Elba Esther: del éxito al ocaso, ¿resurgirá?

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“¿Cómo empieza su día normalmente, maestra?”, le pregunta. “Seis y media. Ejercicio. Sí porque si no, no aguanto la tensión”, contesta Elba Esther Gordillo, enfundada en un conjunto de pants rojo mientras anda sobre la caminadora. La pregunta la hizo el reportero Vicente Gálvez, quien acudió a la cita para la entrevista en el departamento de la maestra en Polanco.

En extremo protocolo, ella sigue con el recuento de su mañana. “A veces estoy ante la duda de si me duermo o camino y hago ejercicio. Pero ya me di cuenta que cuando hago ejercicio estoy anímica y físicamente mejor en el día. Por muy tarde a las siete me levanto. Luego la bañerita y la secada del pelo. Normalmente viene la persona que me seca el cabello y que me hace la manicura y pedicura aquí”.

Mientras lo cuenta sobre la caminadora, suena el teléfono. “¿Me perdonas?”, le dice ella al reportero confundido. Un empleado le acerca el teléfono y ella responde: “¡Bueno, sí! Me perdí. No no, terrible. ¡Llegué a las 11! ¿Usted va a estar por ahí?”. Se corta la escena.

La entrevista en cuestión se llama “Mujeres en el poder” y data de 2003, año en que Gordillo era la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y gozaba de una salud política plena. ¿Pero cómo llegó ahí?

Elba “la mayestra”

Elba Esther fue líder sindical al mismo tiempo que priista; figura completa. En 1960 se afilió al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), 10 años después, en 1970, conoció a Carlos Jongitud Barrios, presidente de dicho sindicato y quien la acercó al PRI.

La escalada en ambas instituciones fue rápida; para 1973 fue nombrada delegada sindical del SNTE en Nezahualcóyotl y a partir de entonces sólo tuvo que esperar paciente para que en 1979 fuera postulada como diputada federal y más tarde, en abril de 1989, Carlos Salinas de Gortari la nombrara como la nueva presidenta del SNTE.

Todo fue sumando. Y en un fragmento del libro Los socios del Poder, Ricardo Raphael de la Madrid (que retomó Nexos), se narran a la perfección los escasos días de transición de poder sindical y el llamado “golpe de suerte” que la llevó a ser la mujer con más poder político del país.

Desde el sábado 22 de abril de 1989, ante una inminente agitación magisterial que exigía mejores salarios, hubo una reunión y varias llamadas telefónicas con las que Manuel Camacho SolísManuel Bartlett y Carlos Salinas de Gortari llegaron a un acuerdo: citar a Carlos Jongitud para darle la noticia de que estaba “despedido”.

Elba Esther Gordillo con Carlos Salinas de Gortari, el 15 de mayo de 1989.

Al día siguiente, se sabe que en la Casa Lázaro Cárdenas, dentro de Los Pinos, Jongitud hizo dos preguntas: “¿Qué quiere el presidente de mí?” y “¿Quién va a sucederme?”. La respuesta para ambos cuestionamientos fue la misma: Elba Esther Gordillo.

Despejado camino al dorado

Con la preferencia de su partido político y sus agremiados sindicales en el bolsillo, Elba llevó la titularidad del sindicato a otro nivel y cambió las reglas y estatutos cuantas veces fue necesario para que nunca se le acusara de malas prácticas ni de reelecciones amañadas.

Aunque no todo fue miel sobre hojuelas con otros miembros del partido, y basta con recordar la pelea con Manuel Bartlett, quien era el titular de la Secretaría de Educación, que en 1992 provocó la descentralización educativa y un contrato colectivo dudoso; ella siempre tuvo la seguridad del cobijo partidista. Tanto que en 1995 Gordillo dejó la dirección del SNTE para ser la secretaria general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) del PRI, y seis años después fue la secretaria general del mismo partido, con Roberto Madrazo al frente.

Después de seis años en la CNOP, en 2001 el paso como secretaria general del PRI lo dio del brazo de Roberto Madrazo, que se convirtió en el presidente del partido. Y así escaló también como legisladora y se convirtió en diputada. Desde esa curul, Elba dio su fallo positivo a la alza del IVA en medicinas y alimentos, una propuesta del gobierno foxista que prometió el rediseño de la recaudación de impuestos para después distribuirlo más equitativamente.

