La prosperidad de la ciudadanía es una de las máximas aspiraciones de toda nación

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La prosperidad de la ciudadanía es una de las máximas aspiraciones de toda nación. Lograr que cada persona tenga acceso a trabajo, bienes de consumo básicos, propiedades y la posibilidad de emprender o innovar es crucial para el crecimiento económico.

La libertad económica es fundamental para lograrlo. Libertad para crear negocios, para competir, para participar en la generación de riqueza, es algo que debería estar garantizado en toda sociedad moderna.

A pesar de las grandes carencias que enfrentan millones de personas en el mundo, la realidad es que vivimos en el momento de mayor riqueza en la historia de la humanidad. 

Por ejemplo, 1,250 millones de personas han salido de la pobreza extrema de 1990 a 2018. El hambre y las muertes por enfermedades curables están retrocediendo en la mayor parte del mundo. Hoy, más que nunca, hay acceso a servicios básicos y a productos esenciales. Esto se debe, en gran medida, al avance de las libertades económicas.

¿Cómo se mide la libertad económica de los países? En general, hay cuatro puntos fundamentales: uno, el estado de derecho. Sin él, no hay garantías para asegurar el derecho a la propiedad, a la efectividad de la justicia y el orden público.

Dos, el tamaño del gobierno y la forma en que interviene en los mercados. Un exceso de gasto e impuestos abusivos o mal diseñados afectan el desarrollo, así como la salud fiscal de un país.

Tres, la eficiencia de las regulaciones. Hay temas en los que la regulación es fundamental, como en el impacto medioambiental, reglas laborales o la justa competencia. Sin embargo, regulaciones excesivas o ineficientes hacen inoperantes a los mercados.

Por último, la apertura del mercado. Debe haber libertad para comerciar, invertir, competir e intercambiar servicios y productos. Estas cuatro libertades deben ser protegidas y promovidas por los gobiernos si desean el verdadero progreso social.

Los índices de libertad económica de 2019 muestran que los países más libres son también muy prósperos: Hong Kong, Nueva Zelanda, Singapur. Y los menos libres, sufren más marginalidad, como Norcorea, Venezuela o la República del Congo.

México ocupa el lugar 66 de 180 países evaluados, y de toda América Latina solo Chile está entre los primeros 35 lugares.  Nuestra región -y nuestro país- tiene todavía una gran deuda a la hora de garantizar la libertad económica, y eso nos ha mantenidos rezagados en el crecimiento económico.

En Cuestione creemos que avanzar en hacer de México un país más libre beneficiará a toda la ciudadanía, y eso incluye la libertad económica. Por esto, esta semana analizaremos los desafíos que enfrentan los emprendedores, el lastre que son para la economía los excesos burocráticos y la corrupción, así como las oportunidades que hay para avanzar en mayor libertad.

También conoceremos casos de éxito y fracaso, para así entender mejor cómo ser más libres nos hará, también, una nación más justa y próspera.

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