La mala: nos estamos enfermando de desinformación

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La fea: la pandemia, en tiempos de redes sociales trajo consigo otra plaga, una enfermedad mental colectiva llamada infodemia. Se trata de una epidemia cuyas causas y diagnóstico apenas empezamos a conocer bien. El mecanismo funciona más o menos así: empieza con un hecho informativo de relevancia mundial al que se le da cobertura mediática obsesiva. 

La competencia entre medios de comunicación provoca una avalancha de información que por momentos parece tsunami: la cantidad de noticias empieza a crecer y se van acelerando y alimentando de sí mismas. 

Algunos medios de comunicación repiten la información sin verificarla y empiezan a convertirla en noticias engañosas. Empresas de desinformación (ojo, no son medios de comunicación), aprovechan la ola informativa y empiezan a producir noticias falsas para ganar dinero a través de clicks, porque saben que las noticias falsas viajan más rápido que la información verificada. El gobierno se monta en el chiringo y usa las agencias de noticias oficiales y medios oficialistas (ojo, tampoco son medios de comunicación independientes) para contribuir a la confusión.

Se crea entonces un flujo de información persistente al que nos conectamos a través de las redes sociales y que satura, literalmente, nuestras posibilidades de conocer el mundo. Creemos que sabemos todo porque pensamos que todo el conocimiento está al alcance de unos clicks. O peor, nos creemos lo que vemos en nuestras pantallas porque nos lo compartió alguna persona en la que confiamos.

Y empezamos a creernos cosas como esta:

Nos llega por WhatsApp y está acompañada por el siguiente mensaje: 

“La televisión mexicana OMITIÓ el dar a CONOCER la MAYOR MANIFESTACIÓN MULTITUDINARIA a NIVEL REPÚBLICA, que se dio el día de AYER (30/May/2020), pero el IMPACTO FUE DE TAL RELEVANCIA, que PERIÓDICOS COMO LE MONDE (el más importante de Francia), LA PUBLICA EN PRIMERA PLANA: “KK’S VETE YA”.

A pesar de que la imagen parece una broma de Vampipe, el bulo fue compartido en una cadena del servicio de mensajes, asegurando que era verdad. Pero ¿cómo saberlo? 

En Cuestione hicimos esta nota donde puedes encontrar consejos útiles para no contagiarte del virus de la desinformación. Aquí te volvemos a dejar algunos consejos para que no te hagan pato:

1. Duda de toda la información que recibas

Duda de todo lo que te manden por las redes sociales. Normalmente creemos  en lo que nos comparten amigos o familiares porque es nuestra gente cercana y porque tenemos una relación basada en la confianza con ellas y ellos. Sin embargo, con la cantidad de información falsa que hay por todos lados, todos estamos expuestos a compartir noticias falsas todo el tiempo. Así que esto es lo más importante: duda y cuando te estés creyendo alguna cadena de WhatsApp y estés a punto de compartirla, vuelve a dudar.

En el caso de la portada de Le Monde, una primera duda podría ser: ¿por qué un periódico francés le diría kakas al presidente de otro país? ¿Has visto alguna vez que un periódico tradicional mexicano insulte a un presidente de otro país? Otra duda podría ser sobre la calidad de la foto central: fíjate en cómo resalta y se ve más chafa que el resto de la portada: ¿por qué un periódico con tanta alcurnia usaría una foto como esa? 

Y luego ve el mensaje de WhatsApp: ¿por qué tiene tantas palabras solo en mayúsculas? Normalmente, en el lenguaje escrito por redes sociales las mayúsculas se usan para expresar énfasis, como cuando se habla más fuerte o se grita. 

2. Investiga

Entra al buscador de internet que más te guste y haz tu pregunta. Puede ser que alguien ya la haya hecho antes, o que incluso se hayan tomado el tiempo de investigarlo y listo, ya tienes la respuesta. 

También te recomendamos que vayas a fuentes confiables como la de la Secretaría de Salud, la UNAM, el CIDE, a los medios de comunicación que verifican sus fuentes o a las de organizaciones internacionales como la Organización de Naciones Unidas, la Cruz Roja Mexicana…

En el caso de la portada falsa del periódico francés, puedes simplemente buscar “portada de Le Monde del 31 de mayo de 2020” y ver la edición original con la foto de Édouard Philippe, el primer ministro de Francia. 

Si quieres saber el origen de una imagen, puedes usar Tin Eye o Google Images, programas en línea que te pueden ayudar a identificar el origen de una imagen. O si se trata de un video, puedes usar Citizen Evidence para conocer su origen.

3. Contrasta

No te quedes con la primera respuesta: busca en otras fuentes. Eso te dará más certeza. Si la noticia no tiene fuente, normalmente es falsa. Una regla del periodismo es verificar las fuentes de una noticia y reportarlas. 

Volviendo al ejemplo de Le Monde: podrías contrastar con otras portadas del mismo diario y analizar si las fotos se parecen a la de la portada falsa.

4. Busca señales:

  • Los errores ortográficos pueden ser una señal de que la información no es confiable. 
  • La fecha te puede orientar. A veces se usa información vieja para sacarla de contexto.
  • Observa bien la fotografía o el video; en ocasiones puedes encontrar algo que te parezca sospechoso, como el idioma de algún cartel o anuncio que te permita entender que no ocurrió en tu país. 

Fíjate cómo la foto se ve rara, algo aplastada de los lados. Eso es porque quienes hicieron el bulo o la noticia falsa la redujeron descuidadamente para pegarla.

5. No te quedes con el titular

Como ya dudaste, sabemos que leerás la nota completa para ver si lo que dice corresponde con el título o si “se volaron la nota”, es decir, si el encabezado es exagerado, engañoso o si quien la hizo solo estaba buscando tu atención para que le dieras click y pudiera cobrar unos pesos. 

Si la nota tiene datos, también los puedes buscar en tu navegador porque podrían estar distorsionados o fuera de contexto.

6. Vuelve a dudar: 

En estos tiempos de la cuarentena, todos nos podemos equivocar al mandar una información con la mejor intención. Incluso nos podemos distraer en el proceso de revisar una noticia falsa como la que te estamos mostrando. Así que vuelve a dudar antes de compartir. Acuérdate de la máxima: “antes de enviar, voy a verificar”.

Que no te pase lo que a cientos de miles (o quizá millones) de personas que compartieron un supuesto mapa del Valle de México del nivel de riesgo de contagio de COVID-19, el cual pudo ocasionar que las personas relajaran sus medidas sanitarias y aumentar las probabilidades de contraer el virus.

Muchos países, sobre todo los primeros en ser alcanzados por el COVID, han podido ir frenando el contagio de la enfermedad. Los caminos y métodos para hacerlo han sido muy diversos, pero en todo el mundo, las personas han sido solidarias y han puesto de su parte quedándose en casa o apoyando a los que no pueden quedarse. 

Para poder aplanar la curva de la infodemia necesitamos de acciones parecidas: seamos solidarios y cuidadosos a la hora de compartir noticias. Pensemos en las consecuencias de darle click a nuestro teclado, pantalla o el dispositivo por el que compartamos noticias antes de pasarle el virus de la desinformación a otra persona. 

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