¿El reggaeton es misógino? Tal vez, pero los Beatles también

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A la gente le encanta decir que el reggaeton es misógino. ¿Por qué? Sospecho que porque no saben qué es la misoginia y porque no hallan otra manera de hablar mal de un género musical que les incomoda. 

Veamos primero qué es la misoginia. La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED) describe a la misoginia como una conducta discriminatoria, en el mismo estatus que la homofobia, la xenofobia, la segregación racial y el antisemitismo.

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, define a la misoginia como conductas de odio hacia la mujer, que se manifiestan en actos violentos y crueles contra ellas por el hecho de ser mujeres.

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De acuerdo con Inmujeres, la palabra misoginia proviene de las voces griegas miso y gyne, que significan detestar a la mujer. Se usa para referirse a creencias o expresiones emocionales, psicológicas e ideológicas de odio hacia las mujeres y a lo femenino.

Volvamos al reggaeton. Existe la opción de admitir que no les gusta y ya, sin más análisis, pero por alguna razón tienen que manosear al movimiento feminista, que de hecho ama perrear, para criticarlo.

Les encanta decir que el reggaeton es misógino “porque sexualiza a las mujeres”. Yo creo que al decir eso, en realidad están diciendo que el placer que las mujeres decidimos sentir es violento, que el placer en sí es violento (aunque ya mucha gente escribió del sexo como castigo implícito en las palabras joder, chingar, fuck). Y siento que en realidad lo que no les gusta es que las mujeres perreen hasta el piso. Si el reggaeton causa eso, el reggaeton está mal.

En esa frase creo que están confundiendo misoginia con letras sexualmente explícitas. Si de verdad creen que las letras sexualmente explícitas son violentas, ¿por qué nadie se quejó de “Ponerte en cuatro” de Los amigos invisibles, de cualquier rola de Los Babasónicos, de Caifanes, de Los Héroes del Silencio?

¿Y por qué las feministas perrean?

Me han preguntado por qué las feministas nos oponemos al acoso pero nos gusta perrear. ¿Se dan cuenta de lo que están preguntando? Cuando sufres acoso, eres víctima de cosificación, alguien más decide que tu cuerpo, por ser de mujer, puede ser tocado sin tu consentimiento porque puede. Ni siquiera lo hacen por placer.

Cuando decides perrear, estás haciendo con tu cuerpo lo que se te antoja. Como dijo Estefanía Camacho en otra columna sobre feminismo y reggaeton: “¿Qué cosa más feminista puede haber que hacer con mi cuerpo lo que se me dé la gana?”.

También se ha dicho mucho que el repele al reggaeton es porque esa música, como de hecho todas las músicas populares, comenzó a hacerse y escucharse en los barrios pobres y escucharlo se asocia con ser pobre y lo que eso implica. Si no me creen, pregúntense por qué el post más repetido respecto al concierto de Bad Bunny es “Estudia para que no pagues 8,000 pesos por un boleto”. 

Y bueno, ¿se fijan que rechazar algo porque es de pobres es discriminación? Pura y dura. Se llama aporafobia.

Otras rolas ingratas, digo, misóginas

Pero a lo que quería llegar es a esto: si se van a oponer a la música porque es misógina, pues no oigan nada. 

Hay muchos géneros que le han cantado al feminicidio, a los celos, al amor romántico… Porque la misoginia es parte de la cultura patriarcal en la que vivimos. Casi todo producto cultural es patriarcal porque ya lo traemos insertado en el cerebro y sólo haciéndonos conscientes de ello podríamos, a voluntad, crear obras no patriarcales. 

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Algo así le pasó a Café Tacuba cuando le cambiaron la letra a “Ingrata”, canción sobre dispararle a una mujer que no te ama. Casual.

Poder decir un día: “Ah, no ma, llevamos 20 años cantando ‘tendré que obsequiarte/ un par de balazos/ pa que te duela’”, debe haber sido un proceso de deconstrucción que les tomó años y que seguro fue impulsado un poquito por todo el activismo en contra del feminicidio.

Lo más grave es que esa canción, y otras, no fue escrita así a propósito. O sea, no te levantas un día pensando conscientemente en escribir sobre matar mujeres porque seas malote o le quieras mandar un tétrico mensaje a alguien. Sólo lo haces porque de hecho está permitido por tu cultura. Algo así dijo Ruben Albarrán al explicar por qué cambiaron la letra de esa canción

No se trata de cancelar esas canciones, sino de pensar qué dicen de la sociedad en que fueron creadas. O como dice Amiguiz: “Hay canciones machistas en todos los géneros y todas me gustan”.

