Hoy te contaremos sobre el regreso a clases en las escuelas privadas. Pero antes: el circo de la Auditoría Superior de la Federación, los riesgos de la nueva ley eléctrica, el Chécate ésta y el Premio Javier Duarte. Mucha atención, que esto lo vas a querer contar.
El circo del auditor
Primero, la Auditoría Superior de la Federación informó que, entre otras irregularidades, la cancelación del aeropuerto de Texcoco costó 331,000 millones de pesos. 10 veces el presupuesto para vacunas contra COVID-19.
Luego, el presidente López Obrador pidió que revisaran bien porque él, como siempre, tenía otros datos. Horas después, el titular de la Auditoría, David Colmenares, dijo que el presidente tenía razón, que habían hecho mal sus cuentas.
Es difícil saber qué sucedió realmente con el auditor esta semana, pero lo cierto es que cometió errores que lo dejan muy mal parado ante las y los ciudadanos, que es ante quienes debe responder. Por eso preguntamos, ¿cómo va la carta de renuncia, señor?
Por fin, las escuelas privadas se arman de valor
Luego de casi un año sin clases presenciales y de ver cómo los gobiernos se las ingeniaron para reabrir todo tipo de actividades no esenciales, estos centros escolares dijeron: ¡basta!
La Asociación Nacional de Escuelas Particulares anunció que el 1 de marzo abren porque abren, eso sí, con medidas de higiene y distancia. La SEP respondió que no, que solo se puede reabrir cuando el semáforo epidemiológico esté en verde.
Esperemos que esta diferencia de ideas genere debate y propuestas para que el único ganador sea el futuro de las y los niños de México. De hecho, a pesar de lo que diga la SEP, el presidente ya dijo que se buscará convencer, no sancionar.
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