Aún teniendo un papel representativo del PRI, Elba movió sus piezas en beneficio del entonces presidente Vicente Fox y jugó a favor de sus propuestas, sin contar que venía de un enfrentamiento con Roberto Madrazo por las listas de diputados y senadores plurinominales de su partido. Con el antecedente en contra, no fue difícil que en octubre del 2003 los diputados de su partido se le rebelaran y Madrazo se deslindara de ella. Hacia diciembre de ese año, Gordillo fue “relevada” en la coordinación parlamentaria.

Roberto Madrazo, ex candidato presidencial, con “La Maestra”, en 2003.

Pero poco le duró el desempleo, en menos de un año pide unas reformas a los estatutos del SNTE para reelegirse y, sí, lo consigue.

En 2006, luego de duras peleas con Roberto Madrazo, la expulsan del PRI, pero poco le importa y promueve la creación del partido Nueva Alianza, desde donde da su apoyo al candidato presidencial en turno: Felipe Calderón.

Bajo el cobijo de su nuevo partido y con la presidencia del SNTE de manera indefinida, Gordillo siguió sumando parientes y conocidos en cargos claves de la gestión pública, (desde el subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez —yerno—, o a su amigo M. Ángel Jiménez en la dirección de la Lotería Nacional).

En 2012, el sexenio y apoyo de Calderón terminó, pero no así su poder, pues ella fue electa presidenta del VI Congreso Nacional del SNTE para el periodo 2012-2018, y nuevamente presidenta del Consejo General Sindical.

El juego que hay que jugar

Pero el 26 de febrero del 2013, la suerte se le movió y elementos de la Marina y de la PGR llegaron al aeropuerto de Toluca para abordar el avión privado donde viajaba Elba Esther y así detenerla. Los delitos que le fincaron fueron: lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal.

Sin amigos poderosos que le respondieran el teléfono, Gordillo fue recluida en el penal femenil de Tepepan, donde pasó sólo cuatro días para después ser trasladada a la torre médica del reclusorio l, y luego a una clínica privada; finalmente logró tener prisión domiciliaria.

Después de un proceso que duró cinco años con cinco meses y 11 días, casi todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, el episodio de la prisión para Elba Esther terminó el 7 de agosto del 2018, justo el mismo día de la declaración oficial de Andrés Manuel López Obrador como presidente electo. A las 11:30 de la noche su abogado le notificó la resolución del primer Tribunal Unitario que decretaba su libertad inmediata y la absolución de los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada.

El 20 de agosto del 2018, Elba Esther Gordillo reapareció en una conferencia de prensa y habló sobre la “cacería mediática en su contra”, “persecución política de acoso e injusticia” y su inocencia. Ahí levantó la mano en “defensa del magisterio nacional y todos los trabajadores de la educación” y lamentó que responsabilizaran a los maestros de la situación educativa del país.

A pesar de estar libre, la exlideresa de la SNTE no ha resuelto todas las acusaciones en su contra, el Ministerio Público de la Federación mantiene abierta una indagatoria en su contra por defraudación fiscal cometida entre 2008 y 2009.

Ave Fénix

El 22 de octubre, en un salón de eventos en Lomas Altas hubo una reunión llena de aplausos que convocó el grupo Maestros por México. Ahí Elba Esther se plantó para decir: “No, no, no. La ley es la ley y voy a hacer respetar la ley […] Sigo siendo la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional, lo que tiene Juan Díaz es la chequera de los maestros. Pero lo que tengo yo es el liderazgo de los trabajadores. ¡Esa es la diferencia!”, y con ello reclamar su lugar de vuelta en el sindicato, y anunciar, de paso, una denuncia contra Juan Díaz de la Torre, líder del SNTE —sin licencia— .

Desde entonces, ha habido varias denuncias de ida y vuelta entre Gordillo y miembros del magisterio.

La última noticia sobre Elba Esther Gordillo incluye el plan de hacer un nuevo partido político que siga los pasos de Nueva Alianza. El elegido para representar a esa nueva “fuerza política de los jóvenes” es René Fujiwara, su nieto.

René Fujiwara, nieto y heredero del legado de Elba.

Ante las claras intenciones, el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador ha dicho en los últimos días que ya no habrá sindicatos de Estado ni promoverán a dirigentes sindicales. ¿Será?

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