“Este es el lugar donde estaban colocadas las personas. Si ustedes pueden ver aquí, según lo que se pudo percatar en campo, estos son los indicios ahí de algunos impactos de arma de fuego. No se puede apreciar que haya habido una sola línea, es decir, esa tesis del supuesto fusilamiento, sino que, al estar los sicarios, al abrir fuego empezaron a disparar, pero no hubo, digamos, una acción sincronizada para cometer este ilícito”, dijo Ricardo Mejía Berdeja, subsecretario de Seguridad Pública federal durante la conferencia de prensa matutina de Palacio Nacional.
Después, en entrevista con Elia Baltazar del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), el subsecretario explicó más detalladamente por qué no considera que la matanza de San José de Gracia fue un fusilamiento.
Dijo que, según las indagatorias que han realizado las autoridades estatales y federales, han llegado a la conclusión de que se trató de un enfrentamiento entre dos líderes de grupos organizados durante el velorio de la madre de uno de ellos que habría provocado la muerte de varias personas que se encontraban frente a un portón.
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Sin embargo, durante la entrevista aseguró que “no hay tal situación de que los hayan mantenido firmes para luego dispararles en un acto sincronizado a similitud de un fusilamiento, sino que fue realmente en la refriega que hubieron disparos en diferentes direcciones y que habrían privado de la vida a diferentes personas”.
Cuando la reportera le pregunta por qué es importante diferenciar entre lo que describe como un enfrentamiento y un fusilamiento, el subsecretario responde que lo que buscan es que no haya una distorsión: “no queremos minimizar ningún evento pero tampoco maximizar ni que se genere una falsa idea que no corresponde a la realidad, independientemente de las consecuencias de carácter legal que esto pueda generar”.
Y sin embargo, lo que está tratando de hacer el subsecretario es justo modificar la narrativa para restarle importancia a un evento que evidentemente no se trata de solo una refriega.
Masacre, pero también fusilamiento
Como puede observarse en los videos sobre el caso, hay una serie de personas amenazadas que están formadas frente a un muro y un zaguán de manera muy similar a como sucede en un fusilamiento, incluso tienen las manos arriba en posición de rendición.
Después, se escuchan una serie de disparos y la toma se pierde y solo se ve el polvo que probablemente proviene del choque de las balas con el muro donde antes se recargaban las personas.
Lo cierto también es que en el evento habrían muerto al menos 17 personas, aunque el gobierno también dijo que al no haber cuerpos ni denuncias de desaparición, no se puede hablar todavía de asesinatos.
El problema es que otra vez vemos cómo en lugar de ocuparse de los problemas, este gobierno vuelve a intentar manipular la narrativa para ganar el discurso. En lugar de presentar una estrategia de seguridad que pueda dar tranquilidad y reducir la violencia, quienes nos gobiernan prefieren tratar de modificar la forma en la que hablamos de la violencia y así, tratar de alterar la percepción de la realidad.
Nos tratan de convencer de que lo importante no es que probablemente hayan muerto 17 personas a plena luz del día en un municipio de Michoacán, sino cómo nombramos el hecho. Y así, tratan de desviar la conversación en lugar de asumir que la estrategia de seguridad fracasó y que urge replantearla.
Por lo anterior, se puede concluir que lo que dijo el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, es falso.
