Fake news y mala comunicación, detrás de la desconfianza a las vacunas

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Dos integrantes de la familia Sánchez se enfrentan al dilema de vacunarse o no hacerlo contra la COVID-19. Hortencia tiene dos semanas de haber superado el virus SARS-CoV-2 y desea recibir pronto una dosis; a Araceli de 70 años, con diabetes e hipertensión la domina el miedo. “Hace años sufrí una embolia cerebral, ¿y si mi cuerpo ya no aguanta?”, dice.

El pasado jueves dio inicio la Fase II del Plan de Vacunación contra el coronavirus. En esta etapa se prevé vacunar a adultos mayores de 60 años o más. De acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2020 son poco más de 15,000,000 de personas.

Hasta el 5 de febrero, la Secretaría de Salud registraba 164,290 muertes por la COVID-19 y 1,912,871 contagios. 

“Cuando lo de la influenza decían que con la vacuna no te volvería a dar y no es verdad; por eso no me la pongo. Ahora con esto del coronavirus, no le tengo fe a las vacunas”, señala Araceli.  

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¿Por qué hay personas que no quieren vacunarse? 

El Dr. Felipe Gaytán Alcalá, investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de La Salle, nos dijo que casos como el de Araceli responden a la falta de la llamada seguridad ontológica –confianza que tiene el ser humano en sí mismo–. 

“La pandemia quebró nuestra seguridad, es decir, el mundo se volvió incierto. Antes, te movías de manera segura; sabías que si te subías a un avión era muy poco probable que se fuera a caer. No necesitas saber de los sistemas aerodinámicos, ni de aeronáutica”, explicó el experto.

Gaytán Alcalá nos menciona que la producción tan rápida y masiva de una opción científica para inmunizar a la gente generó desconfianza en un sector reducido. “Es paradójico que en una sociedad informada generen tantas dudas” las vacunas aprobadas por organismos internacionales.

Fake news fortalece a los antivacunas

El investigador de La Salle considera que las fake news y la información mal procesada por las personas aumentan las suspicacias sobre las dosis de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik V, Moderna, CanSino y demás.

En septiembre de 2020, el portal Zenodo  sugirió que el virus SARS-CoV-2 era resultado de una modificación de laboratorio. 

Se llegó a manejar “que las empresas y las grandes farmacéuticas estaban haciendo una selección artificial para hacer rentable el capitalismo y el poder de las élites”, recordó Gaytán Alcalá. Surgieron ideas sobre “conspiraciones, incluso, que nos querían matar”, agregó. 

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Y también hay dudas sobre la eficacia de las vacunas. En Alemania, Bélgica y Francia se va aplicar la dosis de AstraZeneca a personas de entre 18 y 55 años. Sin embargo, este  5 de febrero, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido señaló que “sí es eficaz en ancianos”.

“Si van a aplicarles la vacuna a personas de más de 60 años, con todo lo que se difunde, no hay una información convincente sobre sus efectos. ¿Va a provocar fiebre, dolor? De ahí que los inseguros duden en aceptar la inmunización”, consideró el académico de La Salle.

“Cuando tomas una aspirina no lees todos los componentes químicos, te lo tomas porque sabes que funciona. Tiene que haber información en términos emocionales; ¿esto nos va a funcionar? ¿Esto nos va a sacar adelante?”, detalló el especialista.

Bajo este panorama toman fuerza los grupos antivacunas. Y las teorías erróneas como que nos “van a implantar chips, que las vacunas son dañinas para el organismo”, expone Gaytán Alcalá.

A esta desinformación contribuyen también “las declaraciones de figuras del espectáculo, que la gente cree que dicen la verdad, como Miguel Bosé; el vocalista de Zoé; Paty Navidad, que ya se volvió una caricatura de sí misma”, agrega.

Confianza en las vacunas

Luego de varios intentos, Hortencia se registró para vacunarse contra la COVID-19. “Es una opción para que por lo menos no sea tan agresivo el virus. Al final yo creo que nos toca ser los conejillos de indias. Algo que me da cierta seguridad es que un buen porcentaje de médicos ya se vacunó”.

Hortencia confía en que su tía Araceli acepte ser vacunada: “Lo importante es que ya se le registró. Ya le dije que confíe. Es como con la de la influenza, al principio muchos dudaban, pero ahora es difícil conseguirla. Yo la compro a través de un plan”.

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Gaytán Alcalá considera que para fortalecer la confianza en la información sobre el coronavirus y las vacunas, “el gobierno debe ser más coherente entre lo que dice y hace. Te dice que se va a vacunar a gente de primera línea de riesgo y de pronto que se les aplicarán a maestros de Campeche

“Informan que hay camas en hospitales y vemos que no hay… siempre hay una falla. Y el discurso es: ‘los del pasado no dejaron nada’. Sí, pero ¿tú qué estás haciendo? Siguen confiando en la figura del presidente, pero hay un malestar con lo que hace, no se están resolviendo cosas”, dijo el especialista.

La información precisa, nos dice el académico de La Salle, evitará ideas como las surgidas sobre la vacuna Sputnik V. “De broma decían que iban a empezar a hablar ruso, a tomar vodka e iban a adorar a Putin. Más allá de esta cuestión anecdótica, te habla de un miedo de algo que ni siquiera sabían qué era la vacuna”.

Las fake news y la  información mal procesada aumenta en la gente insegura el miedo a vacunarse… ¿El gobierno fortalecerá la campaña para generar confianza en las vacunas contra la COVID-19? 

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