Por Omar González y Shelma Cerrillo
2020 pasará a la historia por registrar la peor crisis sanitaria y económica en décadas, la cual tuvo su origen por la COVID-19. Pero, en el caso de México, también será histórico por alcanzar el nivel de violencia más alto desde que se lleva registro. Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran que en septiembre hubo 2,807 víctimas de homicidio doloso, de las cuales 78 fueron catalogados como feminicidios -asesinatos por cuestiones de género-.
A pesar de ser el menor registro mensual en lo que va del año, la suma acumulada de víctimas en 2020 es de 26,955 decesos. El número más alto hasta la fecha.
Pero incluso, considerando los cambios que tiene la población mexicana año con año -con el uso de tasas de homicidio por cada 100 mil habitantes-, el fenómeno de la violencia se encuentra en su punto más crítico desde que se lleva registro.La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes (20.53), se colocó este año en el nivel más alto desde que el SESNSP recopila las carpetas de investigación iniciadas por las fiscalías estatales. Mientras tanto, la tasa de feminicidios es ligeramente menor a la registrada en el mismo periodo del año pasado.
Por ese motivo, y con la reciente conformación de la Alianza Federalista -que cuenta con la participación de 12 gobernadores que buscan ser un contrapeso al centralismo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador– decidimos comparar cómo ha evolucionado la violencia en esas entidades contra lo observado en las gobernadas por morenistas.
Pero no solo consideramos la ocurrencia de delitos, sino que aprovechamos la publicación más reciente de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) -la cual presenta resultados al tercer trimestre de este año- para también incluir la percepción de inseguridad de la población de zonas urbanas así como la confianza en las autoridades.
Spoiler alert: en estados con gobiernos morenistas hay una percepción más alta de inseguridad pública, mientras que los 12 gobiernos que conforman la nueva alianza registran un porcentaje de percepción de inseguridad menor.
Morena vs. Alianza… ¿quiénes viven más violencia?
Para esta comparación tomamos en cuenta, por un lado, las cifras de violencia registradas por las seis entidades que tienen un gobierno morenista -Baja California, Chiapas, CDMX, Puebla, Tabasco y Veracruz-.
Estos resultados los comparamos con los niveles de violencia observados en los 12 estados que conforman la Alianza Federalista (Aguascalientes, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Tamaulipas).
El número de feminicidios por cada 100 mil mujeres es ligeramente más alto, en promedio, en las entidades donde gobierna Morena (1.1) que en donde gobiernan los integrantes de la Alianza Federalista (1.0).
Pero en homicidios dolosos pasa al revés. Donde gobierna Morena, hay una tasa promedio de 17.7 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. Los estados de la Alianza promedian 22.6.
Una posible explicación es que tres de las cinco entidades con mayores niveles de violencia (Colima, Chihuahua y Guanajuato) están incorporadas a esta agrupación, mientras que los estados morenistas solamente incluyen a uno de estos cinco estados (Baja California).
¿En qué ciudades la gente se siente más insegura?
En las ciudades que pertenecen a entidades gobernadas por Morena se registró un mayor porcentaje de personas que, en términos de delincuencia, dijeron vivir en una ciudad insegura (siete de cada 10).Mientras que en las ciudades que se encuentran en entidades integrantes de la Alianza Federalista, seis de cada 10 personas encuestadas dijeron percibir inseguridad pública en su lugar de residencia.
Entidad por entidad
En Tabasco –donde se encuestó a las y los habitantes de Villahermosa– nueve de cada 10 personas perciben inseguridad. Es la cifra más alta entre las ciudades de las 32 entidades federativas.
Por el contrario, en Yucatán –donde se entrevistó a quienes habitan en Mérida– sólo dos de cada 10 personas creen que vivir en su ciudad es inseguro.
En la siguiente imagen interactiva podrás observar el porcentaje de percepción de inseguridad pública por partido político y entidad federativa (sólo considera a las personas encuestadas).
Verás que la mayoría de las ciudades donde la entidad es gobernada por Morena rebasan la percepción de inseguridad promedio nacional: 68%.Y que las ciudades donde la entidad que gobierna es el PRD, el PES y Movimiento Ciudadano también rebasan la media nacional.
La percepción contrasta con la realidad
Aunque la violencia se ha incrementado año tras año y se han registrado los niveles más altos en homicidios, ahora menos gente percibe inseguridad en la ciudad que habita.
La percepción de falta de seguridad pública de las personas “se forma con respecto a nuestras vivencias y/o la de nuestros vecinos, del tipo de noticias que aparecen en los medios de comunicación y de lo que vemos en redes sociales”, nos dijo Daira Aguilar, experta en seguridad del Centro Feminista de Investigación Social.
En los primeros tres meses de este año (ya en confinamiento) bajaron las denuncias por robo. Eso podría explicar la caída de la percepción de inseguridad de julio a septiembre de 2020:
En septiembre de 2019, el 71% de la población nacional se sentía insegura en su lugar de residencia, cifra que pasó a 68% en septiembre de este año; una reducción de tres puntos porcentuales de acuerdo con la ENSU.
Si comparamos la cifra de septiembre de 2020 con la de marzo del mismo año (73%), la disminución es mayor: casi seis puntos porcentuales (-5.6).En la siguiente gráfica se observa cómo la percepción de inseguridad pública es mayor entre mujeres que entre hombres, a pesar de que en ambos casos disminuyó la cifra en el tercer trimestre de 2020.
¿En quiénes confían más las personas? La ENSU también nos permite conocer el nivel de confianza que la población mayor de edad de zonas urbanas tiene en las distintas autoridades. La encuesta más reciente muestra que a nivel nacional, las autoridades que menos confianza generan en la sociedad son la policías municipales, como se muestra a continuación:
Solamente 44.1% de la población considera que los cuerpos policiacos más locales le inspiran confianza -algo o mucho-, mientras que el 54.9% opina lo contrario. Por otro lado, tanto el Ejército como la Marina presentan los niveles de confianza ciudadana más altos, sin importar si sus gobiernos locales son morenistas o de la Alianza.
Aunque al comparar entre los gobiernos morenistas y los de oposición se observa que el segundo grupo presenta mayores niveles de confianza hacia las autoridades que el primero, las diferencias no son tan amplias.
¿Qué factores explican estos niveles?
Para David Ramírez-de-Garay, coordinador del programa de Seguridad de México Evalúa, este fenómeno responde a tres factores: “la legitimidad de la autoridad, la percepción de cercanía -es decir, que se tenga contacto con la autoridad- y la apreciación de que están haciendo su trabajo”.
“Si lo pensamos en términos del nivel de exposición al escrutinio ciudadano, la policía preventiva municipal es la autoridad más expuesta, seguida de la estatal y la extinta policía federal”, lo que coincide con los niveles de confianza del INEGI, puntualiza el experto.
Además detalla que los bajos niveles de confianza que tienen las policías -que son las que en teoría deberían ser las únicas encargadas de la seguridad pública– también se deben a la “falta de desarrollo policial, así como al desinterés de la política de fomentar a las policías como parte del eje fundamental para combatir la inseguridad”.
Ramírez-de-Garay nos explica que, salvo algunos casos específicos en el país como Tamaulipas, “el nivel de exposición así como la frecuencia en la que (la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina) entran en contacto con el ciudadano es mucho menor, lo que ayuda a sus niveles de confianza”.
Mientras los gobernadores, tanto de Morena como de la Alianza Federalista, se ocupan de confrontaciones políticas, las y los ciudadanos intentan sobrevivir en ciudades donde la violencia se ha ido incrementando y en donde ni la mitad de la población confía en las autoridades locales.
