Tres años y el uso de la marihuana medicinal sigue sin lineamientos en México

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A más de tres años de que se aprobara el uso de la marihuana medicinal en México, no hay un reglamento que permita su consumo legal. Pacientes y familiares son las personas más afectadas. Y tanto ellas, como las empresas que la proveen, están en la ilegalidad. 

Una mezcla de extractos de la marihuana llegó a cambiarle la vida a Diego. Su salud mejoró y su familia dejó de desmoronarse. Los beneficios de la marihuana medicinal “vinieron a salvar la integración familiar, nos unió”, nos confesó Janeliy López, mamá de Diego.

Janeliy y su familia dejaron de gastar 40 mil pesos al mes. La fórmula de cannabis –que incluye CBD o cannabidiol y THC o tetrahidrocannabinol– hecha particularmente para Diego, hizo que el pequeño dejara de tomar siete medicamentos.

Sin embargo, el hijo de Janeliy y otros niños y niñas, e incluso personas adultas que lo requieren, no tienen acceso a la marihuana medicinal de forma eficaz, segura, vigilada ni legal. Aún cuando desde 2017 se aprobó una reforma a la Ley General de Salud que despenalizó el uso medicinal de la planta en México.

¿Por qué? Resulta que la presidencia de la República no ha aprobado los lineamientos y en el Diario Oficial de la Federación se señala que “la siembra, cultivo o cosecha de plantas de marihuana no será punible cuando estas actividades se lleven a cabo con fines médicos y científicos en los términos y condiciones de la autorización que para tal efecto emita el Ejecutivo Federal”.

¿Qué pasó con los lineamientos de 2018?

La Cámara de Diputados aprobó el uso de la cannabis medicinal el 28 de abril de 2017. Dos meses después entró en vigor la reforma.

La Secretaria de Salud tenía 180 días para armonizar reglamentos y normatividad para el uso terapéutico. El plazo se venció. La asociación civil México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) interpuso amparos por la omisión.

Cofepris publicó unos lineamientos en su página de internet en materia de control sanitario de la cannabis y sus derivados en octubre de 2018. “Pero no se publicaron en el Diario Oficial de la Federación (DOF), así que no eran ni aplicables, ni obligatorios, ni vigentes”, nos dijo Julio Salazar, abogado senior de MUCD.

Semanas después, Cofepris anunció que siete empresas tenían permiso para comercializar distintos productos derivados de la cannabis: 21 suplementos, nueve cosméticos, seis alimentos y dos como materias prima. Ningún medicamento. Nada para los pacientes.

En marzo de 2019 se reconocieron las irregularidades. La Cofepris revocó los lineamientos y la revisión de las licencias. “Aunque en el mundo jurídico nunca existieron. No necesitaban revocarse”, declaró Salazar en entrevista con Cuestione

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¿Falta de voluntad política? 

El 14 de agosto de 2019, Carlos Avilés (un paciente con espasmos y retraso de desarrollo) ganó un amparo con el que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó que se emitiera el reglamento en un plazo de 180 días.

El 27 de julio de 2020, la Secretaría de Salud presentó un nuevo proyecto de reglamento. Se estableció el 9 de septiembre como nueva fecha límite para emitir los lineamientos debido, supuestamente, a la suspensión de plazos judiciales por la contingencia sanitaria.

Ya estamos a finales de octubre y el reglamento sigue sin publicarse. El asunto está en “la cancha” del Consejero Jurídico del Ejecutivo Federal, Julio Scherer Ibarra.

¿Qué hace falta?

Una de las dos razones por las que, supuestamente, no se ha publicado el reglamento es porque “el anteproyecto (de los lineamientos) no fue presentado con los documentos que al efecto dispone el artículo 20 de los Lineamientos para la Elaboración y revisión de los Reglamentos que expida el presidente”, se lee en la respuesta a la carta que Janeliy López dirigió a Julio Scherer

El 14 de septiembre, la madre de Diego le solicitó al Consejero Jurídico del Ejecutivo Federal, a través de un escrito, no frenar más la publicación del reglamento y que presentara un informe del por qué no se ha expedido el reglamento derivado de la reforma del 19 de junio de 2017.  

En la contestación a la solicitud –que también firmaron seis asociaciones civiles, 11 empresas y siete individuos– también respondieron, como segunda razón, que:

El 21 de septiembre de 2020, el juez Decimoquinto de Distrito en Materia Administrativa en la CDMX dictó un decreto en el juicio de amparo indirecto 575/2018 en el que concedió un plazo de 70 días […] para armonizar los reglamentos y la normatividad en el uso terapéutico de la cannabis y sus derivados”. 

