Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos, abrió las puertas del Palacio de Gobierno de una manera poco común y permitió oficiar una misa en honor a la Virgen de Guadalupe, el pasado 12 de diciembre, lo que le valió que organizaciones estén exigiendo que se le sancione.
El colectivo República Laica presentó una denuncia en contra de Blanco, ante la Secretaría de Gobernación, por promover un acto religioso en su carácter de servidor público y por, supuestamente, haber violado la Constitución Política que garantiza el Estado laico, la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, y la Ley de Administración Pública Federal, se lee en el documento.
“Cuauhtémoc Blanco Bravo confundió su feligresía personal y su investidura presentándose en un evento público religioso como gobernador”, se lee en la carta que entregó Martha Juárez, integrante de República Laica y dirigida a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Bernardo Barranco, economista y Maestro en sociología, experto en asuntos religiosos, percibe un aumento en la interacción de lo religioso con el sistema política: “Ya no es nuevo ver estas escenas. La cuestión de fondo es que no se trata de ninguna travesura, sino que hay una politización de lo religioso”.
Y es que, a decir de Barranco, los políticos se encuentran “tan alejados de los ciudadanos que utilizan el factor religioso, para mostrarse morales, que como creen en dios están exentos del pecado y la corrupción”.
¿Qué sigue?
Ni la ley ni el reglamento de Asociaciones Religiosas establece un plazo para responder o dar seguimiento a la denuncia de República Laica en contra de Blanco.
Barranco considera que, como en otros casos, Gobernación hará una llamada de atención al gobernador de Morelos y ahí quedará todo.
Por último, Barranco hace un llamado a no minimizar los cada vez más frecuentes coqueteos entre gobierno y religión: “No solo es el exfutbolista, sino que hay una tendencia en México y América Latina del uso de lo religioso. Esto es peligroso porque el sustento y origen del Estado moderno mexicano es una tajante separación de lo religioso con lo político”.
República Laica aclara: “todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley”, pero lo encabezado por el gobernador de Morelos violentó la normatividad, aseguran.
