¿Crece la economía y crece la pobreza?
Durante años hemos escuchado a personas de la política, academia, calificadoras y al Banco de México hablar de lo “importante” que es el crecimiento económico para el país y cómo, a través de él, se puede erradicar la pobreza y aumentar el bienestar de la población.
¿Pero realmente el aumento en la producción de bienes y servicios (el famoso Producto Interno Bruto) se ha traducido en todas las maravillas que se dicen?
Hay quienes comienzan a dudarlo.
Crece la economía… ¿y se reduce la pobreza?
En un artículo publicado en Nexos, Raymundo Campos y Luis Monroy-Gómez-Franco, economistas y académicos de El Colegio de México, cuestionan la creencia base de economistas de las últimas décadas: el crecimiento económico es el requisito necesario para reducir la pobreza de un país.
De acuerdo a la teoría, no importa si el crecimiento se distribuye sólo entre una élite pequeña al principio, en algún momento, como en una fuente en cascada, las distribución de ingresos alcanzaría a llegar a toda la población.
En su estudio, los economistas analizaron los datos de crecimiento por habitante (per cápita) y la población que sufre pobreza alimentaria -aquellas que no alcanzan a comprar la canasta básica alimentaria- de México.
Si el argumento se sostiene en la realidad veríamos que, mientras la economía crece, el número de personas sin acceso a una canasta básica de alimentos disminuye. Spoiler alert: no sucede.
En la siguiente gráfica, elaborada por Cuestione con los mismos datos de los académicos, podemos observar que efectivamente el crecimiento económico por habitante, entre 1994 y 2018 –a pesar de algunos altibajos–, creció cerca de 30%.
Sin embargo, a la hora de revisar las cifras de pobreza alimentaria del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), observamos que aunque de 1994 a 2006 hay una caída constante en este indicador. A partir de 2006 y hasta 2016 (último dato disponible), el número de personas sin recursos para comprar los alimentos básicos regresó a niveles similares a los observados en 1994.
De acuerdo a Campos y Monroy-Gómez-Franco, esto “sugiere que el crecimiento experimentado por la economía mexicana en los últimos 20 años no ha alcanzado a los mexicanos más pobres”.
Medida insuficiente
Otras personas coinciden con sus críticas al crecimiento del PIB como medida de bienestar. David Pilling, editor del Financial Times, en un artículo publicado en el Foro Económico Mundial, considera que el principal problema de este indicador es que reduce TODA la actividad humana a un par de números.
Pilling resalta que esta medición fue la favorita de la élite, por más de siete décadas, y usualmente se confundió con el bienestar, aunque nada tiene que ver una cosa con la otra.
Para el autor, el rápido crecimiento, medido a través del PIB, debería considerarse como un medio para llegar a una meta, y no únicamente como el fin último de un país.
Sin embargo, en las última décadas ha sucedido lo contrario. A la fecha se sigue considerando al incremento del PIB como una marca de éxito, para lo cual no importan los sacrificios que se tengan que hacer, ya sea “aire limpio, servicios públicos o igualdad de oportunidades”, advierte Pilling.
¿Debemos mandarlo al cajón del olvido?
Para Pilling el PIB es sólo una pieza de un rompecabezas más amplio, por lo cual no descarta su utilidad como “herramienta política”, que tiene el potencial de poder alcanzar más objetivos, como: salud, educación o seguridad, entre otros.
Sin embargo, completar el cuadro es algo necesario. Para esto, propone recurrir a medidas ya existentes o incluso idear nuevas, tomando en cuenta factores como riqueza, igualdad, ocio, bienestar, y también tomar indicadores negativas como contaminación para obtener un panorama más amplio.
¿Y México?
En el caso de nuestro país, la nueva administración lanzó en una cruzada contra las “políticas neoliberales” de los últimos años: ¿podremos avanzar en este camino? ¿tendremos pronto una nueva medida de bienestar integral que permita saber cómo vamos y hacia dónde queremos ir?
