Ante un panorama poco alentador en la economía y la cuarta caída mensual de la actividad económica en México, nos preguntamos qué tanto perjudicó que se haya gastado 19% menos en programas de apoyo a emprendedores y empresarios hasta el tercer trimestre de 2019.
El presidente Andrés Manuel López Obrador conservó el Fondo Nacional Emprendedor y el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (PRONAFIM) de la anterior administración (pero con menos presupuesto) e implementó el Programa de Microcréditos para el Bienestar, también llamado “Tandas para el bienestar”.
El presupuesto del Fondo disminuyó tanto (tres mil millones de pesos) que el aumento de 147 millones de pesos al PRONAFIM (vs 2018) y los dos mil 600 millones de pesos para los Microcréditos para el Bienestar no fueron suficientes para igualar el presupuesto de 2018 en este tipo de programas. El presupuesto se redujo 5.5%, con base en cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Pero si analizamos las cifras del gasto al tercer trimestre de 2019, la diferencia es mayor: 707 millones de pesos, es decir, 19% menos. Entre enero y septiembre de 2018 se gastaron tres mil 639 millones de pesos en programas para emprendedores y microempresarios, mientras que en el mismo periodo de 2019 el gasto fue de dos mil 932 millones de pesos.
¿Perjudicó la economía?
Esas acciones políticas buscan “incentivar el desarrollo y fortalecimiento de las empresas mexicanas y desarrollar unidades económicas” –se apunta en los objetivos de los programas– por ello se podría decir que hicieron falta recursos económicos para mejorar la economía del país y que sí hubo un perjuicio.
Sin embargo, los micronegocios poco impactan en la economía a nivel nacional pues hay poca probabilidad de que generen salarios y prestaciones, explicó José Luis de la Cruz Gallegos, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico A.C. (IDIC), en entrevista para Cuestione.
Este tipo de programas nunca han tenido un diseño estratégico a mediano y largo plazo (comparándolos con la anterior administración). “Para mi son programas de apoyo social” porque no se espera una retribución a la economía del país, dijo De la Cruz Gallegos.
¿A quién afectó?
José Luis De la Cruz afirmó que la afectación fue para quienes antes podían recurrir a estos recursos para buscar apoyar su emprendimiento. Pero emprender es riesgoso y la realidad es que los micronegocios tienen alta probabilidad de fracasar.
Dotar de recursos a estos emprendimientos puede ayudar a que tengan mayor posibilidad de éxito. Incluso con menos dinero se podría hacer más, el problema es que la aplicación de esos programas no ha sido con criterios de efectividad, agregó De la Cruz Gallegos.
Aún así, el director general del IDIC mencionó que habrá que ver los resultados de los programas aunque “no se espera que sean positivos”.
Problema mayor
El Programa de Microcréditos para el Bienestar es un programa sin Reglas de Operación (ROP). Significa que no se está supervisando adecuadamente el uso de los más de dos mil 600 millones de pesos destinadas a “Tandas para el Bienestar” porque solo se está operando con lineamientos.
Eso abre la puerta a la discrecionalidad en el uso de los recursos y aunque los lineamientos estén bien hechos o son muy parecidos a las ROP, no hay certidumbre de su calidad, declaró Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, en entrevista para Cuestione.
Te puede interesar leer: Gobierno de AMLO gasta más en programas sin reglas de operación que en los reglamentados.
¿En qué programas debería invertirse?
En programas integrales que generen empleos, crecimiento económico y recaudación tributaria. Invertir en sectores productivos estratégicos que demanden proveedores y servicios para aumentar la actividad económica. En empresas de tamaño mediano o grande, sugirió De la Cruz Gallegos.
Lo ideal es que los programas estén dirigidos a la innovación tecnológica para crear un impacto significativo, pensando en que se pueda generar el próximo Facebook o Google, algo de alta innovación y que tenga gran impacto en el crecimiento económico del país, concluyó José Luis de la Cruz.
¿Por qué gastar en programas que no garantizan un crecimiento económico?
