
“Lo que hizo que este gobierno llegara al poder es que pugnaba por abatir la desigualdad, pero en el fondo no lo ha logrado. Pero sí ha hecho que miles de personas lo asocien con transferencias directas de recursos y mejora en los ingresos individuales. Ahora, este apoyo subsidiario en el largo plazo no va a mejorar la gobernabilidad, la seguridad, el mercado de trabajo, ni reducir la desigualdad”, acusó Cedillo.
En su columna para El Financiero, el periodista Enrique Quintana plantea que “la única posibilidad de que exista una candidata o candidato competitivo frente a Morena es si se logra articular una candidatura única de los partidos que están en desacuerdo con el gobierno actual” y que la votación en contra de la reforma eléctrica dio muestra de que la oposición unida sí puede ser un contrapeso a las “pretensiones del presidente”.
Y aunque toda la campaña calificada como “de odio” en contra legisladores que se opusieron a la propuesta de reforma de López Obrador parece estar encaminada hacia proteger la base electoral de Morena hacia el 2024 para afianzar su proyecto de nación, lo cierto es que nos estamos acercando a dinámicas de poder muy peligrosas, concluyó Elvira Cedillo.
Las diferencias políticas -de igual manera que pasó con periodistas y medios de comunicación- se convierten en un problema identitario, donde no se está considerando que cada señalamiento, cada palabra pronunciada por el mandatario tiene el potencial de movilizar recursos y masas a favor o en contra de lo que la máxima autoridad mexicana dicte.
