Seis meses después de ser voluntaria de CanSino: sin vacuna y con dudas sobre su efectividad

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Ya pasaron seis meses desde que me convertí en una de las más de 14,425 voluntarias en México que participaron en el estudio de la vacuna china de CanSino Biologics. Pero hasta hoy, mis dudas continúan sin respuestas.

Todavía no sé si lo que me inyectaron el siete de diciembre pasado fue la vacuna de CanSino o sólo un placebo (una sustancia que tiene algunos componentes de la proteína del Sars-CoV-2, pero que no tiene el efecto inmune de la vacuna). 

El doctor Guillermo M. Ruiz-Palacios y Santos, a cargo de la investigación de la vacuna china en México, me aseguró que entre abril y mayo las y los voluntarios ya sabríamos si habíamos recibido la vacuna o el placebo. En caso de haber recibido el placebo, por ser conejillo de indias, tendría el privilegio de ser de las primeras en ser inmunizada por CanSino en cuanto sus vacunas aterrizaran en México.

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Cuando he intentado saber qué pasa con mi proceso, el personal del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), a cargo de la investigación de la vacuna CanSino en Ciudad de México, me dice que el laboratorio todavía no logra concretar la cita de todas las personas voluntarias y están a la espera de los últimos resultados. Sin embargo, esta misma vacuna ya fue aplicada a miles de profesores en mayo.

La vacuna CanSino presenta una reducción en su efectividad después de seis meses, por lo que se necesita reforzar con una segunda dosis y no funciona tan bien con una sola, como se había dicho desde el principio. Esto, según nos comunicó el 6 de mayo el Instituto Nacional de Nutrición, el cual coordina el ensayo clínico de la vacuna china en México.

Carta enviada a las personas voluntarias de la vacuna el 6 de mayo de 2021.

Los resultados de la fase tres de esta vacuna despejarían las dudas. Pero hasta hoy no han sido publicados por CanSino en ningún país. A pesar de que el canciller Marcelo Ebrard había asegurado que en la primera semana de febrero se darían a conocer, pero ese día tampoco llegó. 

El propio Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, dijo en agosto del año pasado que no se puede empezar a utilizar una vacuna que no haya terminado satisfactoriamente los estudios de fase III. “No se puede, no se debe por razones éticas, de bioseguridad, y esto en todos los países es un estándar ético, de práctica, de seguridad, etcétera”.

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Aprobación exprés

López-Gatell anunció en conferencia el 10 de febrero de este año que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) había aprobado el uso de emergencia de esta vacuna. Un día después, ya estaban aterrizando dos millones de dosis:

Ese mismo día, López-Gatell se reunió por la mañana con las personas integrantes de la Academia Nacional de Medicina de México para informarles sobre la eficacia de las vacunas que ya habían sido aprobadas en nuestro país.

La vacuna CanSino se había aprobado en México con datos pendientes sobre la efectividad en casos graves y ante nuevas variantes, de acuerdo con la misma diapositiva que presentó López-Gatell y con un límite inferior de confianza de 5%, muy por debajo del mínimo que requiere la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 30%, como documentó también la periodista Penniley Ramírez en Univisión.

Esperábamos que todas esas dudas las resolviera el doctor Guillermo M. Ruiz-Palacios y Santos y el 19 abril de este año recibimos un correo de él, diciéndonos que a finales de abril se daría a conocer el análisis de eficacia y seguridad de la vacuna y que pronto seríamos vacunadas las personas voluntarias. ¡No se desesperen, ya falta poco pero no dejen de cuidarse!, nos dijo.

Me sentí tranquila porque eso significaría que iba a ser vacunada casi al mismo tiempo que mis papás (mayores de 50 años). Pero hasta hoy ese día no ha llegado. Ahora sé que no será una, sino dos dosis.

En Acapulco, por ejemplo, unas 20 personas voluntarias de CanSino pidieron conocer el resultado de su estudio para saber si habían tenido el placebo o la vacuna, pues querían saber si podían aplicarse la dosis que ya estaban poniendo a través del Plan Nacional de Vacunación.

El Centro de Investigación Clínica del Pacífico en Acapulco –a cargo la investigación de CanSino en Guerrero– informó que el 5% de esas personas tenían el placebo, pero al darles sus resultados fueron expulsados del protocolo de CanSino y con eso perdieron la posibilidad de tener atención médica por los posibles efectos de la vacuna (en caso de sí tenerla).

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Falta de transparencia genera dudas

Solicité una entrevista con el doctor Guillermo M. Ruiz-Palacios a través de la Secretaría de Salud, pero señalaron que la persona autorizada para dar cualquier información al respecto era solo López-Gatell.

“El intervalo de confianza deja a la vacuna muy mal parada en cuanto a eficacia. Los reportes de la necesidad de una segunda dosis en seis meses tampoco son muy alentadores. No sé si hicieron una compra adelantada y decidieron aplicarla con los resultados preliminares. ¿Qué resultados utilizó Cofepris para aprobarla de emergencia? Hasta hoy, ni la OMS la tiene en su lista”, me dice Rosa María del Ángel, investigadora en Infectómica y Patogénesis Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

“Realmente no lo entiendo. El gobierno debió haber esperado antes de vacunar al personal educativo. Me sorprende mucho que CanSino no haya aún publicado sus resultados. Es un estudio que se realizó a finales del año pasado. En teoría, en enero hicieron los primeros reportes de eficacia, pero no hay ninguna publicación científica al respecto”, dice la experta. 

“Si realmente quieren tener a una sociedad más tranquila y vacunada deberían ser más transparentes con la información, porque si no están siendo transparentes se presta a suspicacias”, me dice la doctora Rosa María.

La última esperanza

Hace unos días marqué al Instituto. Quien me atendió del otro lado del teléfono fue la doctora Cristal Juárez Cortez y me aseguró que en las próximas semanas me contactarán para agendar la cita de mi vacuna. ¡Por fin! 

La mala noticia es que el laboratorio CanSino no abrirá el resultado del ensayo clínico para decirme si recibí la vacuna o el placebo, y si lo solicito me expulsarán de la prueba y me quedaré sin vacuna, según me advirtió la doctora.

Ahora sólo me queda esperar a que CanSino por fin libere las vacunas para las personas voluntarias e informe sobre la efectividad de su vacuna con la que ya fueron vacunados cientos de profesores y profesoras que ya regresaron a las aulas.



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