La promesa número tres del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando asumió su mandato presidencial dice así: “…se mantendrán las estancias infantiles de la antigua Secretaría de Desarrollo Social y se regularizarán los CENDIS promovidos por el Partido del Trabajo; ambos programas tendrán recursos garantizados en el presupuesto y pasarán a formar parte de las secretarías de Bienestar y de Educación Pública”.
A cinco años de distancia de la investidura presidencial, Cuestione revisa la promesa tres del presidente y a un año de que termine su gobierno, se puede determinar que López Obrador cumplió a medias con su promesa. Lo que es un hecho es que desapareció las estancias infantiles, recortó el presupuesto destinado al apoyo a las madres trabajadoras a su nivel más bajo en tres sexenios y violentó uno de los derechos básicos de los menores, el derecho al cuidado.
Donde sí cumplió el presidente fue en otorgarle a su aliado el Partido del Trabajo, $800,000,000 para sus 80 Centros de Desarrollo Infantil (Cendi), informó Forbes en mayo del año 2019. Este recurso representa 39 por ciento del presupuesto que estaba destinado para operar 9,532 estancias infantiles subrogadas antes de su desmantelamiento.
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“Da vergüenza su recomendación”: AMLO a la CNDH
“Se quedaron callados con lo de ABC, ahora resulta que la Comisión Nacional de Derechos Humanos quiere acusarnos en instancias internacionales, que lo hagan… tengo mi conciencia tranquila. No soy cómplice de corruptos, ni voy a ser corresponsable de un hecho que no se le desea a nadie”. Así es como el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, respondió en Agosto de 2019 a la recomendación 29/2019 emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
La CNDH le solicitó a diversas instancias del Poder Ejecutivo la restitución de los derechos violados a niñas y niños, padres y madres por la desaparición de las estancias infantiles. El mandatario agregó a su respuesta diciéndoles: “da vergüenza su recomendación”.
El 3 de abril de 2019, el Presidente anunciaba el otorgamiento de subsidios directos como respuesta a la desaparición del programa de estancias infantiles. Este cambio lo hizo achacando casos de corrupción en este programa creado en el año 2007 durante la administración de Felipe Calderón.
De acuerdo con la revista Nexos, para el año 2017, el esquema de estancias infantiles ya cubría el 24% de la población que requería este servicio y había sobrepasado como proveedor a otras instancias como el IMSS y el ISSSTE. Este modelo tenía como destino al 56.5% de las mujeres económicamente activas que carecían de algún servicio social que les proveyera de servicios de cuidado infantil.
El presupuesto más bajo en una década
En lugar del esquema que operaba en el sexenio de Felipe Calderón, el gobierno de Andrés Manuel decidió dar un programa de apoyo económico que consiste en la entrega bimestral de $1,600 por cada menor registrado en el programa y de $3,600 en caso de que presenten alguna discapacidad. Así quedó asentado en las reglas de operación publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 29/12/2021.
En el informe de gobierno más reciente, la actual administración dedica únicamente una página al Programa Apoyo para el Bienestar de las niñas y niños de madres trabajadoras y reconoce que de enero del año 2019 a junio del año 2022, el programa ha alcanzado a 483, 866 personas en beneficio de 512 933 menores y contó con un presupuesto anual de $2,785,000,000 en el mismo periodo, el más bajo en una década, documentó El Economista.
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El Programa de Estancias Infantiles para apoyar a madres trabajadoras, tuvo su primer presupuesto de 1,000,000,000 en el año 2007 con el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y alcanzó un presupuesto más alto con $2,891,000,000 en el año 2012, durante el último año de Calderón.
Para el año 2013 durante la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto, se incrementó el presupuesto $3,547,000,000 y para el 2018, al término de su administración, aumentó la cifra a $4,070,000,000 según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, obtenidas por El Economista.
Ya para el año 2019, primer año de gobierno de López Obrador, el presupuesto para el cuidado infantil se adelgazó significativamente y pasó a $2041,000,000, cifra comparable únicamente con el año 2008 donde se erogaron $1,499,000,000.
Disparidad sin aclarar en la asignación de recursos
De acuerdo a las reglas de operación del Programa Programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, el recurso únicamente se otorga a las familias monoparentales, es decir, aquellas en donde solo existe uno de sus progenitores, madre o padre lo que implica un acto de discriminación.
