¿Por qué el caso de Victoria Salazar es un ejemplo del mal uso del concepto de feminicidio?

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En el caso del asesinato de Victoria Salazar, el 27 de marzo en el estado de Quintana Roo, no se acreditan los requisitos jurídicos para clasificarlo como feminicidio. Así lo explicó Melissa Ayala, abogada especializada en violencia de género y derechos sexuales en el blog Prevención y Castigo de la revista Nexos

Con base en lo establecido en el artículo 89 BIS del Código Penal del estado de Quintana Roo, el crimen cometido en contra de Victoria califica como homicidio. Las características del delito de feminicidio, que son descritas en ocho fracciones de dicho artículo, no concuerdan con lo ocurrido en Tulum, de acuerdo con lo expuesto por Ayala. 

“Los cuatro policías implicados en el asesinato fueron vinculados a proceso por el delito de feminicidio pero, ¿estamos en efecto ante un caso de feminicidio?”, se cuestiona en la publicación. 

Para saber más: Tulum, el infierno feminicida donde policías municipales asesinaron a Victoria Salazar

Como lo documentamos en esta nota, Victoria Esperanza Salazar Arraiza tenía 36 años. Era una migrante salvadoreña que se encontraba en México con visa humanitaria junto a sus dos hijas menores de edad -15 y 16 años, respectivamente-, y que el sábado 27 de marzo fue asesinada por cuatro elementos de la policía municipal de Tulum, Quintana Roo

El artículo describe que conforme al Código Penal del estado, comete delito de feminicidio el que dolosamente, -es decir, con voluntad-, prive de la vida a una mujer por razones de género. 

Para acreditar la figura de feminicidio, deben de existir los siguientes supuestos: que existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima; que el cuerpo de la víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo.

También podría acreditarse en el caso de que a la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes (ofensivas) o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia. Que existan antecedentes o datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso u hostigamiento sexual o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima. 

Que el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público; que el asesino haya obligado a la víctima a ejercer prostitución, o haya ejercido actos de trata de personas en agravio de la víctima; que haya existido entre el asesino y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.

Finalmente, el Código Penal de Quintana Roo explica que será tipificado el delito de feminicidio en el caso de que la víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida. 

“El asesinato de Victoria se dio en el marco de una detención por parte de la policía y no se actualiza ninguno de los supuestos previamente mencionados”, afirma Melissa Ayala.

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El comentario de la experta está lejos de desacreditar la violencia ejercida en contra de Victoria, al contrario, confirma que el uso de la fuerza policiaca fue desproporcionado, ya que la autopsia reveló que hubo una fractura en una de las vértebras de su cuello, provocándole la muerte.

“Sin embargo, no parece que la intención de la y los agentes fuera matarla. Si bien el género atravesó su detención, las razones de su asesinato no encuadran en lo que el código penal local señala como razones de género”, detalla la abogada del ITAM.

El caso se debe de investigar con perspectiva de género, pero Melissa Ayala explica que esto no equivale a clasificar el asesinato como un feminicidio.

La experta explica que durante la investigación de este tipo de casos, se deben de identificar las conductas que causaron la muerte, así como verificar la presencia o ausencia de motivos o razones de género que originan o explican la muerte violenta. 

Ayala también argumenta que la solución para evitar este tipo de casos es discutir las condiciones precarias en las que se encuentran las policías. Como lo explicamos en esta nota, la degradación y el abandono que tienen las policías locales en distintos estados del país, es un caldo de cultivo para más abusos de autoridades y violaciones a los derechos humanos. 

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Al igual que explicamos en esta nota, la columnista de Nexos concluye que sería iluso solo culpar a los policías de asesinatos como el de Victoria Salazar, y explicó que es necesario trabajar en una solución integral que incluya los protocolos con los que las fuerzas policiales son capacitadas, sus salarios y la escasez de recursos con la que operan diariamente. 

¿Podrá la presente administración tener una discusión de este nivel?

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