Con toda la comunicación del gobierno federal girando en torno a la figura presidencial, la transparencia en México corre riesgo, advirtió la organización Artículo 19 en su estudio “Distorsión: discurso contra realidad”.
El documento analiza las tendencias del gobierno y los desafíos de la transparencia. El especialista Carlos Dorantes, de esa misma organización, nos explicó que han observado que las prácticas de opacidad en este gobierno no han cambiado en comparación con administraciones anteriores.
“Este gobierno ha priorizado la comunicación social y compartir información a través de este tipo de espacios (la conferencia matutina de AMLO). Y el problema que hemos identificado es que esos espacios muchas veces difunden desinformación”, nos dijo.
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“Una tendencia importante que identificamos es la concentración de la información, que a su vez va acompañada de la clausura de otros mecanismos de acceso a información tradicionales como las solicitudes de información pública y las obligaciones de transparencia”.
De acuerdo con Dorantes, las conferencias matutinas del presidente son un espacio en el que se entrega información que ha generado incluso más solicitudes de transparencia. Sin embargo, irremediablemente no se resuelven, pues muchas de las afirmaciones de AMLO no están basadas en hechos.
El truco para evitar rendir cuentas
El estudio de Artículo 19 detectó que esta administración ha usado con exceso los recursos de declaratoria de incompetencia y declaratoria de inexistencia para reservar información.
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“La tendencia a responder con una declaración de notoria incompetencia a las solicitudes de acceso a información pública pasó de cero, en 2019, a 389, en 2020, por parte de la Oficina de la Presidencia y la Coordinación General de Comunicación Social. Es interesante observar que, por otro lado, las declaraciones de inexistencia de la información solicitada —tendencia identificada en nuestro informe de 2019— disminuyeron a cero, en 2020”, indica.
Sin embargo, desde otras dependencias la respuesta común para no cumplir las obligaciones de transparencia es la inexistencia de datos, como nos ocurrió al preguntar sobre los kioskos migratorios.
Para Dorantes, en el caso particular de Presidencia, los argumentos para no responder adecuadamente son consecuencia de las afirmaciones no sustentadas del mandatario, pues hace que periodistas, investigadores y ciudadanos pidan información que nunca obtendrán, ya que no existe.
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El experto recordó que en 2020 la organización Verificado realizó un ejercicio en el que identificó que alrededor del 40% de las afirmaciones verificables de López Obrador son engañosas.
Un año después, en el primer bimestre de 2021, Verificado encontró que 42% de las afirmaciones de AMLO fueron engañosas o falsas.
Con las conferencias matutinas y la concentración de la información en ese espacio se han eliminado otros espacios de diálogo e instituciones que podían interactuar con la ciudadanía.
Los otros datos de Presidencia
Para ejemplificar la información falsa que se difunde en la conferencia matutina, la organización Artículo 19 pone como ejemplo el caso del hallazgo de unas fosas clandestinas en Guanajuato.
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El 26 de febrero de 2020, en “la mañanera”, López Obrador afirmó que 60% de las personas que pierden la vida diariamente en enfrentamientos están bajo los efectos de drogas o de alcohol.
La noticia fue ampliamente difundida por medios de comunicación, aunque la afirmación del presidente resultó ser falsa.
Para corroborarla, Artículo 19 ingresó solicitudes de Transparencia al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a la Secretaría de Salud y a la Fiscalía General de la República.
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Todas se declararon incompetentes para dar una respuesta.
“A la solicitud del sustento documental que avalara los dichos del presidente, se contestó con la versión estenográfica de esos mismos dichos y el enlace al video de dicha conferencia. A la fecha, no se cuenta con la información solicitada a Presidencia un año atrás, en febrero de 2020, a pesar de mediar una resolución del organismo garante del derecho a la información”, señaló Artículo 19.
Pero no solamente esa organización ha sufrido la falta de respuestas y transparencia. En Cuestione también lo hemos experimentado en múltiples ocasiones, como lo explicamos en esta editorial.
Clausura de otras fuentes de información
Al explicar la dinámica de las conferencias matutinas, Carlos Dorantes nos comentó que en la administración de López Obrador el presidente es la única fuente de información.
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La concentración y control de la agenda y de la información tienen efectos nocivos para la libertad de expresión, el derecho a la información, la pluralidad y la vida democrática en general.
“En términos de gobierno abierto, se pudo observar una clara tendencia a no publicar bases de datos en formatos abiertos ni documentos o informes que permitan dar sustento a los dichos expresados en conferencias de prensa o evaluar los impactos de las políticas públicas implementadas”, señaló Artículo 19.
En enero pasado el desprecio al sistema de Transparencia se hizo explícita con el amago para desaparecer al INAI e incorporarlo a Función Pública.
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La sola mención, nos dijo Dorantes, representó un golpe contra la institución encargada de obligar al gobierno a transparentar sus acciones.
“Tenemos que revisar todos estos aparatos administrativos, su función, para que no haya duplicidad, porque necesitamos ahorrar, ser eficientes… Tengo una reunión de gabinete el lunes y voy a presentarles la propuesta para que cada secretaría elabore un plan y ya que tengamos todo, podamos presentar las reformas legales (para asumir las funciones de los autónomos)”, dijo López Obrador en su conferencia del 7 de enero de 2021.
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“Imagínense, ¿cuánto nos ahorramos en renta de oficinas, en viáticos, en gastos superfluos? El mismo Instituto de Transparencia cuesta 1,000 millones de pesos, ¿no puede la Secretaría de la Función Pública hacerse cargo de eso?”.
Para Dorantes en el Ejecutivo hay un desdén por los organismos autónomos en general y los organismos de defensa de derechos humanos también.
Aun cuando no ha habido una medida formal en contra del INAI, sí se ha colocado en el espacio público el discurso de ataque, consideró.
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“Definitivamente son instituciones necesarias, sobre todo viendo que se necesitan contrapesos y otras herramientas para conocer cómo se está ejerciendo este la gestión pública”, nos compartió el experto.
¿Se abrirá este gobierno a la transparencia o continuará con la opacidad?