Hay canciones sobre otras violencias de género. “La planta”, de Caos, no es una canción, es puro slutshaming, o sea, avergonzar a una mujer por su vida sexual. Pero a mí no me preocupan tanto las formas tan creativas que hallaron para decirle “puta” a una morra, como este pedacito: “Mañana te sellas yo me consigo otra planta”. La cosificación a todo lo que da.

“Si Dios me quita la vida” y “Cuando vayas conmigo” son canciones de celopatas que creen que pueden poseer el afecto de otra persona.

Pero volvamos al feminicidio. Cantas sobre feminicidio porque ocurre. Ejemplos hay muchos. Mi favorito es “I used to love her”, de Guns N’ Roses, porque si a alguien le gusta quejarse del reggaeton es a los roqueros. Y no sé si se han fijado pero esa canción dice “I used to love her, but I had to kill her/ Yo solía amarla, pero tuve que matarla”. Tranqui. Termina diciendo que ni porque la enterró seis metros bajo tierra deja de escuchar sus quejas (se llama culpa, carnal). 

“Mala mujer”, de la Sonora Matancera, propone matar a una mujer porque nunca fue buena y engañó a un hombre. O sea, sí es feo no tener responsabilidad afectiva, pero no andas matando a la banda por eso. Imagínense.

En “Banks of Ohio”, Johnny Cash canta que le enterró un cuchillo en el corazón a la mujer que se negó a casarse con él; “Pretty Polly” es sobre un feminicidio que además sugiere sadismo sexual no consentido; el mismo Cash canta en “Cocaine blues” sobre un tipo que mató a una mujer porque tenía cinco amantes además de él, ¿cómo por?

Hay una canción de La Lupita que se llama “Hay que pegarle a la mujer” (también la canta Ramón Ayala). O tenemos “Mátalas”, que es esquizofrenia pura: “Amigo voy a darte un buen consejo/ Si quieres disfrutar de sus placeres/ Consigue una pistola si es que quieres/ O cómprate una daga si prefieres/ Y vuélvete asesino de mujeres/ Mátalas/ Con una sobredosis de ternura/ Asfíxialas con besos y dulzuras/ Contágialas de todas tus locuras” (o sea, las amas de casa son las principales portadoras de VIH porque sus maridos se los transmiten).

En “A Little piece of Heaven” de Avenged Sevenfold se cometen tantos delitos… Hay un feminicidio, cometido contra la mujer amada, narran cómo la destazan, la violan muerta… Y dicen que es por preservar la belleza de la morra para siempre, que fue un pecado cometido para tomar lo que le pertenece a quien canta la historia. Seguro pasan más atrocidades pero no pude seguir escuchando, me recordó los feminicidios que cometió Juan Carlos Hernández Bejar en Jardínes de Morelos, Ecatepec, cuyos detalles escuché tres veces seguidas en una audiencia.

Hasta The Beatles cantan sobre matar a una mujer por infiel, lo hacen en “Run for your life”. 

Una tras otra son rolas sobre asesinar mujeres por amor. Lo triste es que no son sólo canciones, el feminicidio ocurre la mayoría de las veces cuando una mujer termina una relación. Y checando las letras, ¿se imaginan que las mujeres mataran hombres infieles o sin responsabilidad afectiva? El acabose.  

Bueno, también me puse a revisar canciones de reggaeton y hallé violencias, sí. “Mujeres talentosas”, de Luigi 21 Plus, empieza diciendo que Eva se comió una manzana y por eso, ahora las mujeres son bien putas. ¿Saben de dónde sacó la letra? De la Biblia. La canción hace apología de la violación, pero muy en el fondo, le reconoce a las mujeres algo que las otras no. Que tenemos agencia. Que cuando nos sexualizan, les contestamos. Que podemos dejarles a los chamacos. Y mi parte favorita: “Las viejitas que se quiten las enaguas”. Sé que Madonna y Doris Lessing también amarían esa parte.

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Otro caso. En esta letra de Franco el Gorila: “Ella le gusta el sushi, pero de carne caliente, y lo siente, está bien bellaca la demente”, no me gusta que digan “demente”, como que asocia la sexualidad con el capacitismo. Una violencia muy leve comparada con cantar feminicidios.

Pero al final, encuentro menos misoginia en una canción donde invitan a una licenciada a coger en la playa que otras tantas donde asesinan mujeres porque se negaron a amar a un hombre. A lo mejor soy rara. Y ya para acabar, solo quiero anotar que en el reggaeton sí están escribiendo canciones contra la violencia de género. ¿Cuántos géneros están haciendo eso?

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