El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, acusó al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, de absorber de facto las facultades que le corresponden a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Esto viola la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, donde se establece que la política migratoria es una atribución de la Secretaría de Gobernación, sentenció el diputado.
¿Y todo para qué? Según Muñoz Ledo, para satisfacer una demanda de Estados Unidos que “nos están apretando las tuercas no sólo con los aranceles”.
El legislador morenista tiene razón… ¿A quién le toca en México decidir y coordinar la política migratoria?
Aunque el tema son las caravanas de personas extranjeras sin documentos en México, decidir y coordinar la política sobre esta población no es una tarea de la SRE.
Planear, proponer, coordinar y verificar que se ejecute la política migratoria en el país es una función de la Secretaría de Gobernación (Segob), que encabeza Olga Sánchez Cordero, a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, cuyo titular es Alejandro Encinas.
Para ello, la Subsecretaría de Encinas tiene una Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, que propone la política migratoria del país y a nivel internacional, de acuerdo con el Reglamento Interno de la Secretaría de Gobernación publicado en la gaceta oficial el pasado 31 de mayo de 2019.
Esta unidad debe participar, junto con la SRE, en la negociación de acuerdos interinstitucionales u otros instrumentos internacionales que tengan contenido de política migratoria, dice el Reglamento.
También le corresponde participar en la elaboración, diseño y desarrollo de la política en materia de refugio, asilo y protección complementaria.
Esta oficina, y la subsecretaría de DH, son quienes deben recoger las demandas y posicionamientos de los Poderes de la Unión, de los gobiernos locales y de la sociedad civil organizada para la formulación de la política migratoria, y coordinar los mecanismos y los grupos de trabajo que sean necesarios.
Y debe opinar cualquier iniciativa de leyes, decretos, procedimientos, criterios, estrategias, lineamientos, protocolos y demás instrumentos, en materia migratoria.
Pero… la sacó de la jugada
Durante las recientes mesas de negociación entre México y Estados Unidos para evitar aranceles, cuyo tema central fue la economía y la migración, no participó nadie de esta Unidad, ni de la Subsecretaría de DH, ni la titular de la Secretaría de Gobernación.
Andrés Manuel López Obrador encargó a Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, encabezar al equipo negociador frente a Washington. Entre quienes asistieron estuvo: Graciela Márquez Colín, secretaria de Economía; Baltazar Hinojosa, secretario de Agricultura; Martha Bárcenas, embajadora de México en EU; y el asesor de la Presidencia, Lázaro Cárdenas, pero nadie de Segob.
Y luego, como si el canciller no tuviera ya suficiente trabajo, el mandatario federal le encargó este 11 de junio, dirigir a una comisión especial que estará a cargo de la estrategia migratoria con la que planean reducir el flujo migratorio de personas centroamericanas y evitar que en 45 días haya una nueva negociación con el vecino del norte.
Participan en esta comisión el militar (con cargo de general) Vicente Antonio Hernández; Javier May Rodríguez, subsecretario de Bienestar; Horacio Duarte, subsecretario de Empleo, de la Secretaría del Trabajo; Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y El Caribe, y -como parte de migración, según dijo López Obrador- Francisco Garduño Yánez, quien hasta ayer era encargado de los reclusorios en México
En este grupo -integrado únicamente por hombres- no participa ningún funcionario de la Secretaría de Gobernación ni de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración.
¿Y la Segob? En boca cerrada no entran moscas
Por su parte, hasta apenas el 11 de junio y después de cuestionamientos directos por parte de la prensa, Alejandro Encinas se pronunció en la conferencia matutina para que la Guardia Nacional actúe “de manera cuidadosa”.
Mientras, Sánchez Cordero se ha mantenido al margen de las negociaciones con EU y de la nueva estrategia en materia migratoria.
Pero en marzo, la titular de Segob anunció un plan migratorio, el cual indicaba que el Instituto Nacional de Migración (INM) deportó a más de 9 mil personas en condición migratoria irregular en México; la gran mayoría de América Central, especialmente de Guatemala y Honduras.
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Según trascendió en espacios de opinión, como la columna de Raymundo Riva Palacio en El Financiero, “la eliminación de Sánchez Cordero del equipo y su marginación en la estrategia para los próximos 45 días, es debido a la aceptación interna en el gobierno, de que no tiene ni la capacidad ni la fuerza suficiente para cumplir con lo acordado. El plan que propuso en Miami, en marzo, se colapsó”
¿Será? Según documentó Aristegui Noticias, la secretaria de Gobernación ha sostenido reuniones desde enero pasado con el gobierno estadounidense para acordar el plan de devolución de personas migrantes.
Y, de acuerdo con el periodista Sebastián Barragán, la firma de Alejandro Celorio Alcántara, uno de los funcionarios que acompañó a Sánchez Cordero a estas reuniones de trabajo, coincide con la firma que las cámaras de distintos medios estadounidenses captaron en el documento que Donald Trump presumió la tarde del 11 de junio como el “acuerdo secreto” entre México y su gobierno. ¿Será que no está totalmente fuera de la jugada?
¿Cómo va la aplicación de la estrategia?
El titular de la SRE informó este 12 de junio que el próximo viernes se reunirá con los gobiernos de las entidades sureñas para explicar los detalles de la nueva estrategia; y desde el 11 de junio, el gobierno federal comenzó el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur, lo que -según dijo- no representará la criminalización de las personas migrantes.
Sin embargo, ese mismo día, el INM reportó la muerte de un ciudadano guatemalteco que había sido detenido por agentes migratorios.
