Sandra Morales
El agua fue uno de los dos temas que debieron abordar en el segundo debate chilango los candidatos y la candidata a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Y fue quizá el que más atención causó, pues a la crisis actual por la contaminación del agua en la alcaldía Benito Juárez se suma la añeja demanda en varias partes de la Ciudad de México en los que constantemente hay periodos de escasez de agua.
En este contexto, el llamado Bosque de agua de la Ciudad de México fue mencionado como un elemento clave para la solución del problema del agua en la capital. Sin embargo, la ciudadanía de la Zona Metropolitana del Valle de México sabe poco del lugar y aún menos de las acciones requeridas para su conservación y recuperación.
¿Qué es y en dónde se encuentra el Bosque de agua de la Ciudad de México?
El Bosque de Agua es un área que cuenta con una extensión de 250 mil hectáreas que conforman un polígono entre Cuernavaca, Ciudad de México y Toluca. En 2016 la organización Conservación Internacional México informó que aproximadamente 23 millones de personas de estas tres ciudades que lo rodean recibían un abastecimiento de un 70% de agua de este bosque.
También puedes leer: Mentiras y datos engañosos del segundo Debate Chilango
Este bosque consta de 21 Áreas Naturales Protegidas, 10 cuencas hidrológicas, 4 acuíferos y comprende 37 municipios ubicados en las zonas no declaradas como protegidas. Algunas de las áreas con las que sí estamos familiarizadas las personas, pero que probablemente no sabíamos que conformaban el llamado Bosque de Agua son el Bosque del Ajusco, el Tepozteco, La Marquesa y el Parque Desierto de los Leones.
Según la Fundación Biósfera de la Anáhuac FUNBA, el 10% de las especies que en él habitan son endémicas, además de albergar 325 especies de plantas y animales que solamente se encuentran ahí. Y en total se estima que más de 3 mil especies de plantas, 195 de aves y 350 de mamíferos, reptiles y anfibios habitan en estos bosques.
Cuenta con grandes extensiones de pastizales y áreas que permiten la filtración y captación de agua de lluvia principalmente que ayuda a abastecer a la población de las ciudades y municipios que lo rodean, es por ello que es un elemento de gran importancia para el abastecimiento y la vida de los casi 23 millones de habitantes que se encuentran a sus alrededores. Además trabaja en conjunto con tres cuencas más, las cuencas del Valle de México – Río Pánuco, la Cuenca del Río Lerma y la Cuenca del Río Balsas.
¿A qué retos se enfrenta el Bosque de agua?
La expansión urbana en la Ciudad de México y su Zona Metropolitana representa una amenaza para los espacios naturales como el Bosque de Agua. El crecimiento de las ciudades y el surgimiento de nuevos asentamientos, puede llevar a la deforestación, la pérdida de hábitats naturales y con ella de las especies endémicas que habitan en él. Esto, debido a que el desarrollo urbano a menudo implica la conversión de áreas naturales en áreas urbanizadas si no es regulado con las políticas adecuadas.
Te recomendamos: El precio oculto del calentamiento global: un mundo más pobre y menos productivo
El desarrollo urbano no planificado puede conducir a la fragmentación del hábitat, la pérdida de conectividad ecológica y la degradación de los ecosistemas en el Bosque de Agua. La falta de una planificación adecuada puede aumentar la presión sobre los recursos naturales y dificultar la conservación a largo plazo.
El crecimiento urbano conlleva un aumento en la contaminación del aire, agua y suelo. Las actividades industriales, vehiculares y domésticas generan emisiones de contaminantes que pueden afectar la salud humana y la calidad del medio ambiente. La descarga de desechos industriales y residenciales, así como la contaminación por actividades agrícolas y de transporte, pueden afectar negativamente la calidad del agua y la biodiversidad.
El cuidado del Bosque de Agua en la Ciudad de México es fundamental para garantizar la disponibilidad de agua limpia, la conservación de la biodiversidad y la resiliencia ante los desafíos ambientales y climáticos.
Se debe poner especial énfasis en la conservación de la vegetación y los ecosistemas naturales que se encuentran en él, además de realizar un manejo sostenible del agua y establecer un control de contaminación para preservar la calidad del agua. Pero principalmente se debe poner énfasis en la planificación urbana que evite una expansión descontrolada y respetando los límites ambientales.Los y la candidata lo saben, y por eso fue tema en el debate. Pero, ¿realmente harán algo al respecto?
