El productor Epigmenio Ibarra podría ser parte de una trama que involucra a partidos políticos y gobiernos de tres países, así como el desvío de dinero con fines electorales.
De confirmarse, el simpatizante de Morena estaría en el ojo de un huracán de delitos electorales y financieros.
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Epigmenio Ibarra: corrupción alrededor de un hombre muy cercano a Morena
Neurona Consulting es una empresa mexicana investigada por desvío de recursos públicos con fines electorales en México, España y Bolivia. Dos de sus dueños son colaboradores muy cercanos de Epigmenio Ibarra: César Hernández Paredes y Gustavo Aguado Butanda, quien también es dueño del portal Revolución 3.0.
Pero la historia de desvío de recursos comienza en España, donde Podemos, un partido político de izquierda, cogobierna junto con el Partido Socialista Obrero Español e Izquierda Unida después de ganar las elecciones generales de 2019.
Ese año, José Manuel Calvente, exempleado de Podemos, despedido por estar acusado de violación, denunció que ese partido infló contratos con varias empresas de dudosa existencia, entre ellas Neurona Comunidad.
A partir de ahí, las autoridades españolas investigaron a la coalición formada por Izquierda Unida y Podemos, por una presunta desviación de más de 400,000 euros, algo así como 10 millones de pesos.
Ese dinero habría sido enviado a Neurona Comunidad S.L, una empresa que se creó en Sevilla en marzo de 2019 y un mes después ya recibía pagos de la coalición Unidas Podemos, “por supuestos trabajos audiovisuales”. Se sospecha que en realidad es una empresa fantasma, tiene su registro en el papel pero no produce nada y solo sirve para desviar dinero.
¿Por qué? Porque Neurona Comunidad no se quedó con los millones, sino que envió casi todo a Creative Advice Interactive, una empresa con registro en Guadalajara, Jalisco. Elías Castejón, el administrador de Neurona Comunidad en España, admitió ante un juez que quien ordenó esas transferencias de dinero fue Germán Cobos, un abogado mexicano.
Resulta que Cobos es representante legal de… adivinaste bien, Neurona Consulting, la empresa de los colaboradores de Epigmenio Ibarra, así como de la consultora Corporativo Cobos y Cobos, con la que Morena celebró un contrato para “consultoría estratégica y marketing político”, en marzo de 2020, por 1.8 millones de pesos.
Además, comparte domicilio en la Ciudad de México con Atlas Digital, una empresa de estrategia de comunicación que tiene en su directorio a Juliana María Hernández Mejía Mejía, socia original de Neurona Consulting e hija de César Hernandez Paredes, socio de Epigmenio Ibarra. Todo parece indicar que Neurona Comunidad de España, acusada de desviar recursos, sería una filial de la empresa mexicana Neurona Consulting.
Pero eso no es todo, entre 2017 y 2018, el gobierno de Evo Morales en Bolivia le pagó a Neurona de México unos 30 millones de pesos por adjudicación directa, para la realización de un puñado de videos. Tres meses después de operar en Bolivia, Neurona llegó a España en forma de Neurona Comunidad, justo a tiempo para las elecciones generales de abril de 2019 en ese país.
El problema es que, de confirmarse estas redes de financiamiento irregular, Podemos, Morena y Evo Morales estarían incurriendo en más de un delito electoral y financiero, mientras que el productor Epigmenio Ibarra quedaría al centro de esta trama.
En 2021 se van a renovar 15 gubernaturas y la Cámara de Diputados de México, y Morena se jugará en las urnas la posibilidad de tener presencia territorial y una mayoría legislativa fundamental para la segunda parte de este sexenio.
¿Cuál será el papel de Epigmenio Ibarra en 2021? ¿Se investigará el financiamiento de las campañas de Morena con estos antecedentes? ¿O serán intocables?
