La negligencia policial que permitió al feminicida serial de Iztacalco seguir matando

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La captura de Miguel N, tras el brutal asesinato de su vecina de 17 años, María José, y el intento de homicidio de Casandra -la madre de la joven- en Iztacalco, Ciudad de México, sacudió la país. Lo que se ha descubierto después también ha revelado la ineficiencia de las autoridades para investigar desapariciones de mujeres.

La idea de que un vecino, aparentemente inofensivo, esconda una vida criminal de esta magnitud es escalofriante, ya que la evidencia revela que Miguel N está presuntamente implicado en el homicidio de, al menos, otras seis mujeres, desde hace 12 años.

El perfil criminal de Miguel N, químico de profesión y activista de los derechos animales, pasó desapercibido durante todos estos años, ya que social y públicamente era una persona  que no daba señales de ser peligroso, pero esto es lo más interesante del caso.

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Los tipos de asesinos

La criminóloga Samanta Hernández -nombre ficticio a petición de la entrevistada- nos dijo que para clasificar el perfil criminal de Miguel N primero tenemos que hacer la diferencia entre los tipos de homicidas.

Por un lado tenemos a los genocidas, que generan muerte con la intención de exterminar a una población con motivaciones ideológicas. Después tenemos a los criminales de guerra, que son los que se comenten durante un conflicto por motivaciones políticas y sociales.

Existen también los asesinatos masivos o matanzas que se realizan un periodo corto de tiempo o simultáneamente, como los tiroteos en escuelas de Estados Unidos o algunos eventos atroces que hemos vivido en México, como te contamos en esta nota.

Los asesinos itinerantes son aquellos que cometen múltiples homicidios, en un periodo de algunos meses y en distintos lugares; y finalmente tenemos al asesino en serie, que es la categoría donde entraría el perfil criminal de Miguel N, de acuerdo con la especialista.

Un asesino serial cumple con ciertas características y por lo general suelen padecer un trastorno de personalidad antisocial (TPA), lo que conocemos como psicopatías.

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Un psicópata es una persona con una marcada insensibilidad emocional, aunque suele mostrar una faceta encantadora y seductora. Esto es lo que origina que el psicópata, o el asesino serial, tenga esta doble vida donde tenga diferentes actividades, que pertenezca a grupos sociales y por el otro lado oculte sus crímenes”, nos dijo la criminóloga.

Los asesinos en serie, nos explicó Hernández, son a menudo educados, con relaciones sociales, con trabajos estables. ”Tienen una vida completamente normalizada (…) En este caso yo puedo decir que Miguel N se puede encontrar dentro de esta clasificación del asesino en serie por el hecho de confesar diversos feminicidios en distintos periodos de tiempo”.

“Hay que saber que en la mente de un asesino serial pareciera haber una disociación, es decir, que presentan distintas formas de actuar. Primero va a conquistar a su víctima, va a generar confianza, la seduce, muestra un falso perfil y al momento de que la víctima ya se encuentra en total confianza, entra la cara contraria: el feroz asesino, el narcisista, el manipulador”, resaltó la especialista.

El escalofriante perfil del asesino en serie

El crimen que llevó a la captura de Miguel N fue particularmente horrendo. María José, una adolescente cuya vida fue cortada de forma trágica después de haber sido abusada sexualmente, se convirtió en el rostro del terror que este asesino serial impuso en Iztacalco. 

La madre de la joven también fue herida por Miguel N al tratar de defenderla y fueron los vecinos quienes retuvieron al hombre quien intentaba escapar de la escena del crimen, el departamento de María José y su madre, a donde llegaron las autoridades para realizar la detención. 

Luego, las investigaciones llevaron al departamento del sujeto donde encontraron restos de otras víctimas, entre estos cinco cráneos y alrededor de 20 identificaciones de mujeres, algunas de las cuales se han localizado con vida.

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Las confesiones que ha realizado el presunto criminal dejan sin palabras. Ha dado los detalles de cómo fue el asesinato de María José sin mostrar ningún remordimiento, incluso justificó su comportamiento argumentando que él fue abusado sexualmente por su propio padre, que su madre o hermana nunca lo protegieron de este abuso y que, por esa razón, tiene rencor contra las mujeres.

“Olvidé un detalle: cuando un cuerpo es asfixiado quitas las manos y todo y hay una respiración agónica, eso es muy normal. Yo para realmente no quedarme más tiempo en la posición de ahorcamiento, cuando acomodé el cuerpo busqué en la cocina una bolsa de plástico y se la puse en la cara a la víctima para que, mientras yo acomodaba el cuerpo, la víctima continuara con su estado de asfixia”, confesó detalladamente Miguel.

La criminóloga Samanta Hernández destacó que Miguel N ya se determinó como imputable, es decir, que está totalmente consciente del bien y el mal, sabe qué crímenes ha cometido y los reconoce. 

También nos explicó que la megalomanía del asesino en serie -su sentido de grandeza- se evidencia cuando es capturado. Generalmente, este tipo de personas, al estar en prisión revelan, casi con placer, todos sus crímenes. Y Miguel N no es la excepción, consideró Hernández.

Las señales que nadie vio

En su cuenta de Facebook y desde hace casi una década, Miguel N iba dejando pequeñas pistas de su comportamiento criminal en forma de poesía e imágenes, mientras mostraba su faceta de profesionista, defensor de los animales y amante de los viajes.

Sin embargo la pista más importante que al parecer a nadie le importó eran las mujeres cercanas a Miguel N que desaparecieron y que nadie buscó.

Así sucedió en el caso de Amairany R. quien desaparición a los 18 años en agosto de 2012. En aquel momento, la familia de la joven reportó que Miguel N había sido la última persona en estar con ella, ya que la había acompañado a recoger unas fotos a su preparatoria. Nunca más se supo de ella.

En más de una década la Fiscalía no realizó ninguna acción en contra de este presunto feminicida, acusan los familiares de la víctima.

“¿Por qué si tenemos este conocimiento las autoridades no actúan, no realizan investigaciones donde se le reconozca a la víctima con un perfil? Esto ayudaría a las autoridades a dar con su paradero, vivas o muertas, y hasta prevenir delitos”, consideró la especialista.

El problema, de acuerdo con Hernández, es que no ha existido un interés por parte de las autoridades para hacer una investigación criminal y poder prevenir este tipo de delitos, no se realiza un perfil victimal para poder identificar a personas vulnerables a un tipo de crimen. 

Las autoridades únicamente van a actuar cuando un delito sale a la luz. Sería diferente si realmente hubiera una investigación que vincule cierto tipo de situaciones y así determinar el perfil victimal, que daría como resultado el perfil criminal”, detalló.

De esta manera no tendríamos que esperar a que el asesino serial cometa un error para capturarlo, como ha sido el caso de Miguel N y todos los que han sido atrapados, acusó la especialista.

A María José y a otras mujeres las asesinó Miguel N, pero no podemos omitir que una parte importante de la responsabilidad la tienen las autoridades por su indiferencia, su mínimo esfuerzo para proteger a las mujeres en México y su dolorosa negligencia.

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