Alfonso Romo, el empresario a la derecha del presidente

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Se le acusa de conflicto de interés

Como jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo tiene entre sus tareas definir los asuntos de competencia del Ejecutivo federal y es considerado su “brazo derecho”.

Sirve como consejero y enlace del mandatario, Andrés Manuel López Obrador, con el Poder Legislativo, gobernadores y la iniciativa privada, un sector que conoce bien.

Además, da seguimiento y evalúa las políticas públicas impulsadas por el presidente, sin perjuicio de las atribuciones que ejercen las dependencias y entidades de la administración federal, de acuerdo con el Gobierno de la República.  

¿Pero quién es Alfonso Romo?

Es un empresario agroindustrial nacido en la Ciudad de México el 8 de octubre de 1950. Creció en el estado de Nuevo León, donde estudió la licenciatura en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

En esta época se vinculó con grupos católicos como el Opus Dei y la congregación fundada por el pederasta Marcial Maciel, los Legionarios de Cristo.

En 1987 compró Cigarrera La Moderna. Luego fundó, en 1991, Pulsar Internacional, una compañía de seguros que después extendió sus alcances a la biotecnología.

Supuestos vínculos y admiración por Pinochet

Por su responsabilidad al frente de Pulsar se vinculó con el exdictador Augusto Pinochet, según información acreditada al diario chileno La Tercera.

En marzo de 2000 Pinochet habría invertido 1.2 millones de dólares en la compañía de Alfonso Romo, dedicada a la producción y distribución de semillas transgénicas.

Pero algo salió mal. Pulsar Internacional atravesó problemas de liquidez en los años posteriores y Pinochet no pudo recuperar en un primer momento su inversión, algo que peleó por años, según la nota titulada: “El peor negocio de Pinochet”.

Distintos medios y columnistas mexicanos retomaron la información, sin embargo en el portal electrónico de La Tercera no existe archivo digital de la nota.

En el libro Pinochet S.A., la base de la fortuna, el periodista Orzren Agnic documentó en 2006 la relación entre ambos personajes.

“Según los términos ofrecidos por el multimillonario mexicano, los bonos de deuda de Pulsar Internacional (…) serían liquidados en mayo de 2001. Se había garantizado una utilidad fluctuante entre 10 a 25%. Los bonos comprados por Pinochet estaban plenamente garantizados con un 180% del valor de la deuda, no sólo con papeles, sino también mediante activos tangibles de la empresa mexicana. Para sorpresa del mundo de los negocios, y para el asombro de Pinochet en particular, el negocio repentinamente fracasó”, escribió el periodista chileno Ozren Agnic.

De esta época debió surgir la admiración de Alfonso Romo por el dictador chileno, de quien habría dicho, según un perfil publicado en agosto de 2018 por La Jornada, “que si era enjuiciado, debería enjuiciarse también al presidente Salvador Allende, quien también era un asesino”.

En una entrevista que concedió a Proceso, el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, definió a Romo como un personaje de extrema derecha y se preguntó: “¿cómo un hombre así, que llegó a admirar a Augusto Pinochet y a Marcial Maciel, acabó no sólo siendo amigo de López Obrador, sino incluso siendo el Jefe de la Oficina de la Presidencia?”.

Amigo de Fox

Sin embargo, en el año 2000, Alfonso Romo estaba lejos de trabajar con AMLO. Por el contrario, apoyó activamente la campaña del candidato panista, Vicente Fox, y luego de su triunfo en la contienda presidencial, participó en la elaboración del Plan Puebla Panamá, uno de los principales proyectos de ese sexenio.

Rubén Aguilar, exvocero presidencial de Vicente Fox, dijo en entrevista para Cuestione, que Romo es “un empresario exitoso con una carrera muy sólida y tiene empresas de vanguardia tecnológica”.

Sobre el aparente viraje ideológico de Alfonso Romo, Aguilar señaló que las personas pueden cambiar, “están en su derecho de evolucionar”.

“He oído decir a Alfonso Romo que se identifica con el presidente (López Obrador) en razón de su vocación social que dice tener y que se identifica en eso con el presidente, en términos de un país más justo, más equitativo, con menos pobreza y que eso fue lo que lo animó siempre a estar cerca de este proyecto político”, agregó Aguilar.

Además de ser el puente con los empresarios, Alfonso Romo también lo sería con grupos de la jerarquía católica más conservadora, como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, de acuerdo con el periodista Carlos Ramírez.

“Porque el Opus Dei y los Legionarios de Cristo siguen siendo un grupo de poder dentro del Vaticano, su plaza continúa en Monterrey y por los lazos de Romo con el padre Maciel”, escribió Ramírez en su columna Indicador Político en agosto de 2018.

Conflicto de interés

Distintos medios han hecho eco de los supuestos vínculos de Alfonso Romo con Casa de Bolsa Vector, una de las más grandes de México en su género y con presencia en tres continentes.

En la entrevista a Proceso, el extitular de Hacienda, Carlos Urzúa, se refirió a este supuesto conflicto de interés.

“No me consta, pero dado que en la jefatura de la Oficina de la Presidencia se maneja a diario un cúmulo de información económica confidencial, uno quisiera que Alfonso Romo y sus familiares, hasta de primer grado, no tuvieran actualmente participación accionaria alguna en la Casa de Bolsa Vector”.

Romo no se ha pronunciado, sin embargo el periodista Darío Celis en su columna La Cuarta Transformación publicó que el futuro del jefe de la Oficina de la Presidencia tendrá que definirse en los próximos días, porque ya resulta insostenible para el gobierno de López Obrador.

“Y hay de dos sopas: o queda fuera del gobierno, o se le formaliza una posición en el gabinete”, escribió Celis, para quien el destino de Romo apunta a la Secretaría de Economía.

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