El pintor que contradice a la serie de Narcos

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Dos hombres vestidos de traje que supuestamente trabajan para la temible Dirección Federal de Seguridad suben a la fuerza a un automóvil a un individuo que salía de un bar. Es la Guadalajara de 1985 y esta escena no trata de la detención legal de un criminal sino la recreación para Netflix del legendario secuestro del agente de la DEAEnrique Kiki Camarena, que desató la primer cacería internacional de capos de la droga mexicanos, a nivel internacional.

En la serie de Netflix, Narcos: México, recrean la atmósfera, los personajes y las historias del momento en que el tráfico de estupefacientes se volvió un negocio multimillonario y mundial, de la mano de algunos de los más lamentablemente famosos capos de la droga. Y uno de esos personajes podría ser Francisco Tejeda Jaramillo, expolicía de Tijuana y de la DFS mexicana, colaborador confeso del Cártel de Guadalajara, quien fue sentenciado a prisión, por participar en el homicidio de Kiki Camarena.

Tejeda salió libre en 2016 por buen comportamiento -tras pagar 31 años de su condena de 40 años-. Durante todo este tiempo ha sostenido que no participó en el asesinato, aunque reconoce, en entrevista exclusiva con Cuestione, que sí vivió en la misma casa en la que estuvo secuestrado el agente de la DEA: “Vi que lo tenían ahí, que lo estaban torturando. Yo le dije a Rafael (Caro Quintero) ‘esto es una estupidez. Vamos a meternos en un bronconón’”.

Los actores Diego Luna, Tenoch Huerta y Joaquín Cosío son los encargados de interpretar en la serie al “Jefe de jefes”, Miguel Ángel Félix Gallardo (quien construyó la primer gran organización criminal de México), Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca “Don Neto”, respectivamente.

De acuerdo con la serie de Netflix (“spoiler alert”), ninguno de los fundadores del Cártel de Guadalajara decidieron secuestrar el 7 de febrero de 1985 al agente de la DEA, luego de descubrir que era un infiltrado. Sin embargo, Caro Quintero y “Don Neto” habrían sido implicados en el mismo. En la realidad, ambos confesaron haberlo secuestrado, torturado y asesinado. Su cuerpo fue encontrado el 5 de marzo.

Tejeda Jaramillo, en la serie de televisión “todo está mal”:

“Los gringos [autoridades] siempre han puesto a Miguel Félix ahí. Yo no supe que él participara. Y ahora en la serie lo ponen como que él es el más malo de todos. Tampoco digo que sea bueno”, señala Tejeda, desde su estudio de pintura en Tijuana, la ciudad en la que fue detenido en 1985.

La historia pinta a Caro Quintero como un personaje desinhibido y capaz de encontrar, con la ayuda de un geólogo secuestrado y unas cuantas granadas, el mejor lugar para plantar drogas en el desierto. Nada cercano a la realidad, según Tejeda: “Cuando lo conocí, una vez me preguntó, ¿qué es Europa? Imagínate, yo le traje un globo terráqueo y le enseñé la geografía”.

Tejeda dijo que comenzó a colaborar con el narco, entre otras cosas, por el dinero fácil. Una posición que lo llevó a conocer los orígenes de muchos de ellos.

La pintura le cambió la vida

El primer error de Tejeda Jaramillo fue ingresar a la Academia de Policía de Tijuana, pues después de las aulas venía el aprendizaje más duro: ”Desde el primer día nos pusieron con un policía corrupto a cada uno”.

Ya en la cárcel, la pintura se convirtió en una herramienta para rehabilitar a aquellos presos que quisieran buscar un oficio, o sencillamente algo que los alejara de su propio encierro, al menos en la mente.

“Yo descubrí que lo primero que tienes que hacer con el interno es cambiar la mentalidad, no te ganas nada con enseñar a pintar, como tampoco con darle clases de abogado, si no tiene ética”, explica.

En el taller que Tejeda tenía en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, en el entonces Distrito Federal, llegó a pintar más de mil cuadros.

Hoy, a sus 66 años, vive en un barrio humilde de Tijuana, en una casa que funciona también como taller de pintura. Él asegura que aún no se acostumbra a la libertad, ni a la posibilidad de viajar, pero eso no le quita que sus obras ya se coticen en miles de pesos.

Tan solo en el portal Mercado Libre, alguna de sus pinturas se anuncian hasta en 55 mil pesos, aunque Tejeda reconoce que la mayor parte de su material, lo comercializa a través de corredores de arte.

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