Ernestina se ríe mientras ve el video que le mostramos de Andrés Manuel López Obrador cuando el presidente dice que “no hubo acarreados” en la marcha del 18 de marzo por el 85 Aniversario de la Expropiación Petrolera. “¿Y los camiones y los desayunos? Aquí, en Ecatepec, pusieron combis para llevar y traer a la gente”, nos platicó.
La mujer de 77 años que es pensionada del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) nos contó que una semana antes de la marcha, tocaron a su puerta dos mujeres que dijeron ser de Morena para invitarla al Zócalo. “Vaya para que no le quiten su pensión”, le mencionaron.
“Esto yo lo viví como trabajadora en los gobiernos de José López Portillo, Miguel de la Madrid y Carlos Salinas. Este presidente Obrador está haciendo lo mismo aunque lo niegue, hay mucha gente que lo sigue, pero también bastantes acarreados en las marchas”, dijo.
Te puede interesar: Del acarreo al espionaje: 5 momentos en los que Morena se comportó como el viejo PRI
Desde un día de salario hasta descansos
Ernestina trabajó en el sanatorio para empleados de la Secretaría de Hacienda, que actualmente conocemos como el Hospital General Tacuba ISSSTE. Ella nos compartió que cuando se necesitaba “ir a la bola”, los jefes de área “agarraban a un grupo y los citaban una hora antes” para llevarlos a la Cámara de Diputados. “Esto era con De la Madrid”.
Cuando el sanatorio pasó al control del ISSSTE, en 1982, “estaba Miguel de la Madrid, ahí hubo varias marchas a las que asistí para apoyar al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Los del sindicato nos decían que la orden venía de arriba, así que nadie se negaba”. Ernestina mencionó que como gratificación “en la nómina aparecía como horas extra”, además “nos daban un día adicional de descanso”.
Durante los periodos de elecciones era común por parte del PRI “la entrega de gorras, desayunos, algunos lápices, gomas, cuadernos, que la verdad pocas veces recogí porque no me gustaban”. Y para que nadie dejara de votar, “ponían casillas especiales” en el hospital en las elecciones.
Si no son acarreados, ¿qué son?
La forma de operar que usaban los priistas es “muy parecida a la de López Obrador”, consideró la entrevistada. “Si esta gente a la que llevan y traen, les dan playeras, desayunos y hasta dinero, no son acarreados, ¿qué son entonces?”.
Para esta pensionada “es un descaro” la forma en que presionan a las personas. “Te dicen que gracias al Presidente tenemos la pensión, como si él diera el dinero de su bolsa; que debemos agradecerle por las vacunas; por las becas; que si no lo apoyamos, todo eso va a desaparecer”.
“Muchos operadores políticos de Morena replican las prácticas priistas, precisamente aquello que critican, lo reproducen”, nos dijo Felipe Gaytán Alcalá, investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de La Salle. “Hacen uso de los programas sociales, le dicen a la gente que los perderán para que vayan a las manifestaciones”.
Morena con una ADN priista
Para el especialista, “los operadores de Morena tienen esa carga de ese ADN priista”, donde “no se guardan las formas, ya que lo mismo se moviliza a los funcionarios, los diputados, sueltan dinero público, del partido y no hay una diferencia entre quién está convocando y quién no”.
El coordinador de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier, aceptó que varias diputadas y diputados del partido pagaron el traslado en camiones de “compañeros” que asistieron a lo que llamaron el mitin por la “Defensa de la soberanía” al que convocó AMLO”.
Gaytán Alcalá nos explicó que “el presidente López Obrador está convencido que su figura es la que convoca, pero vive en una burbuja creyendo que sólo con su popularidad y que esté bien calificado, la gente se moviliza y se mueve la tierra”.
El priismo del toma a cambio de…
“Lo de Morena y López Obrador con sus programas sociales no es diferente a lo que hacía el PRI con el tema de Solidaridad de Carlos Salinas de Gortari, o el programa Oportunidades que hacía Ernesto Zedillo o lo que hacía José López Portillo en su momento con todos los subsidios y apoyos que daban”, mencionó el académico de La Salle.
El analista expusó que Morena asegura que lo realizado en su momento por el priismo, el llamado neoliberalismo y los conservadores es “un delito electoral”, pero da la casualidad que cuando el partido fundado por López Obrador lo hace, entonces “les vale la ley y se escudan en la justicia del pueblo como si fuera una especie de juez supremo para poder justificar sus actos”.
Quizá quieras leer: Prueba de fuego para la oposición a partir del lunes cuando inicien las campañas en Coahuila y el Estado de México
Geografía del acarreo
Felipe Gaytán Alcalá nos explicó que se puede bien hacer un mapa o geografía del acarreo. Primero “tenemos los que van por propia voluntad y que en realidad no podrían llamarle acarreo porque son militantes convencidos y el partido les da la logística”. Y aunque es militancia convencida siempre esperan recibir algo a cambio, un favor, despensas, etcétera.
El segundo punto tiene que ver con el acarreo básico, “que es cuando movilizan a la gente beneficiaria de programas sociales, porque ellos no son militantes, ni son de alguna manera convencidos que ni conocen muchas veces la causa de la manifestación o de la protesta, pero van por miedo a perder los beneficios que tienen y entonces este pragmatismo se convierte en una cuestión de miedo”.
Y el tercer punto “es el sector de los funcionarios u operadores del gobierno que terminan siendo acarreados para no perder su puesto o ganar algunos ascensos o beneficios dentro del gobierno”.
Entonces tenemos esos tres grandes bloques, “que son los militantes, el acarreo en las protestas de cualquier partido político y en el caso de Morena se hace más enfático, porque se notan los recursos públicos, se nota el acarreo y se nota la amenaza de perder los programas sociales”, finalizó el especialista.
