No aparece en el Presupuesto 2021 el dinero para comprar vacunas contra la COVID-19

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La estrategia del gobierno federal para atender la pandemia por COVID-19 en 2021 es clara: aplicar la vacuna a 116.7 millones de personas en 18 meses

Para ello celebró convenios de compra con tres farmacéuticas (Pfizer, CanSino y AstraZeneca) y se adhirió al mecanismo de cooperación impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y 172 países para asegurar la distribución equitativa de la vacuna, conocido como COVAX.

Esto permitió que, entre el 24 de diciembre de 2020 y el seis de enero de este año, ya se hayan aplicado 107,250 dosis entre el personal médico y de enfermería del país, o sea, 8,250 diarias, en promedio. A pesar de ello, en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) no cuenta con una partida específica que diga cuánto dinero se va a destinar para comprarlas.

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Recientemente se publicó en el portal de Transparencia Presupuestaria la base de datos desagregada del documento que nos dice cómo planea gastar el gobierno en 2021 (PEF). Sin embargo, no existe ninguna etiqueta específica para la compra de esta vacuna.

Incluso el presupuesto del Programa de Vacunación, a cargo de la Secretaría de Salud, presenta una reducción de cuatro millones 886,233 pesos respecto a lo aprobado en 2020 -año en que ni siquiera se pensaba que habría una vacuna a la venta-, lo que representa una caída de -0.2% tomando en cuenta la inflación.

Que los recursos para este fin no tengan etiquetas permite que el gasto sea discrecional, y tengamos que confiar ciegamente, al menos hasta este momento, en los dichos de las distintas autoridades respecto al tema.

¿Y qué han dicho?

El presidente López Obrador anunció desde agosto del año pasado que el plan del gobierno contemplaba un gasto de hasta 100,000 millones de pesos para adquirir la vacuna, pero no explicó de dónde se tomarían los recursos.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, así como las autoridades de la Secretaría de Salud han declarado que la fuente de los recursos será el Fondo de Salud para el Bienestar -previamente conocido como Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos-.

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Para lograrlo, tanto la Cámara de diputados, como la de senadores -ambas con mayoría morenista- aprobaron que 33,000 millones de pesos de este Fondo se concentren en la Tesorería de la Federación para la atención de la pandemia y la compra de vacunas.

De esta forma, de los 63,000 millones que quedaban disponibles de esta bolsa -con la cual se financian 1,663 enfermedades de primer y segundo nivel, así como diversos padecimientos catastróficos de personas sin acceso a seguridad social y atención médica- el gobierno federal utilizará más de la mitad sin la certeza de que realmente terminen utilizándose para la compra de vacunas. Es decir, podría ser utilizado de forma discrecional.

Estos fueron los principales reclamos de las y los diputados y senadores de oposición, quienes acusaron que estos recursos podrían utilizarse para otros objetivos de la actual administración, dejando desamparados a millones de familias mexicanas.

Destinarán casi lo mismo a Sembrando Vida

Asumiendo que los 33,000 millones de pesos efectivamente se utilizaran para la compra de vacunas para la COVID-19 y que el gobierno cumplirá su meta de vacunar a casi 117 millones de personas, ponerle la vacuna a cada persona costaría alrededor de 283 pesos, y el beneficio para la sociedad sería muy significativo.

Sin embargo, destaca que para otros programas que son emblema de este gobierno, como Jóvenes Construyendo el Futuro o Sembrando Vida, destinen un monto similar a pesar de beneficiar a menos personas.

De acuerdo con el PEF, en 2021 destinarán casi 28,930 millones de pesos para Sembrando Vida, programa a cargo de la Secretaría de Bienestar que brinda apoyos económicos a productores del campo para rehabilitar terrenos deforestados o dañados a través de la siembra de alimentos y árboles maderables. 

Esto a pesar de que en noviembre de 2020 contaba con 420,256 beneficiarios.

Por su parte, el programa prioritario de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Jóvenes Construyendo el Futuro, recibirá este año 20,600 millones de pesos a pesar de que solo registra 386,449 beneficiarios.

¿Está en riesgo la transparencia?

Judith Senyacen Méndez, coordinadora del área de Salud y Finanzas Públicas del CIEP, nos explicó que desde el inicio de la pandemia el centro analizó las acciones implementadas por otros países relacionadas con el gasto público para la atención a la pandemia. 

Con ello detectaron que algunas economías implementaron sistemas de información públicos los cuales permiten dar seguimiento puntual del presupuesto ejercido para atender la crisis sanitaria. 

Pero advirtió que, a pesar de que formó parte de sus recomendaciones para las autoridades para promover la transparencia durante la crisis sanitaria, el gobierno no los tomó en cuenta.

Desde agosto del año pasado, Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana, también nos advirtió que acciones como la compra urgente de medicamentos sin licitaciones, así como la falta de claridad en la forma de gastar para atender la pandemia, “podría significar una caída dramática en la transparencia de las contrataciones para el sector salud”.

¿Explicará mejor el gobierno el manejo de estos recursos?

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