Morena está tan mal que Monreal es el moderado del movimiento

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Ricardo Monreal es un personaje singular del que se pueden decir muchas cosas, menos que sea moderado.

En su larga carrera política ha sido de todo y sin medida y, de hecho, ha pasado por casi todos los partidos políticos que existen en la actualidad. 

Inició su carrera política en 1975 en el PRI, como debe de ser en todo liderazgo de Morena. Representando a ese partido fue diputado federal dos veces (1988-1991 y 1997-1998) y senador entre 1991 y 1997. Salió del PRI en 1998 cuando el dedazo no lo favoreció para ser candidato a gobernador de Zacatecas.

Fue en ese momento que quien fuera presidente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, lo reclutara en la que fue la primera gran invasión de priistas a ese partido. Fue candidato de ese partido al gobierno de su estado y ganó para el periodo 1998-2004.

En 2006 llegó al Senado ahora bajo las siglas del Partido del Trabajo, aliado al PRD entonces y cuyo candidato a la presidencia, era el mismo AMLO. Luego, en 2012, regresó a la Cámara de Diputados, pero ahora como candidato de Movimiento Ciudadano.

Para 2015 cambia de partido de nuevo y es elegido alcalde de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, pero ahora por Morena y en 2018 regresa al Senado bajo esas mismas siglas.

Es decir, en 33 años ha sido diputado federal 3 veces, senador 3 veces, gobernador una vez, alcalde una vez y ha militado en el PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Morena. 

Durante estos años de carrera política ha hecho lo que sea por sobrevivir y se le recuerda por más de un escándalo como cuando en 2015 detuvieron en el aeropuerto de Tapachula a tres presuntas colaboradoras suyas con un millón de pesos en efectivo y, luego, en 2016, su coordinador jurídico en Cuauhtémoc fue acusado de transportar 600 mil pesos en efectivo.

O cómo olvidar cuando el gobierno de Peña Nieto -en específico el Cisen que tanto odia la 4T- lo salvó de un atentado en el que buscaban matarlo a él y a su hermano David, hoy gobernador de Zacatecas.

Tampoco podemos pasar por alto lo ahorrador y buen administrador que es Monreal. En sus 47 años de exclusivo servicio público ha acumulado unos cuantos inmuebles en su estado natal. Nada más tiene (entre él, su esposa y sus hijas) 19 propiedades en cuatro municipios de Zacatecas, entre ranchos, tierras y casas. 

El apego a su tierra natal lo llevó a otorgar millonarios contratos a empresarios zacatecanos (alguno ligado a una de sus hijas) cuando fue alcalde de Cuauhtémoc.

Bueno, pues a pesar de todo esto, hay que decirlo: hoy por hoy Ricardo Monreal es de las pocas voces sensatas y ecuánimes en la llamada 4T.

Quizás porque cayó de la gracia presidencial porque en el politburó morenista se asegura que operó para que Sandra Cuevas ganara la alcaldía Cuauhtémoc, a pesar de que compitió por la alianza opositora. O quizás porque busca posicionarse como una opción moderada dentro del oficialismo de cara al 2024. Lo cierto es que un día sí y el otro también, Monreal llama a la calma, se reúne con opositores políticos dentro y fuera de su partido (lo mismo se toma foto con Claudia Sheinbaum que con Marcelo Ebrard o con los senadores que se declararon como una bancada independiente, entre quienes destaca Germán Martínez).

Además de las fotos, el coordinador de la bancada morenista en el Senado llama a la calma en las discusiones, pide analizar y aprobar por consenso las propuestas presidenciales, recibe con fanfarrias a Olga Sánchez Cordero y le entrega en bandeja de plata la presidencia del Senado.

Monreal va y construye sin estridencias. 

El problema con esto es que Ricardo Monreal no es una perita en dulce y difícilmente lo podemos calificar como un político moderado. Cuando el movimiento que acompañaba entonces a AMLO realizó el plantón en Reforma para exigir el conteo de todos los votos de la elección presidencial de 2006, Monreal no solo defendió la decisión sino que la alentó.

“Ricardo Monreal dijo después que quienes apuestan a que la ciudadanía dejará solo a López Obrador, están equivocados, porque el movimiento no cederá. ‘No lo van a lograr, porque quienes estamos aquí no es por dinero ni por chambas’. También reiteró la defensa del plantón, al afirmar que ‘todos los movimientos sociales que han transformado a los países se hacen con sacrificios, y mientras no se recuente voto por voto no nos moverán’”, reportaba el periódico La Jornada en aquel entonces.

La cosa es que el ala más radical de la 4T y Morena ha ido ganando reflectores y posiciones. La estridencia y radicalidad de muchas de las personas que atacan a otros poderes, a opositores, empresarios, universidades y a cuanto objetivo pongan en las conferencias mañaneras le permite al senador Monreal parecer moderado y conciliador.

Esa es la mala. Que las cosas están tan mal y los liderazgos son tan pobres que hacen brillar a personajes como Ricardo Monreal. 

Él ha dicho que él estará en las boletas en 2024. ¿Le alcanzará para conseguir alguna de las candidaturas de Morena? ¿Cambiará de partido de nuevo? 

Otra colaboración del autor: Arranca la sucesión presidencial y Claudia sale adelante de Marcelo

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