El Segundo Informe presidencial nos confirmó lo que ya veníamos viendo desde hace dos años: en lugar de presidente, tenemos un candidato eterno. Te contamos por qué esto es un problema para nuestro país.
Tras el Segundo Informe oficial del presidente López Obrador, hay una conclusión que se hace evidente: le gusta más estar en campaña que gobernar. Y así, ha construido un estilo de administración que se basa en una interminable contienda electoral.
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Lo vimos con claridad durante todo el año pasado, antes de que la pandemia amargara los mítines. En ese 2019, nuestro presidente hizo más de 220 giras y centenares de eventos públicos. Se abrazó con la gente, les habló recio, denunció los abusos del pasado y, sobre todo, hizo promesas. Y esa es la belleza de buscar ser electo: puedes prometer lo que quieras.
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