Aumenta el número de niños y niñas sin vacunas contra enfermedades prevenibles

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Durante poco más de año y medio, las vacunas han sido el centro de la discusión pública a nivel mundial. A la fecha de hoy, la COVID-19 ha cobrado poco más de cinco millones de vidas en todo el mundo. Sin embargo, hay otras enfermedades transmisibles y letales, pero que también se pueden prevenir con vacunas. 

El tétanos, la polio y el sarampión son algunas de las enfermedades que afectan principalmente a niñas y niños a nivel mundial. Las vacunas han surgido como las principales soluciones para combatir la mortalidad infantil a causa de estas afectaciones.

Aún así, hay millones de niñas y niños que no tienen acceso a ellas, ya sea porque en México (y otros países)  simplemente no tienen la infraestructura o porque existe miedo (por parte de los padres) a los supuestos efectos de las vacunas. 

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Avances en México (y cosas por atender) 

En México, ha habido avances en la vacunación infantil y en la de la población en general. Por ejemplo, el Programa Nacional de Inmunización logró reducir la tasa de mortalidad infantil por cada mil niños de 55 a 14 entre 1979 y 2010. Sin embargo, México se enfrenta a un desabasto de vacunas actualmente.

De acuerdo con este reporte de Cero Desabasto, un colectivo de varias organizaciones de la sociedad civil dedicado a ampliar el acceso a la salud, el problema de la falta de vacunación en 2020 en el país tiene que ver, principalmente, con que el gobierno inhabilitó al único proveedor. 

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Aunque, para toda la población, hubo incrementos en la vacunación de SR doble y triple (sarampión, rubéola y paperas), también hubo reducciones en la aplicación de vacunas contra la tuberculosis y tétanos, enfermedades que afectan principalmente a niños entre uno y cinco años. 

Avances en el mundo 

En los últimos 20 años, se han inmunizado mediante vacunas a casi mil millones de niños en el mundo. Este logro ha sido posible por Alianza Gavi, una red de instituciones como la OMS, Banco Mundial, Unicef y organizaciones de la sociedad civil. 

Gracias a las campañas de vacunación que los miembros de Alianza Gavi han implementado en varios países, se estima que han prevenido la muerte de 15 millones de niños entre 2000 y 2020. 

Los avances no son menores, la tasa de mortalidad por cada 1,000 niños menores de cinco años pasó de 57 a 55 entre 2018 y 2019. 

Actualmente, ¿cómo siguen las campañas de vacunación? Recuperándose. En el último informe anual de Alianza Gavi, los y las expertas de la red del colectivo mencionan que 2020 fue un año especialmente complicado para las inmunizaciones de rutina por las medidas de distanciamiento; muchos centros de salud limitaron sus servicios. 

Debido a las medidas para prevenir el contagio del nuevo coronavirus, Alianza Gavi estima que, en el mundo, 80 millones de niñas y niños no pudieron vacunarse en 2020. Aún así, hubo otros 64 millones que sí. 

¿Por qué no todos los niños tienen las vacunas?

De acuerdo con Alianza Gavi, la red de organizaciones mundiales dedicadas a implementar programas de vacunas, la principal razón es porque varios países simplemente no cuentan con la infraestructura para hacerlo. 

Detrás de la falta de inmunización también hay pobreza extrema y falta de acceso a otros servicios como la educación, nutrición, agua limpia e higiene en general. 

Además, de acuerdo con información sobre el tema de la Unicef, estos países suelen tener un conflicto armado. La organización estima que, en promedio, cada año hay 20 millones de niños en el mundo que no se pueden vacunar exclusivamente por problemas de seguridad en su país o porque viven en lugares con un bajo desarrollo.  

¿Qué pasa con aquellos países que sí cuentan con la infraestructura adecuada? Este estudio publicado en la Revista de Pediatría Farmacológica y Terapéutica de Estados Unidos revela que suele ser por una falta de confianza por parte de los padres. Las razones son religiosas o porque consideran que no hay suficiente información médica sobre las vacunas.

Cada vez hay más cobertura de vacunas a nivel mundial. Aunque cada quién tiene la opción de tomar una decisión, lo cierto es que estas muertes no tendrían que suceder justamente porque son prevenibles.

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