Sandra Morales
En todo el mundo el 12 de abril se conmemora el Día Internacional del Niño y la Niña en Situación de Calle, una fecha que nos invita a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan millones de niñas y niños que viven y trabajan en las calles. Esta realidad persiste en muchas partes del mundo, recordándonos la importancia de abordar esta problemática de manera integral.
Detrás de cada niño y niña en situación de calle hay una historia de vulnerabilidad, desafíos y lucha por la subsistencia. Muchas de las niñas y niños pueden migrar a las calles escapando a la violencia que viven en sus hogares, ya sea por abuso sexual, físico o emocional, rechazo por parte de sus familias de origen, rechazo a su orientación sexual o identidad de género o por abuso de sustancias, entre otras razones.
Los obstáculos que encuentran en las calles van desde la falta de acceso a la educación hasta la exposición a la explotación y el abuso, discriminaciones que impiden su desarrollo pleno y les niegan sus derechos más básicos. Es fundamental que en este día de conmemoración se ponga énfasis en la necesidad de acciones concretas para su protección por parte de las instituciones del Estado.
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Es esencial crear entornos seguros y de apoyo donde todas las infancias puedan crecer y prosperar. Esto implica no solo medidas de protección, sino también oportunidades para que participen activamente en la toma de decisiones que afectan sus vidas, reconociendo su capacidad para contribuir de manera significativa a sus comunidades.
Algunas cifras de las y los niños en situación de calle
Las cifras sobre las infancias en situación de calle varían según la región y la metodología utilizada para recopilar los datos. A partir de un estudio de UNICEF y Save the children, en 2020 se estimó que al menos 150 millones de niños y niñas en todo el mundo viven en pobreza extrema, sin las condiciones más básicas de vivienda, salud, educación ni alimentación, situación que aumentó debido a la pandemia por COVID-19. Esta cifra incluye menores que viven completamente en la calle, así como aquellos que pasan gran parte de su tiempo en ella debido a la falta de vivienda estable.
En México, la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, señala que cuatro de cada 10 niñas y niños que viven en situación de calle caen en las adicciones con diferentes estupefacientes y en manos de la delincuencia; además, la estadística señala que la esperanza de vida se reduce a 22 o 25 años por daño físico a su salud.
La misma ENTS en 2017, señaló que el 50% del trabajo infantil de toda América Latina se concentra en México encontrando 3.6 millones de niñas y niños entre los 5 y 17 años que trabajan esto según la ENOE de 2007. No hay datos actuales precisos dobre el trabajo infantil y su situación de vivienda, debido a que la ENOE solamente toma como personas ocupadas a las mayores de 15 años de edad y de las menores solamente se encuentra su grado de instrucción escolar.
Save the Children destaca que debido a un progreso desigual donde la pobreza atraviesa a niñas y niños de manera en la que no tienen acceso a los derechos básicos, pasando por hambre, pobreza y problemas de salud, se necesita tomar acciones a nivel global donde además los gobiernos destinen los recursos necesarios para combatir estas problemáticas.
Por lo cual se desarrolló el Rastreador Mundial de Prestaciones Infantiles con el cual se pretende medir los niveles de pobreza infantil en el mundo para poder tomar medidas y acciones específicas de acuerdo a las necesidades arrojadas, pero para ello se necesita una participación en la cual diversos actores sociales tomen decisiones en conjunto.
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Es importante recordar que estas cifras son estimaciones y que la verdadera magnitud del problema puede ser aún mayor debido a la dificultad de recopilar datos precisos sobre una población tan vulnerable y marginada. Las condiciones de vida en la calle varían ampliamente, desde quienes viven completamente en la calle hasta aquellos que trabajan o pasan tiempo en la calle durante el día pero tienen algún tipo de vivienda temporal por la noche.
En el Día Internacional del Niño y Niña en Situación de Calle es fundamental renovar el compromiso de trabajar hacia un mundo donde cada niño y niña, independientemente de su situación, tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. La infancia es un período crucial en la vida de una persona y es responsabilidad de toda la sociedad garantizar que cada niño y niña tenga la oportunidad de disfrutar de una infancia segura, saludable y llena de esperanza.El desafío de los niños y niñas de la calle nos llama a la acción global, a unir esfuerzos y recursos para proteger y empoderar a estas infancias vulnerables. Solo a través de un compromiso colectivo y acciones concretas podremos garantizar un futuro más justo y equitativo para todos los niños y niñas, sin importar su situación de calle.
