El reciente escándalo suscitado por el presunto plagio cometido por la ministra de la Suprema Corte Yasmín Esquivel nos ha mantenido entretenidos por varios días y lógicamente la discusión se ha enfocado en dos aspectos principalmente: el primero, discernir si efectivamente la ministra cometió plagio con su tesis de licenciatura y el segundo, las implicaciones éticas e incluso legales de este acto.
Sin embargo, hay otra discusión que está en el fondo de este asunto y que tiene que ver con la pertinencia de que los egresados de una licenciatura deban hacer una tesis para obtener un título profesional.
Vayamos por partes, ¿qué es una tesis? Se trata de una investigación que debe realizar quien aspira a tener un título universitario. El tema puede ser prácticamente cualquiera aunque se le recomienda al tesista que tenga algún tipo de relevancia o interés público.
La tesis debe cumplir con una serie de requisitos, sin profundizar demasiado, vamos a señalar los más importantes: el autor debe plantear una hipótesis o una pregunta y después debe realizar la investigación correspondiente para responder a dicha pregunta, para comprobar o refutar su hipótesis. La investigación debe girar en torno a la literatura existente sobre el tema en cuestión y aquí viene el problema para muchos de los tesistas: es indispensable citar la fuentes que se usaron para investigar, de lo contrario, se está cometiendo un plagio, que en palabras llanas significa robarse las ideas de otros.
Pero no solamente se comete plagio cuando se usan ideas de otros sin darles el crédito correspondiente, también sucede y esto es mucho más escandaloso, cuando literalmente se copia el trabajo de otra persona y se hace pasar por propio. Lo que aparentemente hizo la ministra Esquivel y que se ha discutido ampliamente en los medios y las redes sociales.
Para la mayoría de los estudiantes hacer una tesis resulta un verdadero dolor de cabeza y un número importante de egresados de educación superior no logra titularse precisamente porque no cumple con este requisito. Esta situación ha dado lugar a que muchas universidades y la propia Secretaría de Educación hayan abierto otras opciones de titulación para mejorar las estadísticas de eficiencia terminal.
De modo que, la discusión respecto a la pertinencia de realizar una tesis es más que vigente: si nadie o casi nadie opta por esta alternativa para titularse ¿para qué pedirla como requisito y a quién se le ocurrió que ese debía ser el método para demostrar que se tienen los conocimientos de la profesión que se busca ejercer?
Para tratar de responder a esta pregunta vamos a revisar cuáles son las habilidades o competencias que se requieren para hacer un trabajo de esta naturaleza: en primer lugar se requiere disciplina porque es un esfuerzo de largo aliento, en segundo lugar es necesario ser organizado y no todas las personas tienen desarrollada esta habilidad, también es preciso entender y manejar un método de investigación y ése, es el principal obstáculo para la mayoría de los pasantes: no manejan metodologías de investigación, no se las enseñaron o se las enseñaron mal. Por último, para hacer una tésis también es indispensable saber redactar y aunque parezca mentira muchos universitarios egresan sin saber poner sus ideas por escrito de manera clara.
Entonces, si revisamos con atención cuáles son las habilidades que se requieren para hacer una tesis nos damos cuenta de que se trata de habilidades fundamentales para realizar cualquier actividad profesional y por tanto, un universitario con licencia debería tenerlas.
Y bueno, respecto al escándalo que dio origen a esta reflexión: todos sabemos que la ministra plagió su tesis.