Lo que también es un hecho es que en cifras del propio gobierno federal recabadas en el 4to Informe de Gobierno, existe una disparidad geográfica en lo que se refiere a la entrega de este subsidio directo.
Hay estados de la República en los que en su modalidad A, que corresponde al apoyo para el bienestar de las niñas y niños, hijos de madres trabajadoras, la entrega de los recursos a las madres no superan las 100 personas. Es el caso de Aguascalientes (69), Coahuila (55), Morelos (39), Nuevo León (4), San Luis Potosí (51), Tabasco (50), Tlaxcala (26) y Veracruz (83).
En contraste, la entrega de recursos en la misma modalidad está concentrada en estados como Ciudad de México (44,196), Guerrero (31,661), Chihuahua (29,056), y Baja California (25,536).
Esta disparidad plantea interrogantes sobre la equidad en la distribución de los fondos y genera incertidumbre sobre el acceso igualitario al cuidado infantil en todo el país.
Curiosamente, todos los estados que más recursos reciben son gobernados por mujeres y tres de ellos por Morena. Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México de Morena; Evelyn Salgado Pineda, gobernadora de Guerrero por Morena; Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora por Morena en Baja California y María Eugenia Campos Galván, gobernadora de Chihuahua y miembro del Partido Acción Nacional.
Mamás trabajadoras, las más afectadas
La señora Lupe vende quesadillas en la calle esquina entre Morena y Adolfo Prieto en la Ciudad de México. Junto a ella está su niña de seis años jugando con una cuchara y tiene otro bebé de 18 meses que su mamá de 76 años se ofrece a cuidar.
Cuenta que tuvo a su hija mayor en una de las guarderías subrogadas del gobierno pasado y tenía oportunidad de trabajar más horas en la mañana vendiendo quesadillas, sopes y gorditas. Desde que el gobierno de Andrés Manuel cerró las guarderías, le pidió a su mamá apoyo para cuidar de su niña pero dice que no es igual, “mi mamá ya no está para esos trotes”, ahora la abuela cuida a su segunda hija y tiene más de 70.
“La situación de otros padres no es la misma, algunos tuvieron que buscar una guardería privada, otros tuvieron que reorganizar sus jornadas laborales para destinar tiempo al cuidado de los y las hijas, algunos otros han tenido que llevarlos a sus trabajos con ellos”, se lee en la nota del Economista titulada: No hay que olvidar las estancias infantiles: las mujeres en la economía y el derecho al cuidado.
En los últimos años, México ha sido testigo de un avance significativo en el empleo femenino, alcanzando cifras históricas en términos de participación laboral.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el año 2022 se registró un promedio cercano al 45.0% de participación laboral femenina, con un pico del 46.7% en noviembre. Estos números reflejan el porcentaje más alto desde que se comenzó a medir esta estadística en 2005, y revelan una importante evolución en el rol de la mujer en el ámbito laboral.
Sin embargo, las mamás trabajadoras tienen desafíos importantes por atender. A nivel mundial las mujeres ganan entre 27.1%, 25.3% y 24.9% menos que los hombres por hacer el mismo trabajo, subraya el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO). Pero la brecha salarial golpea en particular a las madres trabajadoras y profesionistas, porque ganan menos frente a las mujeres que no tienen hijos.
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El artículo Madres en el mercado laboral, publicado por el IMCO el 9 de mayo del 2023, documenta que alrededor de 58% de las madres que trabajan lo hacen en la informalidad en comparación con el 50% de las mujeres sin hijos. Esto implica, explica la institución, que más de la mitad de las mamás trabajadoras en México tienen un acceso limitado a seguridad social, enfrentan incertidumbre jurídica y perciben menores ingresos.
En un momento en que la participación laboral femenina ha alcanzado cifras históricas, es crucial que el gobierno reconozca la importancia de garantizar un cuidado infantil de calidad y accesible para que las madres trabajadoras mexicanas puedan ejercer plenamente sus derechos y contribuir al desarrollo del país.
Mientras tanto, el cumplimiento de la promesa número tres de mantener las estancias infantiles quedó a medias y deja un amargo sabor en el balance del gobierno federal en lo que respecta al cuidado de los hijos de las madres trabajadoras.
