El IMER y la crisis de los medios públicos (y privados)

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El Instituto Mexicano de la Radio (IMER) estuvo a punto de ser borrado de las frecuencias el 25 de junio.

El periodista Ricardo Raphael anunció su renuncia al programa Réplicas por una serie de recortes presupuestales en puerta, que implicarían, dijo, la desaparición de cuatro emisoras, el despido de 35% del personal (241 personas) y dejar de transmitir 2 mil 900 horas contenidos radiofónicos a partir del 1 de julio.

El miércoles 26 de junio, cuando la noticia había sacudido a la opinión pública y a radioescuchas del IMER, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió en la mañanera los recortes al presupuesto, luego expresó su incredulidad, “no lo sabía”, y al final dijo que el asunto se iba a resolver.

Fue su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, quien anunció el cambio de planes y el freno a los despidos. Sostuvo que antes del viernes habría una solución: “No va a haber ningún afectado, se va a mantener el presupuesto del IMER y van a mantenerse las cosas como estaban”, dijo al ser entrevistado a la salida de Palacio Nacional este miércoles 26 de junio.

Para el investigador de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre, los hechos que se suscitaron a partir de la renuncia de Ricardo Raphael ponen en evidencia la frágil situación de los medios públicos, que dependen fundamentalmente del presupuesto federal para sostenerse “y nunca es abundante”.

“Siempre los medios públicos están desamparados en México y ahora lo están mucho más. No recuerdo ninguna otra ocasión en la que un medio público haya enviado un SOS a la sociedad”, comentó Trejo Delarbre en entrevista para Cuestione.

Al buscar otra entrevista con Ricardo Raphael, una asistente aclaró que no podía atender la llamada por razones de agenda. Por su parte, personal del IMER señaló que la instrucción fue no hablar hasta que hubiera una respuesta a la petición de presupuesto. Y la respuesta llegó.

Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR) anunció la asignación de 19.3 millones de pesos para garantizar la viabilidad del IMER.


Política del autoelogio 

El Canal Once, otro medio del Estado, ha sido cuestionado por transmitir las conferencias matutinas del presidente, lo cual es violatorio de la Constitución, denunció el exsenador y abogado poblano, Javier Lozano, quien citó el artículo 134.

En éste, se señala que la propaganda institucional deberá tener fines informativos y educativos y, en ningún caso, “incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.

Canal Once también ha sido criticado por los contenidos de sus programas “La Maroma Estelar” y “John & Sabina”, que reproducen estereotipos racistas y faltan a la pluralidad de voces, según el Partido Acción Nacional (PAN).

El domingo 23 de junio, en “La Maroma Estelar”, el conductor y comediante Carlos Ballarta entrevistó a estudiantes del Instituto Tecnológico Autónomo de México, a quienes se refirió como “unos chavos blancos del ITAM”, lo que generó una ola de críticas.

En el caso de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano (Notimex), varias han sido las polémicas en las que se ha visto envuelta por publicar elogios hacia su directora, Sanjuana Martínez; promocionar el disco de la escritora y esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, y manejar información editorial en contra de quienes critican al actual gobierno.

En los medios privados, la situación no va mejor.

Grupo Radio Centro se mueve 

Guadalupe Juárez y Sergio Sarmiento se despidieron el 24 de junio de su programa en Grupo Radio Centro (GRC), en el que estuvieron por más de 10 años, y un día después se estrenaron en la frecuencia 98.5 de F.M, en El Heraldo Radio.

El anterior puede considerarse un caso de suerte laboral, pero también es un ejemplo de los reacomodos en los medios privados de comunicación en tiempos de la llamada 4T.

Como parte de los cambios en Grupo Radio Centro, el domingo 23 de junio, Julio Astillero, columnista de La Jornada, fue nombrado director editorial de ese grupo radiofónico.

El anuncio generó polémica al interpretarse como un “guiño” hacia el presidente López Obrador, quien rechazó cualquier injerencia en los medios.

“Estaba leyendo una columna donde hablan de que una cadena de radio está vendiendo estaciones y que tiene que ver con una operación llevada a cabo desde el gobierno federal. Es falso, no nos metemos a la vida interna de los medios”, sostuvo López Obrador en su conferencia mañanera del 25 de junio.

Aire para Aristegui 

En realidad los reacomodos en Grupo Radio Centro iniciaron meses antes de que el actual mandatario asumiera el cargo, en su periodo como presidente electo.

El 17 de octubre de 2018, la periodista Carmen Aristegui regresó a la radio mexicana, luego de más de tres años de estar fuera, tras ser despedida de MVS en marzo de 2015. Aristegui, al igual que Julio Astillero, son comunicadores que abrieron sus espacios a lo largo de los años a voces disidentes, como la de Andrés Manuel López Obrador. 

Colapso e incertidumbre 

Lo cierto es que los medios de comunicación en el actual gobierno viven una fase de incertidumbre, después del drástico recorte al 50% de contratación de propaganda oficial.

Despidos masivos, fusión de áreas, y tirajes raquíticos, en el caso de los medios impresos, son parte de la cotidianeidad de las empresas periodísticas con presencia nacional. En lo relativo a las estatales, su situación es todavía más crítica.

“Algunas empresas de periódicos con varios cabezales de carácter regional están sufriendo los efectos de la falta de recurso gubernamental y están generando subsidios cruzados para darle oxígeno a ediciones hermanas”, escribió el periodista Carlos Mota en su columna Un montón de plata del pasado 30 de mayo.

¿Podrán los medios de comunicación públicos y privados sobrevivir en tiempos de la 4T?

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