Cuál es el futuro de las estancias y guarderías en tiempos de COVID-19

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A cinco días de que empiece la llamada “nueva normalidad”, el aumento del número de muertes y contagios por coronavirus continúa en ascenso. El 5 de junio, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, dio a conocer números poco alentadores: 13,170 muertes, 625 registros más que el día anterior; y 110,026 contagios, 4,346 casos más a los reportados el 4 de junio.

Bajo este panorama, en Irene prevalece el miedo. Una de sus excompañeras de la secundaria falleció por COVID-19; dejó a dos niñas y a su esposo… E Irene sigue trabajando. La estancia infantil en la que labora no cerró

“Depende del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Nosotros seguimos trabajando, pero tenemos miedo a contagiarnos en el traslado al trabajo. Veo las noticias, nunca he entendido eso de la curva aplanada. Yo veo que hay más casos, más muertos”, explicó la educadora.

A Irene le informaron que, por disposición del ISSSTE, la estancia donde labora seguiría abierta. 

“El ISSSTE informa que 120 de sus Estancias de Bienestar y Desarrollo Infantil (EBDI’s) operan con normalidad para atender a 6 mil 995 menores hijos e hijas de madres y padres de familia que siguen laborando en hospitales, instituciones de seguridad y otras áreas esenciales”, se lee en el comunicado emitido el 27 de marzo.

Se redujo la plantilla de empleados en las EBDI’s y dejaron de laborar personas mayores de 65 años, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como con enfermedades crónico-degenerativas.

Sin embargo, también hubo molestia de algunas trabajadoras en los EBDI’s. Lucía platicó a Excélsior supuestas presiones por parte del director del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, quien les exigió rolar turnos a personal con padecimientos de diabetes, hipertensión o enfermedades metabólicas.

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¿Cuáles son las medidas que se implementaron? 

Al ingreso se establecieron dos filtros. “El uso de cubrebocas es obligatorio tanto para el personal como para los padres de familia. Al tocar la puerta se les toma la temperatura a los padres y al pequeño. Y se les prohíbe su ingreso si tienen temperaturas de más de 37 grados. Les das gel a los padres y a pequeñitos les limpian las manos con toallitas desinfectantes”, comentó Irene.

Una vez que pasan el primer filtro, se les cuestiona a las madres y padres de familia sobre algún síntoma del menor o si algún familiar cercano que haya tenido contacto con los menores ha presentado alguna de las características del COVID-19.

Después “se ingresa al área correspondiente a los pequeñitos, que previamente fue sanitizada. Nosotros no usamos el cloro, es muy irritante para los niños, así que se desinfecta bien con agua y jabón”, dijo Irene.

Durante la estancia de los menores en la escuela, se realizan cuatro revisiones y se limpian las cosas que utilizaron, además de la limpieza constante de las puertas. 

“Parece exagerado, pero no lo es. Esto nos permite tener la confianza de que los niños estarán bien. Si en esas revisiones llegaramos a notar tos, fiebre, diarrea… inmediatamente hablamos a los padres para que vengan por la pequeña o el pequeño y los trasladen a una Clínica de Medicina Familiar donde los revisarán”.

¿Se adelantaron a la nueva normalidad? “No puedes jugar con la vida de los pequeños. Si ellos están bien, nosotros también. Ahora, tenemos una población muy reducida, veremos más adelante, vamos a reforzar el tema de la higiene”, respondió la maestra.

“Conforme pasan los días hemos dejado de atender pequeños, los han dejado de traer. Lo entiendes, ¿para qué exponer a tu hijo si bien puedes dejarlo en casa?”, mencionó.

Irene incluyó el miedo en su rutina. “Tengo necesidad de trabajar. Me da miedo al escuchar que ya hay más de cien mil contagios y salgo todos los días, me cuido, pero en esto ya ni sabes”.  

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¿Qué pasa con las guarderías dependientes del IMSS?

El comunicado de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) publicado el 19 de marzo dio a conocer que mil 417 guarderías que atienden a 215 mil menores se mantendrían en operación.

Ante este panorama se implementó un protocolo sanitario:

  • Verificar que los menores no tengan síntomas de enfermedad respiratoria o temperatura.
  • Realizar cinco recorridos diarios para detectar síntomas por COVID-19 en los niños.
  • Si se ubica a un menor enfermo, se pide a los padres recoger a sus hijos y llevarlo a la Unidad de Medicina Familiar.
  • Aplicar el lavado de manos con agua y jabón constante. 
  • El personal que labora en las guarderías debe usar gel con base en alcohol al 70%. 
  • En el caso de los lactantes, el lavado de manos es constante.
  • Todas las superficies deben limpiarse con una solución a base de cloro.
  • Aplicar cuestionario padres de familia para asegurar que no haya enfermos en la familia.

Sin embargo, el 24 de marzo se suspendió el servicio en las guarderías de prestación directa del IMSS como consecuencia de las medidas de prevención ante la contingencia sanitaria.

Será hasta nuevo aviso, que los guarderías del IMSS abran y refuercen las medidas de higiene ya contempladas.

Así inició Jalisco

En el estado de Jalisco, el Protocolo de Acción ante COVID-19 para la reapertura de Guarderías contempló dar atención a menores de 0 a 3 años. 

“Estamos cuidando que el personal docente pueda iniciar la atención para más de 600 niños en 40 centros, tenemos señalizado distancia entre 1.5 y 2 metros en la recepción de los menores de edad y también se tendrá que respetar la norma que rige la operatividad del comedor”, anunció el Secretario del Sistema de Asistencia Social, José Miguel Santos Zepeda.

A las medidas que contemplan las guarderías del ISSSTE e IMSS se hizo hincapié en “la prohibición de las fiestas, festivales y reuniones donde concurran los menores de edad, sus padres y familiares… no compartir alimentos”.

El personal de los planteles en Jalisco debe de promover el lavado constante de manos, después de toser, antes del acceso a guardería, antes y después de dar alimentos a los niños de la guardería, cuando consuma alimentos, al asistir al baño, al hacer un cambio de pañal, al administrar medicamentos o dar cualquier tipo de atención.


Y mientras nos seguimos acoplando a la nueva normalidad, ¿las niñas y niños podrán adaptarse a los nuevos hábitos?

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