¿Nos afecta que bajen calificación a Pemex?

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Todo el mundo está hablando de la reducción en la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) que la agencia calificadora estadounidense Fitch Ratings realizó el pasado 29 de enero, pero como sabemos que muchos de los términos empleados son muy técnicos, en Cuestione nos dimos a la tarea de investigar y explicar paso a paso qué sucedió y qué implicaciones tiene para nuestro país y para nuestro bolsillo.

A todo esto, ¿qué es una calificadora?

Son instituciones especializadas que se dedican específicamente a elaborar opiniones independientes, objetivas y estandarizadas sobre el riesgo que tiene una empresa o gobierno de no poder cumplir en tiempo y forma sus compromisos de pago. Sus opiniones se llaman “calificaciones crediticias”.

Surgieron de la necesidad de los inversionistas de contar con parámetros confiables que les permitieran tener más información sobre la situación de una emisora de bonos y la facilidad que tiene de devolver la cantidad establecida en los términos propuestos, para poder tomar mejores decisiones de inversión.

¿Cómo califican?

Las calificaciones se representan mediante una combinación de letras o de letras y números, donde cada combinación reflejan un escenario y situación de la empresa o gobierno.

La máxima calificación que otorga Fitch se expresa como “AAA” -que tienen los bonos de deuda del gigante tecnológico Microsoft– e implica que la probabilidad de que un bono no se pague es excepcionalmente baja, pasando por una nota intermedia “BBB” y llegando a la calificación más baja “C” que indica incumplimiento financiero -lo que implica que un deudor no puede cumplir con sus obligaciones legales de pago-.

¿Qué sucedió con PEMEX?

La calificadora crediticia internacional Fitch Ratings redujo la calificación de los bonos de inversión de Pemex de largo plazo en moneda local y en moneda extranjera dos escalones, pasando de “AAA” a “AA” y de “BBB+” a “BBB-”, respectivamente. Esto a partir de una reducción en la, ya de de por sí baja, calificación individual de la empresa, que no toma en cuenta el respaldo financiero del gobierno, que pasó de “B-” a “CCC” (calificación considerada por los inversionistas como un bono de alto riesgo).

¿Por qué?

Desde mediados de enero, el banco británico Barclays advirtió que existía un riesgo real de que las tres calificadoras más importante del mundo -Fitch Rating, Moody´s y Standard & Poor´s- redujeran sus calificaciones crediticias a Pemex en la segunda mitad del año, decisión que estaría sustentada en un panorama negativo sobre la empresa causado por la pesada carga fiscal que sufre, el incremento del financiamiento de su deuda, una producción en deterioro y una mala racha de los indicadores crediticios.

Dos semanas después, Fitch publicó la reducción en la puntuación de la petrolera. Las razones para este cambio fueron: la generación persistente y negativa de flujo de fondos libres (FFL) -es decir, que PEMEX ha disminuído la cantidad de dinero que le queda disponible para pagar su deuda o repartir utilidades, después de haber pagado sus gastos- además de una inversión insuficiente en proyectos de exploración y producción, y una fuerte dependencia financiera del gobierno hacia la empresa, por la cantidad de impuestos, aprovechamientos y derechos que PEMEX paga al estado mexicano.

Además resaltó que las medidas anunciadas por el gobierno mexicano para apoyar a Pemex, como la inyección de recursos por 25 mil millones de pesos, así como la reducción de la carga de impuestos por un monto estimado en 11 mil millones de pesos para este año, no son suficientes y considera que las estimaciones de deuda están siendo subestimadas, por lo que para resolver la situación se tendrían que destinar más recursos (entre 12 y 17 mil millones de dólares).

De acuerdo a cifras de Pemex, la deuda de largo plazo de la paraestatal para septiembre de 2018 ascendió a 96 mil 476 millones de dólares -cifra que supera la fortuna del empresario estadounidense Bill Gates, quien en 2018 fue considerado por la revista Forbes como el segundo hombre más rico del mundo alcanzando una fortuna de 90 mil millones de dólares-.

¿Qué dicen los expertos?

Heidi Smith, coordinadora de la maestría de Políticas Públicas de la Universidad Iberoamericana, considera que esta acción, aunque muestra una señal que requiere atención, no representa un problema serio para el mercado financiero de nuestro país. De acuerdo a Smith, México cuenta con un mercado que genera interés en inversionistas extranjeros que tienen la mira en proyectos específicos.

Además, resalta que de las cuatro calificadoras más importantes en el país -Moody´s, Fitch Ratings, Standard & Poor´s y HR Ratings- Fitch es la más sensible a variables políticas y toma en cuenta factores externos que no se relacionan directamente con la deuda.

Sin embargo, para Bárbara Carrillo Flores -profesora del departamento académico de Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM)– el panorama luce más complicado. Ella considera que la reducción sí representa un impacto negativo para la paraestatal ya que esta calificación, al ayudar a un inversionista a tomar una decisión, influye sustancialmente en la facilidad de convencerlo para prestar su dinero.

Frente a este cambio negativo, a Pemex le será más difícil obtener inversionistas. Los que sí decidan invertir querrán cobrar más intereses por lo que los préstamos saldrán más caros.  

Carrillo advierte que de mantenerse esta situación, Pemex al no tener dinero para pagar su deuda, tendrá que pedir ayuda al gobierno quien tendrá que comprar esa deuda (parcial o totalmente), lo que podría financiar solamente a través de más deuda o impuestos. En ambos casos, estos aumentos acabarán afectando el bolsillo de los ciudadanos.

¿Qué sigue?

Arturo Herrera, subsecretario de Hacienda, declaró que a pesar que esta disminución era algo que los mercados esperaban, es una situación que preocupa al gobierno que, a través de la Secretaría de Hacienda, tendrá que apoyar a la petrolera mexicana.

Por su parte el presidente mexicano, en su conferencia mañanera, calificó la decisión de calificadora como “muy hipócrita”, y criticó que no evaluaran otras acciones que favorecen a Pemex como el combate contra el huachicoleo emprendido por el Gobierno.

Mientras que Moody´s -otra de las calificadoras más importantes del mundo- anunció que mantendrá sin cambios la calificación crediticia de la empresa durante el primer semestre del 2019.

Ahora sólo queda esperar cómo reaccionarán los mercados financieros ante este reducción de calificación, así como los posibles cambios que lleve a cabo el gobierno mexicano en su estrategia para sanear las finanzas de Pemex.

¿Te parece objetiva la acción de la calificadora? ¿crees que el gobierno actual pueda mejorar la situación financiera de la empresa mexicana?

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