Por: Ignacio González Becerra
Por el buen posicionamiento de las candidatas y la seguridad de que una tercera fuerza no va a lograr disputar la presidencia, dentro de algunos meses México elegirá por primera vez en su historia a una mujer como Presidenta. Se espera un triunfo de la doctora Sheinbaum por sobre la ingeniera Gálvez, también que sea más observada que cualquier hombre en la historia del cargo.
Los desafíos que enfrentará Sheinbaum o Gálvez estarán a la altura de tener por primera vez a una mujer como máxima autoridad. México sigue presentando alarmantes indicadores de pobreza y desigualdad, siendo preocupante la continuidad de malas noticias en materia de infancia. Según datos del INEGI -post pandemia- cerca de 4 millones de niñas, niños y adolescentes forman parte de la fuerza laboral mexicana y en paralelo -con clara correlación- se aumenta el rezago educativo, acumulando los estudiantes mexicanos dos años de atraso en su proceso educativo.
En el sexenio del presidente López Obrador las relaciones exteriores se materializaron mayormente por medio de la imagen del ex canciller Ebrad, siendo una tendencia en el presidente no participar directamente de los espacios de mecanismos de integración regional con los países de Latinoamérica. El sexenio tampoco ha sido claro sobre la situación humanitaria y calidad de la democracia en Cuba, Venezuela y Nicaragua. La aplicación de la Doctrina Estrada ha sido cuestionada, por ejemplo en las relaciones con Perú, Israel, Rusia o Bolivia.
El próximo gobierno mexicano tendrá como reto redefinir con mayor formalidad las relaciones con sus vecinos latinos. Respecto a la Doctrina Estrada, se verá obligado a zigzaguear y convivir con las presiones que piden definiciones más claras, por ejemplo sobre las dictaduras que existen en el continente o el conflicto entre Palestina e Israel. Todo lo anterior, se complicaría aún más con una nueva elección de Trump en Estados Unidos.
Por otra parte, la estrategia comunicacional de AMLO ha sido efectiva y permanente, las mañaneras son fundamentales para responder a la oposición, mostrar resultados, presentar políticas públicas e incluso en algunos casos le han servido para superar algunas tensiones con los medios de comunicación. En este espacio diario el presidente se siente cómodo y gana espacio en la prensa, ¿podrá alguna de las dos candidatas potenciar este espacio comunicacional o al menos darle continuidad?
El sexenio que viene -y seguramente algunos más- tendrá como gran demanda ciudadana la violencia contra las mujeres y la equidad de género, los femicidios en México crecen y no se detienen. En este caso el hecho de tener a la primera presidenta de la historia fomentará el crecimiento de esta demanda. Los asesinatos a periodistas se mantienen, según Artículo 19 la situación es “muy preocupante” y 31 profesionales de la prensa se encuentran desaparecidos, lo que representa más de un tercio de los periodistas en paradero desconocido de todo el planeta. Las dolencias del caso de Ayotzinapa siguen presentes. Para tener una mejor democracia, estos tres temas requieren máxima atención.
Es más probable que la doctora Sheinbaum sea electa, en ese casi seguro escenario la pregunta final es si mantendrá el estilo de AMLO o impondrá su propia impronta. En el caso de la oposición, la duda es si la alianza PAN y PRI seguirá siendo una estrategia meramente electoral o logran consolidarse como una coalición opositora duradera en el tiempo por sobre los cálculos electorales.