Aún hay fallas 

Aún cuando se autorizara, el proyecto de reglamento de cannabis medicinal tiene algunos problemas, de acuerdo con el MUCD:

La ilegalidad los pone en peligro

La falta de lineamientos expone a las y los familiares a “suministrar (a sus pacientes) derivados de cannabis carentes de investigación científica”.

Janeliy nos cuenta que la primera vez que tuvo acercamiento con una persona que la contactó por redes sociales la citaron en una pulquería, muy a escondidas. Ahí descubrió que no era la única madre desesperada por probar una alternativa que mejorara la vida de su hijo. Ella se expuso sin pensarlo.

El gotero que le vendieron no le sirvió mucho a Diego. “Le provocó taquicardias y se ponían sus ojitos rojos”. Una doctora colombiana le dijo que debía suspenderlo porque tenía mucho THC (compuesto de la cannabis que causa psicoactividad). Diego necesitaba algo más balanceado.

Luego, en lugar de comprar algo que no sabía qué contenía, optó por aprender a cultivar y obtener los extractos de la planta en la organización Mamá Cultiva, al igual que las 100 mujeres que aprenden cada año. Todas con la misma intención, darle una mejor calidad de vida a sus hijas e hijos que sufren de algún padecimiento como cáncer, fibromialgia, esclerosis múltiple, diabetes, epilepsia, entre otros.

Uno de los problemas de adquirirlo con algún dealer (quien les vende el medicamento con extractos de Cannabis) es que no sabes qué te está vendiendo, ni la calidad y puede cambiar con el tiempo. Así que nada te asegura que el tratamiento que un día le funcionó a tu paciente, sea siempre el mismo, nos explicó Janeliy.

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El caso de Diego

Jane, como le dicen de cariño, llevó a su hijo al Hospital Pediátrico Coyoacán a una consulta de vacunación. Ahí, “Diego fue víctima de una negligencia médica y un mal tratamiento a los seis días de nacido”, dijo en entrevista con Cuestione.

A Diego le diagnosticaron Síndrome de Lenox Gastaut a los dos años de edad. Eso significa que Diego tenía ataques epilépticos de difícil manejo. Llegaba a tener entre 100 y 150 convulsiones al día. Pero si Diego tenía una infección, los ataques eran más graves. Lo llevaban a urgencias para estabilizarlo.

En 2016, Diego comenzó a ser tratado con un aceite que contiene una combinación de extractos de la cannabis. Desde entonces, el pequeño, de ahora ocho años, tiene controladas las crisis de epilepsia al 70%

“Hoy Diego no habla y no camina porque el daño que tiene es muy severo, pero ya se ríe, ya podemos tener perro y Diego no se enferma tanto. Además, solo ha tenido ocho crisis de menos de un minuto”, nos dice Jane. 

La mejoría de Diego ha valido la pena de estar en la “ilegalidad” pues permite que Jane tenga una buena relación con su esposo y que su hija de 15 años haya regresado a vivir con ellos. 

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Una buena noticia 

El 22 de octubre, el MUCD ganó un amparo con el que se obliga a Cofepris a emitir un permiso de uso personal con fines médicos a un paciente que requiere tratamiento con cannabis. Sí, a pesar de la falta del reglamento. 

Con ello se reconoce la posibilidad de que quien lo requiera solicite un permiso de uso personal de cannabis con fines médicos. Y se autoriza la siembra, el cultivo y la cosecha de la planta, sin limitar el acceso a la importación de productos extranjeros, se apunta en el comunicado de MUCD

Es decir, que “no tendrían que pagar permisos de importación de tipo empresarial que cuestan alrededor de 300 mil pesos (lo que es incosteable). Se tiene que facilitar la importación a pesar de que no haya aún regulación”, señaló Julio Salazar. 

Pero al ser un caso particular, el beneficio no puede aplicarse a todos los pacientes. “Se necesitan cinco casos similares, ganados, para que se genere jurisprudencia. Es decir, que sea aplicable para cualquiera que lo necesite”, aclaró Salazar

Así que mientras el Consejero Jurídico de presidencia no autorice los términos y condiciones en los que se puede hacer uso y comercio de la marihuana medicinal, a pacientes, como Diego, se les seguirá negando su derecho a la salud. Ellos y sus familias continuarán arriesgándose ante la ley y ante quienes les proporcionan el medicamento.


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