“Cuando una mujer denuncia es porque ya está en riesgo su vida. No denuncian cuando las ignoran, las empujan o las insultan”, nos dijo Yndira Sandoval, defensora de derechos humanos, fundadora de la red de mujeres feministas Las constituyentes CDMX y de la red de observación Nosotras tenemos otros datos.
Eso fue algo que probablemente le sucedió a la mujer que denunció a su agresor en Puebla, el 13 de agosto de 2020. Su esposo la comenzó a agredir verbalmente y después la hirió con un cuchillo. “No prepararle el desayuno” fue el motivo.
La violencia familiar continúa siendo parte de la vida cotidiana de al menos 121 mil personas, principalmente mujeres, y parece seguir incrementándose mes a mes.
En julio se registró la cifra más alta de denuncias de los últimos cuatro meses, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
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¿Por qué han subido las denuncias?
“El aumento de las denuncias por violencia familiar se debe a que las mujeres ya salen más de sus casas y porque empezaron a dar servicio (en las fiscalías) que durante el confinamiento estaba restringido, pues el delito de violencia familiar no se podía denunciar por internet”, mencionó Yndira Sandoval en entrevista con Cuestione.
Lo grave es que a pesar de que el confinamiento hizo que se hicieran menos denuncias, se registró la tasa más alta de los últimos seis años: 190.9 denuncias por violencia familiar por cada 100 mil mujeres, entre enero y julio de 2020, respecto al mismo periodo de los años anteriores.
Entidades con más denuncias
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo, Colima es la entidad con la tasa de denuncias más alta de entre las 32 entidades federativas, mientras que en Tlaxcala se registró la tasa más baja.
Llamadas al 911
Otro indicador de la violencia familiar que se vive en México son las llamadas de emergencia al 911, las cuales prácticamente se han mantenido en 60 mil, aún durante los meses más rigurosos de confinamiento (abril y mayo).
Además, las llamadas por algún tipo de incidente de violencia familiar son tres veces más que las denuncias por ese tipo de delito.
Y como no todas las llamadas terminan en denuncia, ni todas las denuncias empezaron con una llamada –porque no se genera un expediente único, comentó Sandoval–, existe la posibilidad de que entre enero y julio se cometieran más de 500 mil agresiones de tipo familiar, tan sólo en los primeros siete meses de 2020.
La realidad es aún peor
“La violencia familiar va más allá de las cifras. Las llamadas son sólo la punta del iceberg de lo que las autoridades alcanzan a medir. En México hacen un filtrado de llamadas procedentes e improcedentes, cuando en otros países la policía acude al lugar aunque reciban una llamada en silencio”, señaló la fundadora de Nosotras tenemos otros datos.
Yndira Sandoval agregó que “ese tipo de respuesta no se realiza en nuestro país y que el criterio que se toma para filtrar las llamadas procedentes y las improcedentes no es claro”.
Por otro lado, las denuncias por violencia familiar son un pedazo de la realidad aún más pequeño. El problema es que aún así, las carpetas de investigación no se clasifican como deberían y la vida de las mujeres puede estar en riesgo.
“Habría que cuestionar qué tipo de violencia se da en el ámbito de lo familiar y cómo lo clasifican las autoridades. Por ejemplo, las lesiones dolosas muchas veces las ponen culposas o no se categoriza como feminicidio en grado de tentativa, a pesar de que atenta contra la vida de las mujeres. ¿Por qué? porque es un coso político”, aseveró Yndira Sandoval.
Evidencia en los refugios
La Red Nacional de Refugios (RNR) ya había registrado que la violencia familiar creció durante el confinamiento pero en el mes de julio “se acrecentaron nuevamente las solicitudes de auxilio y orientación brindadas en la RNR, recibiendo dos solicitudes de auxilio cada hora, lo que representa un incremento del 61% en comparación al mes de junio”, se lee en su informe.
En ese último reporte la RNR declaró que la atención de mujeres, niñas, niños y adolescentes incrementó 71%, de marzo a julio de 2020, respecto al mismo periodo de 2019.
A través de los Refugios Integrantes, sus Centros de Atención Externa, Casas de Emergencia, Casas de Transición, redes sociales y líneas de atención telefónica a quienes se les acompañó integralmente se atendieron a 23 mil 303 mujeres, niñas, niños y adolescentes.
¿Qué (no) falta?
Yndira Sandoval afirmó que “hace falta que nuestro marco jurídico esté armonizado con los internacionales, que se cumplan con las recomendaciones internacionales de derechos humanos, generar un presupuesto público transversal acorde a la mitad de la población que somos mujeres, políticas integrales en todos los niveles de gobierno, que no haya impunidad y que se acabe la intervención moral sobre la ética y política”.
Mientras tanto, la vida de miles de mujeres continúa en riesgo.
