Monreal: el policía malo

Compartir:

- Advertisement -

Los bancos mexicanos e internacionales no necesitan quién los defienda. Y, a veces, no dan muchas razones para hacerlo. No hay persona en este país que no haya sufrido de algún abuso, fraude, robo digital o alguna otra triquiñuela en la que los grupos financieros suelen evadir con todo lo que pueden sus responsabilidades. Pero el punto no es ni defender ni atacar a la banca. Para eso se pintan solos.

Como solos se pintan en la Cuarta Transformación para imponer agendas, jugar a las escondidas o adoptar roles de maldad y bondad, según se necesite. Lo han hecho en casi cada tema que han posicionado -y muy bien- en la agenda nacional. Lo mismo si se trata del aeropuerto, algún pleito con la Suprema Corte, el avión presidencial o cualquier otra de las cortinas de humo que lanzan: siempre hay un policía bueno y un policía malo.

La semana pasada, por ejemplo: la bancada de Morena en el Senado de la República presenta una iniciativa ante el pleno de la Cámara, que busca regular las comisiones que cobran los bancos en el país. Acto seguido, la Bolsa Mexicana de Valores y las acciones de los bancos se desploman.

Al otro día, el presidente electo sale a conferencia de prensa y calma a los mercados -según- cuando les informa que él mero, o sea, el gobierno federal, o sea, el Ejecutivo, o sea, uno de los tres poderes de la Unión que conforman al Estado mexicano, no piensa tocar el esquema fiscal y financiero ni afectar a la banca “en los primeros tres años”. Acto seguido, suben un poquito las acciones y cierran los mercados. Era viernes.

AMLO dijo otra cosa interesante y muy, pero muy republicana: “No doy línea a nadie, no hay consigna, yo digo mi postura y no mando bocetos”. Suponiendo que esto sea cierto -y que nadie nos acordemos de la vez que ordenó, a René Bejarano, frenar en la Asamblea Legislativa del DF, la iniciativa de los matrimonios entre personas del mismo sexo y la despenalización del aborto en la Ciudad de México- esa es una espléndida noticia… o no, si uno es accionista de un banco.

Porque inmediatamente después de escuchar estas palabras, Ricardo Monreal, el coordinador de los senadores de Morena y quien firmó la iniciativa de las comisiones bancarias, volvió a la carga y advirtió que, aunque no eran una horda de salvajes y que no quieren poner nerviosos a los banqueros, continuarían con su trabajo legislativo (bien independiente).

Y el fin de semana, ya de plano los llamó usureros en su cuenta de Twitter y aseguró que era momento de actuar “sin titubeos”.

El policía bueno, AMLO, calmó a los mercados. El policía malo, Monreal, se los pasó por el arco del triunfo.

Es previsible suponer que así será la dinámica de la Cuarta Transformación y que, para ciertos temas, el malo de la película sea el que opere aquellas incomodidades con las que el bueno decide no lidiar, todo recubierto de un sano manto republicano, democrático y participativo. Porque para cuando lo demás falle, siempre tendrán a la mano al “pueblo bueno” para justificar sus decisiones y una buena cantidad de aspirantes a intelectuales orgánicos y periodistas afines que le dicten a la sociedad lo que debe o no pensar y por lo que deben o no protestar.

Y eso incluye, claramente, el anuncio de que realizará una nueva consulta dentro de 12 días, un día después de la #MarchaFifí: no se debe protestar en contra de las consultas.  

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.