El nearshoring, entre la oportunidad y el peligro

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En un momento histórico, México destronó a China como el mayor socio comercial de Estados Unidos. En 2023 el valor acumulado de las exportaciones que nuestro país envió a Estados Unidos fue de más de $475 mil millones de dólares, principalmente por la exportación de autos, autopartes, electrónicos, petróleo y productos agrícolas. China se quedó atrás con un acumulado poco mayor a $427 mil millones de dólares y con esta noticia resurgió un concepto que se viene proclamando desde hace años como la puerta de oportunidad para la economía mexicana: el nearshoring.

El nearshoring es la tendencia a trasladar empresas de un país a otro por su cercanía con el mercado final. Comparando México con China, aunque el costo de la mano de obra en ambos países es muy barato, es una ventaja logística para Estados Unidos poder comprarle a empresas que estén ubicadas justamente en su frontera. 

No podemos negar que estos números son positivos para nuestro país: qué mejor panorama que superar al gigante asiático y afianzar nuestro comercio con la economía estadounidense, la más grande del mundo.

Pero no está pasando solo porque estamos cerca y tiene sus importantes desafíos.

Primero, hay otros factores en el aumento de participación de las exportaciones de México a Estados Unidos que la cercanía entre ambas naciones. Una razón es la disputa que mantiene el gobierno de Joe Biden con el de Xi Jinping que se intensifica por temas como Taiwán, país que China insiste en anexar a su territorio para lograr una “sola China”. 

Esto ha traído consigo distintas críticas y sanciones, y por supuesto una disminución de las actividades comerciales entre ambos países, así que no es necesariamente que México esté exportando más, sino que China está exportando menos hacia Estados Unidos.

Segundo, para aprovechar el nearshoring es necesario tener las condiciones para atraer la inversión extranjera directa. Se estima que alrededor de 200 empresas internacionales se instalarán en México en los próximos tres años provenientes de Asia, Europa y del mismo Estados Unidos, por lo que atender el tema de la infraestructura y el abasto de agua en los estados predilectos por estas compañías es una urgencia, como en Nuevo León, Jalisco, Baja California y la Ciudad de México, donde recientemente no hay agua ni para el consumo de la ciudadanía. Además, México tiene que trabajar seriamente en tener una propuesta fiscal que lo vuelva atractivo para el nearshoring, independientemente de cómo se encuentre la relación de Estados Unidos con China. Si nuestras políticas fiscales siguen en el olvido, seguiremos siendo solo la segunda mejor opción.

Y tercero porque la seguridad pública en nuestro país sigue siendo un grave problema y está afectando terriblemente al sector del transporte, que realizó un paro nacional el 5 de febrero de 2024 para exigir mejores condiciones de trabajo.

Los transportistas están siendo víctimas de robos de camiones, asaltos con violencia, secuestros, asesinatos y extorsiones por parte del crimen organizado y, por si fuera poco, de las mismas policías locales.

En 2023 sumaron más de 9,100 casos que son un promedio de 765 al mes, 25 diarios, y un incremento del 4% en comparación con 2022, según datos oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y eso que hay muchos casos que no se reportan.

Este tipo de inseguridad, por el que los transportistas piden a gritos mayor presencia de la Guardia Nacional en las carreteras, golpea la competitividad de México, ya que los grandes contratos así como las oportunidades se fugan por el riesgo que implica transportar mercancías a través del país y pone de manifiesto que el gobierno ha perdido control del territorio. 

El robo de mercancías está contemplado hasta cierto punto en los costos de la operación de las grandes empresas, sin embargo, si ese robo de mercancías se traduce en pérdidas humanas es otra cosa: una trasnacional se puede dar el lujo de absorber los costos de un par de trailers robados, pero no puede apoyar un comercio donde sus trabajadores son extorsionados o asesinados. Entonces sí, es una gran noticia que después de 21 años México se posicione en el mejor lugar en el comercio con Estados Unidos, pero no es momento de celebrar ni de bajar la guardia, sino de presionar para que se cumpla con la obligación del Estado para garantizar la seguridad pública, antes de que las pocas puertas que se nos están abriendo se nos cierren de golpe en la cara.

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