El candidato de la ultraderecha, que fue capaz de decir que no violaría a una diputada “por fea”, y que se ha manifestado abiertamente lo mismo en contra de los derechos de la comunidad LGBTTI que de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, será el nuevo presidente de Brasil, la mayor economía de América Latina.
57 millones (55.1%) de brasileños se dejaron seducir por un discurso “alejado de los de arriba”, de acuerdo con el análisis de Simon Tisdall, del periódico británico The Guardian, contra 47 millones (44.9%) que votaron por Fernando Haddad, el delfín del expresidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva, en esta segunda vuelta celebrada el domingo 28 de octubre, en Brasil.
Ni toda la popularidad de Lula –hoy en la cárcel– le alcanzó a Haddad, el exalcalde de Sao Paulo, para alcanzar al ultraderechista, Bolsonaro.
A través de una transmisión en vivo en Facebook, el próximo presidente de Brasil dijo: “No podíamos continuar coqueteando con el socialismo, el comunismo, el populismo y el extremismo de izquierda”.
Bolsonaro se caracteriza por comentarios homófobos, así como por defender la tortura, la misoginia y el racismo, pero los brasileños ven en él a alguien que pueda vencer la inseguridad del país.
Bolsonaro ganó popularidad prometiendo libertad para portar armas a los brasileños, como una estrategia que busca así combatir la inseguridad que aqueja a ese país.
Luego de la victoria de Bolsonaro,miles de personas se juntaron a las puertas de se casa en Río de Janeiro, mientras que en Brasilia, Sao Paulo y otras ciudades del país, sus seguidores celebraron, incluso, prendiendo fuegos artificiales.
¿Y EPN? Claro que ya lo felicitó
El mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, felicitó a Jair Bolsonaro por su triunfo en las urnas: “A nombre del pueblo y del Gobierno de México felicito a @jairbolsonaro por su elección como Presidente de la República Federativa del Brasil, en una ejemplar jornada que refleja la fortaleza democrática de ese país”, publicó en su cuenta de Twitter.
