Aún no está claro cómo se gastarán los recursos para la vacuna de la COVID-19

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El 2 de diciembre, el gobierno federal dio a conocer que se había concretado la compra de la vacuna contra la COVID-19, fabricada por Pfizer, con lo cual daba inicio la Política Nacional de Vacunación que busca aplicar 200 millones de dosis entre diciembre de este año y marzo de 2022.

A pesar del optimismo que estos anuncios pueden generar en las personas, el éxito o fracaso de la aplicación de las millones de vacunas depende no solo de la organización y coordinación del gobierno actual, sino de algo más elemental: de los recursos que tú, y todas y todos los mexicanos aportan y que conforman el presupuesto público del gobierno.

Y es que, a pesar de las conferencias diarias, los comunicados oficiales y los tuits o publicaciones en redes sociales por parte de las autoridades, aún no queda del todo claro cuánto dinero exactamente se va a destinar para la compra y aplicación de la vacuna, ni a través de qué fuentes o programas presupuestarios se ejercerán dichos recursos.

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En días pasados se publicó en el Diario Oficial de la Federación el plan de gasto del gobierno para 2021, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Sin embargo, la información incluida ahí es muy general y no da detalles específicos de una partida o programa presupuestario destinado exclusivamente a la atención de la COVID-19.

Incluso, diputados opositores a Morena denunciaron desde el 11 de noviembre, día en que se aprobó el PEF 2021, que en el documento no existía una partida específica para asegurar “el acceso universal y gratuito a la cura contra el COVID”.

Ante la incertidumbre, platicamos con Judith Senyacen Méndez, coordinadora del área de Salud y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), quien nos explicó posibles partidas a través de las que podrían gastarse los recursos.

Sin embargo, la especialista recalcó que solamente son suposiciones pues, con la información disponible a la fecha, no se puede obtener una respuesta concreta. Por lo tanto, la única fuente de información proviene de lo que dicen las autoridades.

Los programas que podrían utilizarse para la vacunación contra la COVID-19

Y es que, como también nos confirmó la especialista del CIEP, en el PPEF 2021 se presentó un recorte de siete millones (-0.3%) respecto a 2019, tomando en cuenta la inflación, lo que indica que los 100,000 millones de pesos que el presidente aseguró que tenía el gobierno para comprar la vacuna no se etiquetaron a través de este programa.

Judith Méndez explicó que en 2009, durante la pandemia por influenza A(H1N1), el gobierno utilizó el programa de Vigilancia Epidemiológica para etiquetar una parte importante de los recursos que destinó para la atención de esta enfermedad.

Dicho programa tiene como objetivo atender “enfermedades emergentes y urgencias epidemiológicas”, justo como la COVID-19. Pero nuevamente los datos no parecen indicar que las autoridades hayan decidido utilizarlo.

Mientras que en 2009 el gobierno etiquetó 1,354 millones de pesos a través de este programa -de los 2,537 millones de pesos que tenía autorizados para atender la A(H1N1)-, en 2021 el presupuesto proyectado es de tan solo 549 millones 778,637. Es decir, 2.5 veces menos que lo presupuestado hace más de una década.

Entonces, ¿de dónde dice el gobierno que vendrán los recursos?

Judith Méndez explica que tanto el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, como las autoridades de la secretaría de Salud han comentado que la fuente de los recursos será el Fondo de Salud para el Bienestar -previamente conocido como Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos-. 

Este fondo fue utilizado también en 2009 para complementar la atención contra la influenza A(H1N1). Sin embargo, en la actual administración también se utilizaron 40,000 millones de pesos para la conformación del INSABI.

Tomando en cuenta ese gasto, la disponibilidad del Fondo en el primer semestre de 2020 es de solamente 57,108 millones de pesos, por lo que aún no queda claro de dónde vendrán el resto de recursos que considera el presidente para la vacuna.

Para poder tener certeza sobre cómo quedarán programados los recursos públicos no nos queda más que esperar hasta enero para que Hacienda publique la base de datos desagregada del PEF 2021, o bien, que las autoridades hagan público algún documento o plan que especifique la fuente y el calendario con el que se gastarán los recursos.

Otro ejemplo más de la falta de compromiso de este gobierno con la transparencia en el uso de recursos que son de todas y todos.

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