El presidente López Obrador sigue atacando a periodistas. Pero antes, crece la tensión entre México y Perú. ¿Cómo sobrevivirá la oposición? El Chécate ésta y el Premio Javier Duarte. ¡Quédate! Esto no te lo puedes perder.
Perú expulsa a nuestro embajador
El martes pasado, la canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, se quejó por la injerencia de México en los asuntos internos de su país e incluso declaró persona non grata al embajador Pablo Monroy, a quien le dio 72 horas para salir de Perú.
Esto siguió elevando la tensión diplomática entre ambos países luego de la destitución del presidente Pedro Castillo y de que México le dio asilo político a la esposa e hijos del depuesto mandatario.
El presidente López Obrador calificó la medida de “arbitraria”, pero aclaró que no romperá relaciones con Perú y tampoco expulsará a su embajador.
¿La solidaridad se demuestra con ataques?
Todos supimos que el jueves de la semana pasada alguien trató de matar al periodista Ciro Gómez Leyva. Al otro día, el presidente López Obrador se solidarizó con el comunicador, pero siguió descalificando a la prensa crítica hacia su gobierno.
Y luego, en su conferencia del lunes, López Obrador criticó, además de al propio Gómez Leyva, a Denise Maerker, Joaquín López Dóriga, Jorge Ramos y Carlos Loret de Mola, a quienes llamó “voceros del conservadurismo” y los acusó de proteger intereses de las élites y contribuir al fraude electoral de 2006.
En respuesta, 177 periodistas mexicanos publicaron una carta abierta para exigirle al Presidente que deje de hostigar a la prensa, y recordarle que los asesinatos de periodistas han marcado un récord en su sexenio, además de que la impunidad es alarmante.
En el mismo sentido, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos llamó al gobierno de México a cumplir con su obligación de garantizar la seguridad de las y los periodistas, y recordó que quienes ejercen esta profesión necesitan protección, no ataques de las autoridades.
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