¿Será grande la piedra demócrata para Trump?
Aunque el presidente Donald Trump no estuvo en la boleta de las pasadas elecciones para renovar el Congreso de Estados Unidos, las midterms —como se les conoce— se consideran un termómetro y, también, una evaluación del gobierno en turno.
Si fuera una evaluación escolar, podríamos decir que Trump la libró de panzazo, pues el Partido Republicano conservó la mayoría en el Senado, pero la perdió en la Cámara de Representantes.
Los demócratas pasaron de tener 193 puestos a 220, de los 435 que conforman en total la Cámara de Representantes, con lo que obtienen la mayoría. Mientras que los republicanos conservaron el Senado con 51 puestos, de los 100 que lo conforman.
¿Cómo le afecta a México?
Los republicanos seguirán buscando empujar su agenda #MAGA (Make America Great Again), con políticas anti-inmigrantes, como el cancelar el programa DACA (mejor conocido como Dreamers), que Barack Obama estableció para que aquellos migrantes que llegaron a Estados Unidos siendo niños tuvieran acceso a educación.
Sin embargo, al no contar con el apoyo total del Congreso, pues el control de la Cámara de Representantes quedaría bajo el control demócrata, ésto podría no ser tan sencillo.
Por el otro lado, está pendiente la votación y aprobación de los nuevos términos del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, que negoció el equipo de Trump, por lo que ahora los republicanos tendrán que ser más convincentes para lograr que los demócratas apoyen su aprobación.
Por el otro lado, es posible que los demócratas, desde la cámara baja, pudieran impulsar las investigaciones sobre los casos de corrupción y fraude de las elecciones (intervención rusa), además de que los planes como el muro fronterizo quedarían parados hasta nuevo aviso.
Aunque en este sentido, el presidente Trump ya advirtió, desde su cuenta de Twitter, que: “Si los demócratas piensan que van a desperdiciar el dinero de los contribuyentes investigándonos, igualmente nos veremos forzados a considerar investigarlos por todas las filtraciones de información clasificada y mucho más, desde el Senado. ¡Dos pueden jugar el mismo juego!”.
