No hay plazo que no se cumpla. La mañana de este miércoles 31 de octubre, cerca de ocho millones 632 mil capitalinos comenzaron a consumir sus propias reservas de agua.
El “apocalipsis” de agua potable y cubetas había comenzado: a las 8:00 de la mañana se cerraron las llaves de paso del Sistema Cutzamala, que dota del 40% del agua que consume la Ciudad de México.
“¿No es una exageración la reacción ante este corte de agua?”, le preguntaron a José Ramón Amieva, jefe de Gobierno de la CDMX, en el noticiero “Despierta”, de Carlos Loret de Mola. Respondió que no.
“Nunca se había realizado un corte de esta dimensión. Pero la ventaja que tenemos es que es un corte programado, no uno de emergencia”, añadió.
Además de los tambos y cubetas que los ciudadanos agotaron en las tiendas y mercados, habrá un programa de abasto de agua y vigilancia, con el apoyo de 500 servidores públicos de la Secretaría de la Contraloría General de la Ciudad de México, que intentarán garantizar el servicio gratuito de abasto de agua con… ¿pipas?
Aunque éste es el corte por reparaciones más largo que ha tenido la ciudad, el ejercicio forzoso de racionar el agua parece ser un buen inicio para replantear el futuro de la ciudad y no seguir el ejemplo de Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más grande de Sudáfrica, que desde abril del 2017 no tiene agua de manera constante.
Se calcula que en un baño de cinco minutos, se puede gastar un promedio de hasta 100 litros de agua. Cantidad que ni el sistema Cutzamala, ni el Lerma (el otro sistema de abastecimiento principal de la ciudad) pueden soportar proveer a los más de 21 millones 581 mil capitalinos.
Como recomendaciones está: bañarse con cubetas y no a chorro de la regadera, reusar el agua del lavado de trastes en los baños o limpieza de pisos.
Si necesitas servicio de agua pero te quieren cobrar, puedes llamar al 56279739, de la Dirección de Quejas de la Secretaría de la Contraloría General o hacer la denuncia desde la página www.contraloria.cdmx.gob.mx.
