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Nuestro gallito de barrio.
Todo un héroe de película.
Uno que se busca enemigos cada vez más débiles.
Eso sí, no es un galán este héroe.
Aunque se echa mucha crema en los tacos, luego no se da cuenta de lo que dice.
Pensándolo bien, quizás no es un héroe.
Seguimos hablando de Sheinbaum.
Y es que no puede ni dar una respuesta sin que le den línea.
Además de que sus mentiras se le están derrumbando.
Basta ver cómo metieron el rabo entre las patas luego de acusar de sabotaje.
Así que tuvieron que llamar refuerzos.
Uno muy caro.
Que hizo las preguntas correctas.
El problema es que no tenemos realmente esperanza.
