La epidemia de COVID-19 está poniendo a prueba el sistema de salud de todos los países y el gobierno mexicano anunció el Plan Emergente de Salud ante esta crisis sanitaria.
Esto a pesar de que hace menos de dos meses, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró “que afortunadamente no es un asunto grave, para decirlo así. No quiere decir que se omita, que no interese, pero es muchísima la difusión mundial, muchísima la difusión”.
Pero ¿en qué consiste este plan? ¿Será eficaz para atender a toda la gente que podría ser hospitalizada por COVID-19?
El 4 de abril, López Obrador aseguró que, desde el principio, los especialistas mexicanos le dijeron que el COVID-19 se cura fundamentalmente en casa, con medidas preventivas.
“Sin embargo, tenemos también que prepararnos para lo curativo y nos estamos dedicando a eso, a que tengamos espacios, camas, ventiladores, especialistas, todo lo que se necesite”, dijo López Obrador.
El mandatario convocó a todos los médicos generales del país a combatir uno de los rezagos más graves que tenemos: la falta de médicos especialistas.
“Si no tenemos en general el número de especialistas que se requieren, como se comprenderá, no tenemos de especialistas que se requieren para enfrentar la epidemia, sobre todo los especialistas para terapia intensiva”, dijo López Obrador.
Por su parte, Víctor Hugo Borja Aburto, Director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó porqué hay una escasez histórica de especialistas.
“En 2019, (hubo) 42 mil médicos generales interesados en hacer la residencia médica, todos estos en su mayoría jóvenes, hicieron el examen y sólo fueron aceptados un poco más de nueve mil, de tal manera que es insuficiente el número de médicos que se van formando”, dijo Borja Aburto.
Al examen al que se refiere es al aprobado por la Secretaría de Salud (SSA) y la Comisión Interinstitucional de Formación de Recursos Humanos en Salud (CIFRHS), para evaluar a los aspirantes a continuar sus conocimientos con la práctica de especialidades en instituciones de salud.
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¿Cuál es el plan?
El presidente informó que el objetivo es fortalecer los planes que ya se tenían tanto en el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) como en el IMSS, para contar con más especialistas en la atención de terapia intensiva.
El plan fue presentado el 4 de abril por Alejandro Svarch Pérez, titular de la coordinación médica del INSABI, en un video que comenzó diciendo que “México contará con personal de salud suficiente y preparado para atender a los pacientes graves por contagio del COVID-19”.
La idea es aprovechar a personal médico y de enfermería de todo el país, tanto generales como de especialidades no críticas, de acuerdo con la presentación de Svarch Pérez, para capacitarlos e integrarlos a los equipos de atención de pacientes graves por COVID-19.
Esto se hará mediante un modelo de atención en cascada, el cual consiste en que cada médico especialista en tratamiento de terapia intensiva se convierta en un jefe de grupo.
Cada grupo estará compuesto por otros cinco médicos o médicas generales o especialistas en otras áreas, pero capacitados para COVID-19, de acuerdo con la presentación.
De esta manera cada especialista de terapia intensiva podrá estar a cargo de 25 pacientes en estado crítico. Y el mismo modelo de cascada se aplicará para el personal de enfermería, según Svarch Pérez.
Las capacitaciones se están impartiendo vía remota para reducir tiempos y evitar traslados, con contenidos diseñados por expertos en protección personal y prevención de infecciones, reconversión hospitalaria, apoyo a personal médico intensivista, manejo del paciente crítico y manejo técnico de ventiladores.
Además, Borja Aburto, agregó que este año la CIFRHS aprobó dar un incentivo “a aquellos médicos generales que ayuden a la atención de COVID-19 y que les demos estos dos puntos adicionales a aquellos que se contraten con nosotros, se capaciten y atiendan a los pacientes junto con los médicos internistas neumólogos y urgenciólogos que van a dar la capacitación”.
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¿Será suficiente el Plan Emergente de Salud?
En entrevista con Cuestione, Guadalupe Soto Estrada, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, mencionó que el plan es, como su nombre lo indica, una respuesta emergente para la etapa que viene.
“Desde hace varios años ya se sabe del déficit, tanto de médicos como de enfermeras, en nuestro país, con cifras promedio por debajo de varios países de la OCDE”, dijo Soto Estrada.
Sin embargo, la especialista asegura que “desconocemos la calidad y la experiencia de los médicos que van a ser contratados. Muchos de ellos serán recién egresados de una carrera en la que se sabe se necesitan por lo menos 10 años de experiencia para adquirir cierta ‘expertise’, sobre todo ante un evento de esta magnitud”.
“Si bien en estos momentos es urgente aumentar el personal de salud para atender la demanda de la población, creo que se tiene que dar cierta curva de aprendizaje que requiere de tiempo, tiempo que ya no se tiene porque la fase 3 se encuentra muy próxima”, dijo Guadalupe Soto.
Y concluyó: “Esto puede resultar contraproducente y tener un impacto directo en la mortalidad y en la letalidad de la población afectada por SARS-Cov-2 en nuestro país”.
La crisis de COVID-19 vino a mostrar la importancia de tener personal médico y equipo de enfermería suficiente para atender a la población del país. ¿El Plan Emergente de Salud intentará remediar décadas de dejar a la salud en segundo plano?
