La crisis del PRI, PAN y PRD transforma el mapa de México

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¿Sobrevivirán de cara a próximas elecciones?

La nueva configuración electoral en el país dejó en una situación comprometida a las que fueron por años las tres principales fuerzas políticas: PRI, PAN Y PRD.

El arrastre de Morena, impulsado por la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador, puso de cabeza el mapa y revivió el fantasma del partido absoluto.

Incluso, quienes ejercieron de partidos “satélites”, esos que están a la caza de alianzas para mantener el registro, hoy aspiran a un tercer lugar que les permita aprender a caminar solos.

Es la lucha por los votos… y los recursos públicos.

El sol en el ocaso

En 1997, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) registró su primer gran triunfo con la victoria de Cuauhtémoc Cárdenas en el entonces Distrito Federal.

Fundado en 1989 y heredero del Frente Democrático Nacional que postuló al ingeniero Cárdenas a la Presidencia en 1988, se convirtió, con el paso del tiempo, en la tercera fuerza electoral, detrás del PRI y de Acción Nacional.

Su mejor momento fue en los impugnados comicios de 2006, cuando obtuvo 35.29% de los votos de la mano de Andrés Manuel López Obrador, apenas unas décimas abajo del ganador oficial, Felipe Calderón (35.91%).

Hoy, lucha por sobrevivir y, con 2.8% de las simpatías, su presencia es mínima. Sólo es gobierno en Michoacán. Ya no apuesta por ganar elecciones, sino por conservar el registro.

“Lo primero que puede ocurrir es que el PRD pierda los registros locales. Y sí lo veo, si no hay una reacción de la dirigencia, en riesgo de perder el registro en la próxima elección federal”, consideró para Cuestione el exconsejero electoral y periodista, Eduardo Huchim May.

El dilema del dinosaurio

El PRI vive un caso similar. Es un globo que elección tras elección pierde gas desde que en 2000,Vicente Fox puso fin a 70 años de gobiernos tricolores.

En el pasado quedaron los años de control absoluto en el Congreso de la Unión. Actualmente el Revolucionario Institucional tiene 47 de 500 diputaciones federales y 14 de 128 posiciones en el Senado de la República.

El PRI se aferra a mantener el poder en los 12 estados que aún gobierna (Campeche, Coahuila, Colima, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Oaxaca, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas).

Una posibilidad es que se convierta en “partido satélite”, como sus aliados del Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza en mejores tiempos. Pese a todo, Eduardo Huchim ve un futuro esperanzador para el tricolor.

“Veo a un PRI en una situación difícil, está en una crisis, cierto, pero creo que puede resurgir más adelante y no veo que pueda convertirse en un partido satélite, aunque como posibilidad existe”, señaló Huchim.

Azul desteñido

El PAN recibió un fuerte golpe electoral de parte de Morena el 3 de junio, cuando le arrebató dos estados clave: Puebla y Baja California. Este último lo gobernó durante 30 años. De hecho fue el primer estado que ganó la oposición en México.

Tras el resultado de los comicios, el presidente del partido blanquiazul, Marko Cortés, afirmó que “Acción Nacional se convirtió en la alternancia y el contrapeso del poder”. Lo cierto es que puede considerarse el gran perdedor de la jornada.

El PAN gobierna Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Nayarit, Puebla, Querétaro, Tamaulipas, Yucatán y Quintana Roo, pero el futuro le pinta incierto. Su dirigencia parece tener las horas contadas.

“En el PAN, una renovación de la dirigencia, es algo que ya se está pidiendo. Marko Cortés no puede defender la terrible derrota en dos bastiones panistas”, sentenció Huchim.

La otra cara de la Morena

En 2015, el Partido del Trabajo (PT) estuvo a punto de perder su registro cuando apenas obtuvo el 2.90 por ciento de los votos, unas décimas por debajo del 3% que exigía la ley electoral. En el presente navega tranquilo en el cuarto lugar de las simpatías (registró 6% de los votos en las elecciones de 2018) y desplazó al PRD al quinto sitio. El PT alcanzó al parecer su mayoría de edad.

En tanto que Morena gana fuerza en cada elección, pues ya gobierna siete estados luego de su victoria el domingo pasado en Puebla y Baja California, es mayoría en la Cámara de Diputados (258 legisladores) y en el Senado (59).

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