Vivir en negación no lo va a hacer desaparecer.
Y es que nos encanta vivir engañados con mentiras endulzadas.
Nada que unas risas compradas no puedan resolver.
Aunque ni así logra ser más amena.
Hay gente que no tiene el don.
Y cuando más o menos lo logra, le arruinan la celebración.
Aún así parece tener la influencia necesaria para imponer a su gente.
Y vaya que le han querido pegar.
De pena ajena.
Mientras tanto, la oposición sigue dormida.
En fin…
Ya queda un año.
Los dejo con este interesante ejercicio.
Y con este meme.