Tras la reducción del 36% de flujos de personas migrantes de Centroamérica a México que anunció el canciller Marcelo Ebrard en la mañanera del 22 de julio, los gobiernos de nuestro país y Estados Unidos acordaron continuar con su plan migratorio, pero no a todo el mundo le gusta cómo se han hecho las cosas.
El 18 de julio, el Parlamento de la Unión Europea emitió una resolución sobre la presencia de la Guardia Nacional para frenar el paso de la población en contexto migratorio en la frontera sur de México.
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“Consideramos que el Ejército no es el instrumento correcto para lidiar con cuestiones migratorias. La situación en la frontera debe de ser manejada por policía especializada que haya sido entrenada para respetar los derechos humanos y la dignidad de los migrantes”, señaló el Parlamento Europeo.
Y agregó: “responder a los flujos migratorios con represión o criminalización favorece la xenofobia, el odio y la violencia”.
Señalamientos al plan migratorio
La Unión Europea enlistó varias de las razones por las que, dijo, está “profundamente preocupada” ante la política migratoria impulsada por EU y México:
- La situación de las personas migrantes y solicitantes de asilo, especialmente la infancia.
- Las muertes de personas que viajan en las rutas hacia la frontera EU-México.
- Las condiciones en los centros de detención de inmigrantes de EU, que carecen de sanidad, alimentación digna y saneamiento adecuado.
- Las muertes en los últimos meses de siete menores migrantes que estaban bajo la custodia en Department of Homeland Security (Departamento de Seguridad de la Patria).
- El uso de la separación familiar como método para disuadir la migración, ya que puede causar la traumatización sistemática de niñas, niños y sus familias.
- Las últimas redadas en EU.
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Las y los eurodiputados recordaron a ambos gobiernos americanos que las medidas de gestión de la frontera deben cumplir con la legislación internacional en materia de derechos humanos y no debe basarse en políticas destinadas a detectar, detener y deportar de forma expedita a migrantes en condición irregular.
El Congreso también pidió a ambos gobiernos garantizar en todo momento a esta población la seguridad y el acceso a los procesos de asilo y que se respete el principio de no devolución y de condiciones de recepción dignas.
Incluso, solicitó a las autoridades estadounidenses que garanticen de inmediato que todas las personas detenidas en las estaciones migratorias tengan acceso a los derechos básicos, como agua, alimentación, salud y vivienda; y que ratifique la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, cuya adopción por parte de EU está pendiente desde 1995.
El Parlamento Europeo señaló que cree “en un comercio abierto y justo”, pero -sentenció- “la coerción y la amenaza de aranceles punitivos son contraproducentes y no pueden ayudar a que los países soberanos encuentran soluciones constructivas y sostenibles a los desafíos políticos tales como la migración”.
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México responde
La cancillería mexicana respondió -a través de un comunicado– a la Unión Europea. En la carta expresó que coincide con ella y “toma nota de la resolución”; también reiteró su compromiso “de hacer cumplir sus leyes con pleno respeto a los derechos humanos”.
Sin embargo, hasta ahora ni el gobierno de EU ni de México han presentado alguna iniciativa que modifique la política migratoria en el sentido que pidió la Unión Europea. ¿Creerán que el fin justifica los medios?
